NOTHING PERSONAL
Continúan las aventuras del equipo renegado de ex-agentes de SHIELD. Tras los sucesos del episodio anterior, Coulson descubre a través de los vídeos de seguridad de la estación que May se ha ido por su lado, mientras Skye y Ward abandonaban la base en el avión del equipo en actitud cariñosa. Pero pronto descubren que la chica en realidad le seguía el juego al traidor cuando encuentran el cadáver del agente Koenig y, tras investigar un poco, un mensaje que la inteligente nerd había conseguido dejar: "Ward es HYDRA".
Entretanto, volvemos a seguir las andanzas en solitario de May, que ha conseguido reunirse con Maria Hill. May intenta sacarle información sobre quién dio la orden de "resucitar" a Coulson, pero Hill le revela que es algo que sólo conoce el fallecido Nick Furia, asegurando que la orden directa no fue suya, sino de alguien que estaba por encima del antiguo Director. El misterio es cada vez más oscuro y laberíntico. ¿Tal vez la orden procedió del mismísimo Alexander Pierce? ¿Podría estar HYDRA detrás de la experimentación realizada con Coulson? En cualquier caso, May le pide a Hill que haga lo posible por ayudar a sus camaradas, sobre todo al perdido y descorazonado jefe del equipo.
Tras descubrir la traición de Ward, el equipo se prepara para salir al rescate de Skye, pero encontrarán una traba: Los sistemas de la base les alertan de que alguien se aproxima, con dudosas intenciones. Los intrusos resultarán ser Maria Hill junto con el Coronel Talbot a la cabeza de un grupo de asalto del ejército. Parece que el indulto de Hill conlleva también su colaboración con el gobierno en la detección de disidentes de SHIELD. Sin embargo, tras una tensa conversación con Coulson donde éste le notifica la traición de Ward y, además, que el doble agente está en posesión de la información sobre el misterioso suero, Hill ayudará al equipo a zafarse de Talbot y sus hombres para que puedan emprender su misión.
Mientras tanto, Skye sigue con su engaño tratando de ganar tiempo, llevando a Ward a un lugar que ya conocemos haciéndole creer que son las coordenadas donde puede descifrar el disco: La cafetería donde, en el primer capítulo, se reunió con Mike Peterson. Esto hace que la serie se mire a sí misma en un espejo y podamos ver su evolución: Mientras al principio teníamos a dos personajes totalmente planos y estereotipados, ahora comprobamos como, en el mismo sitio, dos personajes han ganado fondo y peso. Una conversación aparentemente normal se convierte en un asaeteamiento a base de reproches encubiertos e indirectas al traidor. Finalmente descubrimos el plan de Skye: Mientras simulaba descifrar el disco ha lanzado una alerta para que la policía acuda a detenerlos como los prófugos que son. Sin embargo, ya conocemos la falta de escrúpulos de este Ward despojado de máscaras y que no duda en acabar con quien se interponga entre él y su objetivo. Pese a todo, la policía consigue retrasar al traidor lo suficiente para que Skye huya, aunque pronto descubre que su huida es imposible: Garrett, que se las sabe todas y no confía en nadie, ha enviado a Deathlock a vigilar las acciones de Ward, por si éste flaqueara y se dejara llevar por sus sentimientos. Porque aún en el fragor de la batalla Ward confiesa a Skye que sus sentimientos son reales, aunque se debe a Garrett. Su juego con Skye no es por nada personal. Pero aunque Skye se muestra asqueada, el plan B de Garrett para sacarle la información volverá a apelar a sus sentimientos: Deathlock lanza un disco a Ward que le para el corazón. La única forma de evitarlo es que la chica les revele las coordenadas, que resultará no ser una posición geográfica sino de altitud. Una vez alcanzada determinada altura, el disco se desbloqueará. En ese momento, se produce un espectacular rescate y muy divertido. Tras una artimaña, Coulson consigue penetrar en el avión y salvar a la chica utilizando a Lola, su coche "tuneado", consiguiendo Skye además dejar un regalito que impida a HYDRA acceder a la información del disco.
En un epílogo fantástico, el equipo se toma una
"noche libre" en un motel, como
descanso del guerrero ante el difícil futuro que se les plantea como
agentes fantasma, sin base, medios ni aliados. El tiempo parece pararse, y la noche es propicia para compartir gestos y silencios. Pero a Coulson le espera una sorpresa: May aparece con un vídeo que ha conseguido localizar y que romperá sus esquemas:
La comunicación en vídeo del propio Coulson en la que se identifica como responsable del proyecto TAHITI y recomienda a Furia abandonar el proyecto por los malos resultados obtenidos y los terribles efectos secundarios sobre los sujetos de prueba. ¡Una sorpresa en toda regla! ¿Cómo afectará la noticia a Coulson y, aún más, a Skye?
Por Antonio Santos
Cinéfago por puro placer y juntaletras ocasional. Defensor de las causas perdidas seriéfilas. Hincado de hinojos ante Hitchcock y Tarantino, entre otros muchos. Amante de la ciencia ficción, la aventura, Rick Remender, Jonathan Hickman, el helado de chocolate, Jessica Chastain y Eva Green (no necesariamente por ese orden).