"TU Y YO SEREMOS BUENOS AMIGOS, PERO AUN NO LO SABES"
En el futuro, los mutantes son esclavizados y exterminados por Los Centinelas, unas avanzadas criaturas letales que dominan los elementos para protegerse y combatir a los demás. Con poca esperanza, Xavier, Magneto y Lobezno reúnen sus fuerzas para enviar a éste último al pasado y poder cambiar el futuro.
Michael Fassbender es Magneto
James McAvoy es Charles Xavier
Patrick Stewart es Charles Xavier
Jennifer Lawrence es Mística
Ellen Page es Kitty Pride
Peter Dinklage es Bolivar Trask
Evan Peters es Mercurio
Bryan Singer (X-Men)
El director Bryan Singer, quien fuera el "creador" de ésta adaptación comiquera al cine con las dos primeras entregas de X-Men, regresa a la dirección uniendo dos mundos, el suyo y el creado por Matthew Vaughn en X-Men First Class, una interesante obra cuyo mayor exponente era el de deleitarse con la historia de Magneto. De ésta forma, regresa el que fuera "hijo pródigo" tras abandonar la tercera y fallida entrega para reventar (en el lado malo de la palabra) una cinta del sello DC, Superman Returns. Tras varios años dando palos de ciego (una muestra es Jack El Cazagigantes), vuelve a su casa para dirigir una divertida y entretenida aventura que a su vez le servirá para resarcirse de sus errores y conseguir eliminar de nuestra mente e incluso de la cronología, ésa tercera entrega que fue dirigida vilmente por Brett Ratner, quien decidió cargarse a varios personajes en menos de un suspiro.
Días del Futuro Pasado está basado en un cómic de la vieja Patrulla X con ligeros cambios. Eso da igual pues es una adaptación, pero el mas notable de ellos sea probablemente hacer uso del incansable Hugh Jackman como Lobezno para ser el protagonista entre los dos mundos. En el cómic no es él quien realiza semejante viaje pero de seguro que cualquier otro personaje no habría sido un filón para la taquilla, por lo que se ha optado por la opción mas lógica aunque no por ello es mala del todo. Así, sin referirnos al cómic en demasía y hablando sobre ésta cinta, podemos decir que Singer logra conectar con los amantes de los dos mundos, el suyo y el de Vaughn. Recordemos que en la reescritura de la historia se encuentra el propio director de First Class para meter mano, por lo que la calidad parece resurgir.
Y es que ésta nueva entrega podría coronarse fácilmente como la mejor de la franquicia X-Men ya que tiene todos los ingredientes para ello. En primer lugar, es la primera que se basa directamente en una de las aventuras originales. Ésto ha hecho posible que los personajes fallecidos, tales como Cíclope, Jean Grey y un largo etcétera, tengan un nuevo comienzo que sin duda será mas abierto para nuevas entregas donde se volverán a reunir todos los mutantes para trabajar en equipo. Independientemente de ésto, es una buena opción retomar historias originales. Singer lo sabe y por ello ya se ha puesto manos a la obra en su siguiente trabajo. X-Men Apocalipsis, que incluye uno de los villanos mas temido por los héroes. Será interesante comprobar la evolución de ésto, pues el listón ha quedado muy alto con Días del Futuro Pasado.
Otro de los aspectos positivos es el cúmulo de efectos especiales tan bien realizados. Su inicio es espectacular, sobre todo cuando salen a escena algunos de los míticos mutantes como Colossus o Blink, quien tiene el poder de abrir puertas de la nada y con ello crea una de las mejores escenas del film. Pero quien se lleva la palma y resulta toda una sorpresa es el personaje de Quicksilver, conocido en España como Mercurio, hijo de Magneto en los cómics y aquí se deja entrever ésto de lo que hablamos. Su rápidez es tan precisa como su humor. Ataviado con una camiseta de Pink Floyd y una pinta "rara", nos deleita con la mejor escena a cámara lenta y lo que de seguro será uno de los mejores momentos de la historia del cine, ya no solo por su humor sino por la calidad de la imagen, de los efectos y de lo mucho que puede dar éste personaje en venideras entregas. Nos referimos a la escena del escape de Magneto.
Sin desvelar nada más, hay que advertir que por cierta lógica cronológica, la cinta tiene algunos errores e incongruencias importantes, que por otra parte no le restan calidad a la película, sobre todo si no nos fijamos en hechos ocurridos en otras entregas, como cuando Lobezno recibe la visita de Xavier y Magneto para pedirle ayuda al final de los créditos de Wolverine. Una linea de tiempo que no se acerca a la vivida al principio de Días del Futuro Pasado. No obstante, éstos son detalles para buscarle tres pies al gato. La cinta es un divertimento con mucho acierto que logrará dejarnos pegados a la butaca durante sus dos horas de duración. Lo dice uno que no es muy seguidor de la franquicia, pero que atestiguo que más quisieran otras cintas del sello Marvel tener la calidad de ésta película.
Con respecto a la banda sonora, hay un detalle interesante y es el encontrarnos con el regreso de John Ottman. De ésta forma se omite por completo la partitura anterior y tan brillante que nos dejó Henry Jackman en First Class, y Ottman por su parte regresa al tema principal de los inicios de la franquicia. El resultado final es bastante bueno y hay partes a destacar como el triste pero hermoso tema de Xavier. En resumidas, un muy buen trabajo que acompaña tanto fuera como dentro del film. 2014 prometía blockbuster a mansalva, pero no sabiamos que iba a ver tan buena calidad éste año. Por nuestra parte, X-Men: Días del futuro pasado, es una excusa perfecta para ir al cine y disfrutar de sus efectos, su magia, su humor y su calidad en la gran pantalla. Como dije un poco mas arriba, el director ha tenido con ésta historia la oportunidad de arreglar el entuerto de la tercera entrega para en el futuro volver a hacer uso de sus personajes al completo. Una maniobra con mucho acierto. Y no se pierdan la escena Post-créditos la cual será una gozada para los amantes comiqueros que conozcan la historia de la Patrulla X!! ★★★★★
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.