WHO GOES THERE
Después del parón de la Super Bowl, True Detective regresa con el que es hasta ahora su mejor episodio. Una mini-película de cuarenta y cinco minutos que contiene una tensión y un cierre final repleto de acción que nos dejará sin aliento. Recordemos que el final del episodio anterior nos dejaba con una imagen final del que se supone que era el asesino, al que iban a darle caza. Pero aun no tienen los elementos para dar con él, por lo que vuelven con Charlie para obtener datos sobre Ledoux. Éste llora y grita pero no conmueve a Rusty. "No te vamos a dar un Oscar por mucho que te empeñes", le dice. Tras los datos recogidos, obtienen el nombre de un cómplice, Tyrone Weems.
Despues de declarar en un juicio descubrimos que Lisa es taquígrafa en los juzgados. Tras ésto, le pide explicaciones a Marty pero el trata de hacer borrón y cuenta nueva. Al llegar a su casa, se encuentra con unas maletas y una nota de su mujer, donde le cuenta que Lisa se acercó a su casa y se lo contó todo. Éste llama a casa de su suegro, el cual no traga, pero finalmente obtiene esquinazo. Ésto le hará montar un numerito en el hospital y Rusty acude tras la llamada de Maggie. Marty, aun dolido, sigue a una prostituta, relacionada con Weems. Conduce y bebe y ésta lo lleva a una discoteca. Allí encuentra al hombre al que amenaza y consigue una vital información. Le dice que Ledoux solo fabrica lotes de droga para una banda de moteros llamada Iron Crusaders. Cuando Rusty se entera, se sorprende, pues él fue miembro de la banda hasta que le dispararon en tres ocasiones, dándolo por muerto. Era conocido por el nombre de Crash, y entonces idea un plan peligroso. Propone volver a infiltrarse para vender droga, alejándose de las placas y lo que lo pueda relacionar con la policía. De ésta forma llega al interior del grupo, con Ginger, un antiguo conocido, que al ver la buena calidad de la droga (Buenísima la escena en la que Rusty hace el cambio en la comisaria y suelta la frase: "Deberian tener un mejor sistema de seguridad para estas cosas") decide colaborar si antes ayuda en un golpe. Pretenden ir a un barrio negro a robar una carga de droga, haciéndose pasar por policías. Aquí estallará la acción frenética y el plan de Rusty para sacar a Ginger con vida, descubriéndose finalmente y haciéndole cantar en el coche que Marty ha preparado para la huida. Unos últimos diez minutos de infarto, con una dirección magnífica y un plano secuencia final muy extenso que solo nos recuerda que estamos ante una de las mejores series del momento. Brillante.

Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.