"AHORA TODO EL MUNDO SABRÁ QUE MURIÓ RASCÁNDOME LOS HUEVOS"
¿De qué va?
James Bond acaba de conseguir su licencia doble cero. Ahora tendrá que adentrarse en un juego de póker para vencer al peligroso Le Chiffre y así evitar que éste pague sus deudas. Con la ayuda de la atractiva Vesper Lynd, Bond conocerá el verdadero dolor y también el amor.
Reparto
Daniel Craig es James Bond/007
Eva Green es Vesper Lynd
Mad Mikkelsen es Le Chiffre
Judi Dench es M
Jeffrey Wright es Felix Leiter
Giancarlo Giannini es Rene Mathis
Dirección
Martin Campbell (Goldeneye)
Impresiones
El James Bond rubio aterrizaba cuatro años después de la última entrega de
Pierce Brosnan, y como no podía ser de otra forma, lo hizo con polémica. Si nos remontamos al inicio de la historia, en
Casino Royale, por la cual hubo debate para ser comprada por la MGM, más luego ciertos vaivenes con Sony, hicieron que se pensara en
Brosnan para el nuevo proyecto ya que en cierto modo, se había apalabrado una nueva entrega pero sin haber firmado nada.
Aunque Muere otro día fue un éxito absoluto en cuestión monetaria, no lo fue a nivel crítico y ésto hizo pensar a los productores, por lo que decidieron realizar algunos cambios. Antes que nada, se buscó un nuevo actor donde se barajaron nombres distintos, incluyendo al propio
Will Smith, que se mostraba abierto para encarnar a un Bond negro. No obstante,
Daniel Craig fue una de las primeras propuestas que se vislumbraron aunque poco después se realizó un casting intenso. El motivo fue que
el movimiento fan se que reveló vía Internet para intentar que Craig no ejerciera de 007.
Y es que Daniel Craig poseía un cuerpo más tosco, carecía de la elegancia de los anteriores actores y era rubio. El resultado fue bastante curioso, ya que no intentaron hacerle llevar esmoquin continuamente, ni lo tiñeron de moreno. Éste rubio de ojos azules con un blanco enrojecido por el sobreesfuerzo, hicieron que éste Bond se convirtiera en un ser rudo, más sucio y letal. Éste inicio supondría el primer refinamiento ya que la historia nos narra el inicio de las andanzas del agente. La escena pre-créditos en blanco y negro es la primera misión real de Bond y en ella podemos encontrar algunos tropiezos del personaje como el momento para eliminar a la primera víctima y su forma de morir tan brusca en aquel lavabo. Todo lo que llegaría a continuación se debe a la labor de los guionistas. Aunque Neal Purvis y Robert Wade ya tenían escrita su adaptación, fue la llegada de Paul Haggis lo que hizo que éste guión fuera aun mas refinado y por ello la película presuma de una profundidad y una calidad incomparable a obras anteriores, acercándose al estilo de las primeras cintas de Sean Connery aunque siendo ésta aun mas salvaje.
Tras la buena mano de obra de
Paul Haggis, quedaba saber como compactaría éste nuevo Bond con el mítico traje. La respuestas fue directa, el traje lo usa poco, pero no le hace falta. El primer teaser comenzó a callar las bocas de aquellos que señalaban con el dedo al actor, amenazándolo. El póster en el que se ve al actor sentado ante la mesa de póquer, apunto de coger el arma, es de una oscuridad tal, que llamaba la atención desde su primera visual. pero como todos sabemos, a veces se come antes con la primera apariencia que con el resultado. Sin embargo, no fue éste el caso ya que
Casino Royale es una obra prácticamente perfecta. A título personal, he de decir que es mi favorita aunque mi Bond preferido sea siempre
Sean Connery.
Casino Royale tiene absolutamente de todo, tensión, suspense, efectos y acción, mucha acción. Sus casi dos horas y media se pasan volando y todo ésto se debe a un guión exquisito y a la perfecta selección de sus estrellas. Le Chiffre, el villano, está interpretado por un perfecto Mads Mikkelsen, que acaba convirtiéndose en un malvado de segunda, atemorizado por lo que tiene encima, aunque se encarga de hacer sufrir a Bond en una de las escenas de tortura más bastas de la historia del cine. La pareja de 007 será la camaleónica Eva Green, que le arrebató el papel a Olivia Wilde (lágrimas!) pero que nos muestra como es perfecta en cada milímetro de metraje no solo por belleza misteriosa sino por ser una magnífica actriz, haciendo enloquecer al propio Bond, quien se enamora de ella y llorará por ella. La muestra de su pasión la encontramos en el rapto y en la búsqueda en el coche, quien al verla tumbada en plena carretera realiza siete vueltas de campana, obteniendo de éste modo un record guiness dentro de la historia de los especialistas. Sí, ésta película sorprende por ser hasta cierto punto la más realista de todas. Y ésto lo notamos por la ausencia de artilugios de Q, quien no sale en ésta entrega aunque sí que hay algunos dispositivos curiosos como el desfibrilador del coche.
No sería completa si no poseyera una banda sonora a la altura. Nuevamente David Arnold realiza una composición digna al más puro estilo John Barry, pero a su vez, incluye un melódico tema principal que se transforma en canción con la voz de Chris Cornell (Audioslave), resultando ser una de las mejores canciones de todo el repertorio Bond. Su introducción en los créditos es de por sí fantastica con ese juego de cartas mientras sus protagonistas se deshacen en barajas y suena el ya consagrado You know my name. En resumidas, nos encontramos con un resurgimiento absoluto del agente secreto. Puede que haya a quien le pese su elección, pero es inevitable reconocer que Casino Royale es pura magia, entre otras muchas cosas por el buen hacer de Daniel Craig. Un riesgo bien asumido, que por desgracia no mantendría el nivel en la siguiente película de la que hablaremos en breve en nuestro ciclo 007. Mientras tanto, disfruten con Casino Royale, una joya única. Como regalo, al final de post os dejamos algunas instantáneas de ésa bonita pareja formada por Craig y Green, James y Vesper en la ficción.★★★★★
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.