"SOY VIEJO, NO OBSOLETO"
¿De qué va?
Tras la revolución de Skynet, la guerra contra las máquinas supone un arduo camino para la rebelión guiada por John Connor. Para evitar su final, enviará al pasado a Kyle Reese para proteger a Sarah, su madre, pero al llegar, no se encontrará con lo que esperaba...
Reparto
Arnold Schwarzenegger es T-800/El Abuelo
Jason Clarke es John Connor
Emilia Clarke es Sarah Connor
Jai Courtney es Kyle Reese
Byung-hun Lee es T-1000
Dirección
Alan Taylor (Thor: El mundo oscuro)
Impresiones
Cuando James Cameron apoya Terminator Genisys diciendo que está completamente enamorado de ella y que es una cinta fiel a su estilo siguiendo la línea que creó, es sencillamente para asustarse, sobre todo porque ya no da pie con bola con lo que hace y ha demostrado que se ha quedado sin ideas. La realización de su primer Terminator fue debido a las pesadillas que le provocaron una severa fiebre. Por entonces, Cameron era todo un visionario, realizando maravillas como la citada, que se convirtió rápidamente en un hito del cine. Por ello, que el Cameron de hoy diga que Terminator Génesis es una maravilla, no es motivo de confianza. La crítica general la ha vapuleado, pero a veces no hay que fiarse de la crítica, aunque si van en contra del director de Avatar a día de hoy... yo quizás sí me fiaría.
Terminator Génesis trata de funcionar como precuela, remake y secuela. El problema está cuando la fijación del guion se traba en las líneas temporales de viajes en el tiempo, algo que a mi parecer no era necesario ya que terminan por fastidiar una historia que era fabulosa. ¿Acaso es necesario narrarnos otro suceso al más puro estilo "Regreso al futuro" donde ligeros cambios pueden tergiversar la historia? Esta pregunta podría ofrecer una respuesta contundente pero no la tiene ya que la mayor incongruencia está aquí: Si Kyle Reese viaja al futuro y no se "aparea" con Sarah Connor, John no existiría y no habría rebelión alguna comandada por él. Así que aquí comienzan los agujeros del argumento -que no son pocos- para ofrecernos una sucesión de hechos que compiten por el puesto del sopor y el fétido humor de la tercera entrega.
Seamos sinceros, ésto no es Terminator, es un intento por crear un producto de acción sin respeto por el original ni sangre. Tener a Arnold Schwarzenneger de regreso -en real y digitalizado- solo sirve para contentar a los fans por ver al mítico T-800 en acción, pero a veces esa acción es lo único salvable del film, ya que si bien comienza con buen pie, narrando el estallido de Skynet y la posterior guerra que daría pie a toda la historia base, la segunda se torna en desastre cuando vemos que se centran en la relación entre Sarah Connor y Kyle Reese, pareja formada por Emilia Clarke y Jai Courtney.
Emilia y Jai, Sarah y Kyle, nos van a hacer llorar, pero no de felicidad sino de vergüenza, de rabia, por aumentar nuestra nostalgia al comprobar que no les llegan a las suelas de Michael Biehn y sobre todo, Linda Hamilton, quien es la única y auténtica Sarah Connor. La reconocida Khaleesi de Juego de Tronos ha demostrado que guapa es un rato, pero como actriz es muy triste. Claro, que tampoco ayudan los diálogos -otra puntilla del absurdo guion- donde la bella, tierna y a la vez guerrillera mujer, dice frases vacilonas como "cómemela". ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Acaso es un intento de rememorar al John Connor interpretado por Edward Furlong de forma impecable en Terminator 2? Y no digamos nada del doblaje al español, menudo despropósito. Con respecto al doblaje de Arnold, se hace difícil no escuchar a nuestro mítico y desaparecido Constantino Romero, pero una opción lógica y que votaron miles de usuarios era traer al genial Héctor Cantolla, que ya lo había doblado anteriormente, sin embargo, Paramount ha decidido hacer uso de Juan Carlos Gustems, voz habitual de Vin Diesel. Aunque no le queda mal del todo, no es lo mismo.
Volviendo a la película, hay que reconocer en positivo su buena mano en algunos momentos donde el entretenimiento y su acción se conjugan para algunas escenas bien llevadas gracias a sus efectos especiales. Por otra parte, el abuso del digitalizado es evidente y hacen que sus FX sean mucho más artificiales que la grandeza vivida en su segunda entrega. Y sigo diciendo que lo acertado habría sido una película basada en esa rebelión -tal y como se presentaba en la infravalorada Terminator Salvation y de la que faltaban dos cintas más que no verán la luz por su mala crítica- contra las máquinas. Una guerra de la que siempre se habla pero de la que llevamos cinco películas y aun no hay nada de ella salvo pocos minutos de batalla.
Cabe mencionar la horrible campaña realizada para vender la película, donde el propio Alan Taylor se sintió descontento porque arruinaron la sorpresa principal. Sí amigos, si creíamos que el bueno de John Connor iba a pasarse al lado oscuro -aunque se pueda intuir- no es hasta la mitad de la película cuando ésto ocurre, por lo que el spoiler es dañino desde el trailer hasta los pósters promocionales. Una cagada como un castillo de grande que podría haber mejorado si hubiesen cuidado la sorpresa con un poco de cuidado.
De todos modos, sus incongruencias y la segunda parte amorosa-sonrojante son las que hunden por completo el producto convirtiéndolo en irrisorio. No hay más que escuchar al personaje de Sarah Connor llamar "Abuelo" a su terminator cual Heidi en la montaña. Curiosamente, originalmente es llamado "El guardián", pero en España ya sabemos como va ésto de las traducciones, que somos muy nuestros. Y qué decir de lo sabio que se nos ha vuelto el T-800, conociendo cada plan y avance de Skynet al dedillo, y montando su particular base de viajes en el tiempo con los hierros que ha ido encontrando. Sí, patético es la palabra. Por otra parte tenemos la banda sonora, en éste caso realizada por Lorne Balfe. He de decir que es muy buena, los momentos in crescendo de los viajes en el tiempo son brillantes, e incluso respeta el tema principal creado por Brad Fiedel, pero pienso que es una banda sonora que no acompaña al producto, se necesitaba algo más electrónico, más potente y rudo. Y no me gustaría terminar sin hablar del nuevo modelo, el T-3000, un modelo muy chulo, muy avanzado pero que supone una cagada técnica donde la mecánica ahora se consigue a base de absorción, pinchando a la víctima. ¡Qué fácil y fantástico todo! Sí amigos, es todo un despropósito, y aunque Arnold nos encante y nos repita que es viejo pero no obsoleto, hay que reconocer que mayor sí que está el hombre y la franquicia, por estos derroteros, está completamente obsoleta. Y ojo, porque la cinta tiene detalles, guiños y homenajes que pueden como mínimo llamar la atención. Un ejemplo lo tenemos en la ayuda de Connor con la creación de Genisys, ya que su mano derecha en la investigación es la de Danny Dyson, hijo de Miles Dyson a quien ya vimos en la segunda entrega. Es una suerte que la crítica se la haya ventilado porque si nos hemos quedado a la escena pre-créditos finales, encontraremos un intento para que ésto continúe en el futuro. A eso yo digo desde ya que no cuenten conmigo. ★★★★★1/2
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.