"¡MUERE! ¡MUERE! ¡MUERE! ¡MUERE!"
¿De qué va?
La familia Jarvis y un grupo de adolescentes comenzarán a sufrir la persecución de Jason, quien ha regresado con más fuerza que nunca. Sin embargo, el pequeño Tommy, aficionado al cine de terror, se convertirá directamente en su antagonista
Reparto
Erich Anderson es Rob
Judie Aronson es Samantha
Corey Feldman es Tommy
Crispin Glover es Jimmy Mortimer
Dirección
Joseph Zito (Desaparecido en combate)
Impresiones
El mismo año que nacía otro monstruo cinematográfico onírico con la cara quemada y unos guantes con cuchillas, la saga Viernes 13 viviría su particular final. A pesar de que continuaron llegando secuelas a posteriori, Viernes 13. Parte IV: Último Capítulo puede entenderse como el cierre de una primera serie de filmes dedicada al personaje protagonista, antes de que llegase el Jason zombi tras la quinta entrega. Pero a la vez supone el comienzo del verdadero Jason tal y como le conocemos hoy en día. Existe una continuidad real en el personaje, tiene las mismas cicatrices de guerra de su predecesora. Ya no es una madre que venga la muerte de su hijo, ni un hijo con un saco en la cabeza vengando el asesinato de su progenitora. Ni siquiera tenemos el periodo de transición que se vive en la tercera. Éste es el Jason definitivo, y por fin se nos confirma su carácter sobrenatural.
Posiblemente estemos ante la mejor secuela dentro de la franquicia hasta la fecha. Sí, repite algunas constantes ya clásicas, como el resumen inicial de lo ocurrido en las anteriores –prácticamente obvian la tercera, a excepción de su final, para que exista continuidad en la trama-, o errores de guión tales como la escena de la balsa o el destino desconocido de cierto personaje del que no volvemos a saber nada, y cuya desaparición se debe a un desenlace alternativo que se quedó en la sala de montaje. Pero en términos generales es una película bastante mejor trabajada.
A nivel de dirección, Joseph Zito, que posteriormente se entregaría sin complejos a los brazos de mercenarios como Chuck Norris o Dolph Lundgren, cumple con creces, aunque buena parte del mérito está en el regreso de Tom Savini a la franquicia. Hay más desnudos, más casquería, escenas de asesinatos más rebuscadas y originales, tan bien pensadas que incluyen hasta una fuera de plano, referencias a otros filmes como Psicosis o El resplandor –y alguna fuente de inspiración para el futuro, como esa proyección golfa a lo Scream- y en general mayor dosis de entretenimiento.
Destaca también el tono de la propuesta, recuperando la esencia de las dos primeras entregas. Sus personajes adolescentes tienen un mayor carisma que en sus predecesoras, sobresaliendo la aparición de Crispin Glover –el padre de Michael J. Fox en Regreso al futuro- y su baile epiléptico.
Pero sobre todo, se preocupa por tener un guión decente con recursos bastante efectivos, como el papel de Erich Anderson, un veterano de la pequeña pantalla y por entonces debutante que aquí interpreta al hermano de una de las víctimas de la segunda parte en busca de venganza. Y especialmente el personaje de una estrella emergente como Corey Feldman, un año antes de convertirse en uno de Los Goonies, convertido en el verdadero antagonista de Jason y en uno de los grandes aciertos de la cinta, y cuya afición por el maquillaje no es más que un homenaje al mago Savini.
Pasada la fiebre por el 3D, y en vista de que la tercera entrega era distribuida con bastante retraso en el resto del mundo –a España tardó en llegar un año-, Paramount no tuvo prisas en explotar la gallina de los huevos de oro que suponía la franquicia. Y eso se nota en el resultado final de Viernes 13. Último capítulo, cuyo escalofriante plano de despedida pone el broche de oro a una historia que no daba más de sí. Pero la taquilla manda, y había que resucitar a Jason. Aunque ésa ya es otra historia. ★★★★★1/2
Por Gerardo Medina
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.