LITTLE SCORPION
Si el leopardo se come al mono, se convierte en un leopardo que a la vez es mono. Si un cocodrilo se come a ese leopardo, se convierte en un cocodrilo que es leopardo y mono. En éste caso, en palabras de Sembene, Ethan es todo eso con una mezcla de lobo. "Dime lo que viste" dice Ethan con ansiedad. Las palabras del criado de Sir Malcom dejan intuir una incógnita sobre el americano, ¿es una maldición o una bendición?.
En la reunión del grupo en la sala de la mansión de Sir Malcom, hablan sobre lo que le ocurrió a Vanessa en el baile. Ella confiesa que sintió una presencia que la rodeó hasta perder el conocimiento, pero Sir Malcom, con algo de enfado y mostrando su sumisión a Kali, increpa diciendo que había mucha afluencia de público y que seguramente se habría agobiado. Ante tal respuesta, ella no se siente segura y decide marcharse, pero no lo hará sola ya que Ethan la acompañará para su protección. "¡Ésta sala es segura!" Grita Sir Malcom en su último intento por retenerla. Sin vuelta atrás, Vanessa le pide a Víctor el favor de que mantenga sus ojos cerca de Sir Malcom, y en caso de que la cosa se descuide, le da un papel con la dirección donde va a alojarse.
En el hogar Frankenstein, Lily ha recibido una invitación de Dorian para ir a cenar. Apoderado por los celos, Víctor es reticente, pero ella le dice que no quiere estar encerrada todo el tiempo, por lo que haciendo de tripas corazón, acepta que marche con él. Tras la cena, ambos visitan el museo Putney. Temiéndonos lo peor, John Clare los observa tras una ventana. Tras un rato de paseo, ella regresa a su casa en carruaje, pero por su cuenta decide parar para adentrarse en solitario en un club masculino. Un hombre de entrada edad la saluda y acto seguido los vemos en la casa de él para acto seguido acostarse y hacer el amor. Sin embargo, algo nos escama cuando ella se coloca encima de él y coloca sus manos sobre la garganta del hombre dándole muerte. El monstruo interior de Lily ha salido y por ahora parece que lo controla a su antojo...
Ahora nos centramos exclusivamente en Ethan y Vanessa, quienes han buscado alojo en la casa de Joan Clayton, que ahora es propiedad de la señorita Ives. Una vez allí, recuerda la dolorosa visión de Joan colgada en el árbol. Al día siguiente, se adentran en el páramo para buscar plantas y colocar alguna trampa para conejos. Viendo la buena mano de Vanessa en solitario, Ethan declara que algún día "será buena esposa para alguien". Sin embargo, lo que intuimos, cosa que el espectador espera, es que la relación entre ambos estalle de un momento a otro. La oportunidad la pinta calva ahora que están solos.
Llega la noche y para hacerla más llevadera, cuentas historias de niños, él sobre su primera experiencia con un caballo y ella, sobre su adicción con las muñecas de ojos bien abiertos. Sin embargo, Ethan siente una sensación extraña en su cuerpo, habla de los monstruos del interior y de lo difícil que son controlarlos, aunque para Vanessa, esos monstruos tienen otros nombres: demonios. Sabiendo que su conversión está muy cerca, se aleja de allí, avisando a la mujer que cierre bien la puerta pase lo que pase. Ethan sale a campo abierto con una resplandeciente luna llena y la sed de sangre se apodera de él. Se sacia con una oveja que ataca en mitad de un rebaño. A la mañana siguiente, Vanessa despierta al son de un golpe progresivo, es Ethan cortando el árbol donde Joan fue colgada. En un intento por averiguar lo que le pasó, él le dice que tiene que aprender a protegerse, así que la enseña a disparar, pero Vanessa demuestra su buena mano también con las armas ya que acierta fácilmente a sus objetivos, sin embargo él le dice que de forma ilógica y tras disparar en el centro, nunca mire a los ojos de su oponente, pase lo que pase. Quedando en deuda, ahora le toca a ella y es entonces cuando descubre que lo que de verdad le interesa aprender al vaquero es saber bailar.
En la siguiente noche se desata una tormenta que hará incluso arder el interior de la casa, pero tras poder apaciguarlo, ambos se miran con deseo y se besan apasionadamente. Sin embargo, Vanessa lo aleja tras unos segundos advirtiendo que ambos son peligrosos. A la mañana siguiente, jura protegerla con su vida, porque es mucho más que un hombre. Acto seguido entra en escena Sir Geoffrey con sus perros de caza. Se permite el lujo de insultar y amenazar con la quema a la bruja, por lo que ella acabará reclamando justicia. Ethan no quiere que eso pase por su parte porque daría rienda suelta al verdadero comportamiento de una bruja, así que decide darle caza por su cuenta. Sin embargo, Vanessa coge el libro prohibido, aquel con el que avisó Joan Clayton que solo debería usarlo cuando el escorpión fuera pisoteado y que a partir de ese momento dejaría de ser la de siempre. Así que una vez abierto comienza a hablar la lengua muerta -una escena escalofriante por sus continuos espasmos- y con ello, los perros de Sir Geoffrey se vuelven contra él para atacarlo y comérselo, justo cuando Ethan estaba a punto de hacer justicia por su cuenta. Vanessa acaba extasiada y el americano regresa enfadado y le advierte: "Nunca recuperarás tu alma. ¿Lo entiendes?" "Sí", responde ella. "Bienvenida a la noche, Vanessa" termina él.
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.