"¡OTRA PRINCESA NO! AL MENOS TU NO CANTAS..."
¿De qué va?
Adaptación de "El sueño de una noche de verano" de William Shakespeare en un mundo de fantasía con hadas, trolls y otras criaturas, donde todos tratarán de conseguir la tan deseada pócima del amor para su interés propio.
Reparto de Voces
Evan Rachel Wood es Marianne
Elijah Kelley es Sunny
Meredith Anne Bull es Dawn
Alfred Molina es El rey de las hadas
Alan Cumming es El rey Bog
Maya Rudolph es Griselda
Dirección
Gary Rydstrom
Impresiones
Lucasfilm crea, con la distribución de Disney, una cinta animada que quiere llegar a todo el público. La idea proviene de George Lucas al querer adaptar la comedia de William Shakespeare, El sueño de una noche de verano, dentro de un mundo de fantasía. El resultado ha sido nefasto por muchos sentidos, ahora los repasaremos brevemente, pero sí hay que destacar a su favor que la animación tiene una mano impecable a todos los niveles. Algo que me ha impactado y a la vez encantado es el detalle tan perfecto y minucioso de los rostros. ¡como se nota la mano de la ILM!
Sin embargo, la buena mano de los detalles, la animación y los movimientos/efectos se ven ensombrecidos por otros aspectos que la alejan de la maravilla y la hunden soberanamente. En primer lugar, quiere ser una cinta para toda la familia, pero los pequeños se aburrirán, no hay acción, tan solo su trama se basa en el amor, amor, amor y más amor. Es lógico que siendo una adaptación de la obra de Shakespeare, sea difícil para los pequeños y hay quien pudiera pensar que sería una buena forma de enseñar a los niños desde el dibujo animado las obras del genio inglés. Supongo que eso es lo que habrá pensado George Lucas, pero se equivoca profundamente -otra vez-. Y es que Strange Magic ni siquiera sirve de entretenimiento a los mayores. Soy amante de Shakespeare pero personalmente, El sueño de una noche de verano no es de mis favoritas, así que para hacer más "llevadero" el asunto, se insiste con un uso que ya creó Disney en su día, las canciones.
Las canciones en
Strange Magic ocupan el mayor porcentaje de la historia.
No sales de una cuando empieza otra y para hacer algo así hay que saber conjugarlo. Recientemente hemos disfrutado de
El libro de la vida, una joya que hacía uso de canciones clásicas de forma bien llevada, sin resultar aparatosas y dejando margen para el diálogo. En
Strange Magic no ocurre así,
desde su comienzo hay un refrito de canciones sobre el amor con nombres como el Falling in Love, Crazy in Love, Love is Strange, I'll never fall in love again y más love, love, love, una pena no terminar con el All you need is love de The Beatles, habría sido el culmen máximo. Ya no solo aburre la historia, también aburre tanta canción, donde incluso aprovechan en los momentos musicales para brindarnos con joyitas instrumentales de temas como el Crazy little thing called love. Y son tan "originales" que para hacer la gracia -seguramente para agradecer a
Lucas su pasta al darles trabajo a los creadores de la película- incluyen un guiño a
Star Wars cuando la protagonista, Marianne, se tapa los ojos para hacer uso de su espada y parar los golpes de las pequeñas haditas que la rodean, recordando a Luke Skywalker en el interior del halcón milenario entrenándose con el sentido de la fuerza. Ni siquiera eso resulta divertido.
El colmo nos llega al final, que parece que no se llega a acabar nunca siendo ñoño hasta el extremo. Todo parece tan "cuqui" -la palabra de moda- que nos darán arcadas, y es que ni siquiera sus personajes se salvan del hastío. Eso sí, volvemos a escuchar la bella voz de Evan Rachel Wood, quien ya tuvo sus gorgoritos con mucho acierto en Across the Universe. Por lo demás, un producto infumable al que le han llovido de forma justificada un aluvión de críticas negativas en Estados Unidos. Sí, se merece un suspenso bien gordo, y es una lástima porque su animación es maravillosa. Eso sí, hay que reivindicar a las setas, personajillos que te juegan al "teléfono" como nadie. ★★★★★1/2
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.