"CREO QUE TODOS ESOS LUNÁTICOS DEBERÍAN SER ASESINADOS UNO POR UNO"
¿De qué va?
Han pasado varios años y Tommy ingresa en un campamento para jóvenes inadaptados. Pero temiendo lo peor, el asesino de la máscara regresa para no dejar títere con cabeza.
Reparto
John Shepherd es Tommy
Dominik Brascia es Joey
Todd Bryant es Neil
Anthonie Barrille es Vinnie
Shavar Ross es Reggie
Dirección
Danny Steinmann (Calles salvajes)
Impresiones
La siniestra mirada que el pequeño Tommy Jarvis –Corey Feldman, que vuelve para hacer un cameo- lanzaba al espectador tras su ataque de ira que acababa definitivamente con la vida de Jason Voorhees en Viernes 13. Capítulo final, suponía un escalofriante desenlace para una franquicia a la que ya no se le podía sacar más el jugo. Sin embargo, los ejecutivos de Paramount no lo vieron así, y en vista del éxito económico de la cinta dejaron en manos del productor Frank Mancuso, Jr. –que también produjo la segunda y la tercera, y que luego apadrinaría proyectos tan dispares como todas las entregas de Species o el thriller Asuntos sucios- la decisión de darle continuidad.
Y así nació esta quinta parte, titulada Viernes 13 Parte V: Un nuevo comienzo, que nos muestra a un Tommy ya adolescente y traumatizado por lo ocurrido cuando tenía doce años, a punto de ingresar en un campamento para jóvenes inadaptados cuya terapia consiste en dar a sus internos total libertad para hacer lo que quieran. Pronto comenzará a producirse una serie de asesinatos que irán cobrándose vidas dentro del campamento y los alrededores, y que supondrán un desafío para el protagonista y su lucha contra sus fantasmas personales.
De la mano de Danny Steinmann, un realizador con tan sólo tres películas a sus espaldas, siendo la más destacable aquella joya de videoclub que nos devolvía a una crecidita y voluptuosa Linda Blair, Calles Salvajes, este nuevo comienzo en la historia de Jason introduce un elemento distintivo con respecto a sus predecesoras. Por primera vez desde la primera parte, el asesino no es Jason. Volvemos a los orígenes, a la primera Viernes 13. No se nos muestra quién comete los crímenes, y no es hasta bien avanzado el metraje que descubrimos que se trata de un imitador.
Una idea innovadora que, por desgracia, no acaba siendo del todo bien explotada por culpa de un guión demasiado repleto de incoherencias. Para empezar la terapia del campamento en sí, donde una cosa es darles libertad a los internos, y otra muy distinta, y estúpida, es ponerle un hacha en las manos a uno de ellos para que corte la leña, solamente con la intención de activar el argumento. Y sobre todo el propio final, que consiste en una acumulación de giros de guión a cual más absurdo, buscando sorprender y desconcertar al espectador. O la propia figura del asesino, cuya elección de las víctimas resulta arbitraria una vez conocemos quién es y por qué ha sido el autor de semejante carnicería.
Hay bastantes desnudos gratuitos y referencias a anteriores capítulos, en especial en las muertes, pero éstas resulta bastante sencillas y sosas, no hay un intento por ofrecer algo nuevo más allá de su premisa argumental. Más que ante un nuevo comienzo, estamos ante un paso atrás en la saga que no contentó ni a sus fans. Regresamos a la horrible tercera parte, sólo que ésta al menos se tomaba muy poco en serio a sí misma. Aquí el tono es más serio, y las incoherencias son más evidentes cuando el producto se trata a sí mismo con respeto. ★★★★★1/2
Por Gerardo Medina
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.