"¿CÓMO PUEDE UNA DE LAS PEORES NOCHES DE MI VIDA SER TAMBIÉN UNA DE LAS MEJORES?"
Rara vez, pero de vez en cuando nos topamos con alguna historia que nos toca la patatilla casi de sorpresa. A veces esperas encontrarte con una cursilada romanticona, de esas que muchos de nosotros evitamos a toda costa por su excesiva dulcificación y su alta previsibilidad, donde lo ñoño se hace evidente y los bostezos aún más sonoros. Sin embargo, existe en el mundo una lista casi oculta para las masas, donde fluyen títulos del género romántico que conviven en armonía con auténticos amantes del cine. Películas que saben viajar entre lo trágico y lo verdaderamente romántico, ofreciendo perspectivas mucho más creíbles y que en más de una ocasión nos han ablandado el alma. Desde Los puentes de Madison de Clint Eastwood, pasando por Blue Valentine de Derek Cianfrance, o incluso la devastadora Infiel de Adrian Lyne.
Sin necesidad de ser tan traumáticos, también existen productos más modestos que no necesitan ahondar en lo trágico y que por contra, son aún más cercanos al espectador por la historia que cuentan, y sobre todo, por cómo la cuentan. Es el caso de Antes de que te vayas (Before We Go), donde Chris Evans debuta en la dirección con pie firme y hay que decirlo, sorprende enormemente aunque la crítica general no haya sido especialmente favorable. Sorprende por alejarse de una línea comercial para acercarse a un estilo más independiente gracias a la ayuda de la productora Wonderland Sound and Vision.
El propio Chris Evans ejerce de protagonista y comparte espacio con la dulce Alice Eve. Aunque pueda parecer poco, nos basta y nos sobra para narrarnos algo sencillamente original y que llegue al espectador. Una cinta de sentimientos y diálogos que probablemente pueda acercarse al estilo de Blue Valentine pero sin tener relación alguna. Se nos presenta a un trompetista frustrado por algo que intuimos en su inicio, y que por causas del destino, se encuentra con una mujer que acaba de perder el tren, le han robado el bolso y su teléfono móvil ha acabado por los suelos quedando completamente averiado. Ante la impotencia, él se compadece de ella y trata de ayudarla, aunque no dispone de los medios para hacerla volver a tiempo a su casa. Conforme avanzamos, averiguaremos las razones de las prisas de la chica y la conexión de dos seres que aparentemente no tienen nada en común pero que las andanzas del camino harán mella en ellos, colocándoles como dos almas solitarias en un mundo vacío, donde se necesitan para avanzar y llegar a la meta.

Una chica con prisas, arisca y casada. Él, un ser roto y dolido por un pasado amor con el temor del reencuentro. De fondo, infinidad de canciones de corte indie que conjugan a la perfección. Momentos brillantes con el Only Yesterday de Taken by Trees o el Moonbeans de Family Band. Aderezado con la música de fondo de Chris Westlake. El resultado, es una obra redonda que hace brillar a Chris Evans como director en su ópera prima. Realmente, lo verdaderamente curioso es encontrarnos al propio actor en el mejor papel de su carrera, y lo digo con la boca bien grande ya que, al menos para mí, ha resultado todo un descubrimiento, sobre todo si echamos un ojo a su carrera, brillando mayormente como superhéroe en Marvel. Se nota el trabajo de los guionistas al no intentar caer en las redes de lo previsible, y es por ello que su final nos dejará los vellos de punta con esas llamadas al pasado en cabinas telefónicas, donde todo queda abierto para el espectador.
Definitivamente, sí, puedes enamorarte en una sola noche y hacerlo con verdadero mimo y cuidado tal y como Evans ha mostrado en éste difícil caso que se nos quedará grabado en la retina. No obstante, mi consejo es que se olviden de todo, incluso de ésta crítica si no la han visto aún. Es mejor pensar que estáis ante una película ñoña, vacía, románticona y típica, para que finalmente saboreéis cada segundo de esa caminata por la ciudad y obtengáis un ligero guantazo con clase por su buen hacer y sus estupendos e inolvidables diálogos. Es mi consejo, porque como ya he dicho anteriormente en otros términos, me ha tocado la fibra radicalmente. ★★★★★
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.