PRIMAVERA
Tras un inicio de temporada impactante, repleto de doble juego y alegorías sobre Dante, llegamos al universo de Will Graham, superviviente de la masacre de Hannibal. En unas escenas que recrean el pasado, recordamos las palabras sobre el perdón que Lecter le rogaba, pero en sus últimos minutos de aliento mientras se desangra, Will no le otorga ese perdón, haciendo al asesino un incorfome con su pecado. Ahora Will despierta tras días de ingreso en el hospital. Lo recuerda todo a la perfección y entonces recibe una inesperada visita, la de Abigail, quien le confirma que Hannibal los hirió en puntos claves para no llegar a la muerte en poco tiempo. Es entonces cuando Will recrea en uno de sus momentos de profundidad una situación con Lecter en su sala de terapia. Allí le hablo de la capilla de Palermo, lugar que visitará ocho meses después junto a la joven Abigail, que le recuerda que los quería vivos. "No tenemos un final. No nos ha dado uno aún. Quiere que lo encontremos".
Una vez en Palermo, de visita por la capilla. Will y Abigail hablan sobre Dios. Él le afirma que si hay algo en lo que cree es en la ciencia ficción. La chica afirma que Hannibal juega a ser Dios pero Will ríe ante esa afirmación. El psicópata no quiere ser Dios, mas bien se divierte desafiándolo, deseando ver como la propia capilla cae sobre todos los que están allí, masacrándolos cruelmente, Poco tiempo después, en el mismo lugar, se expone aquella especie de corazón gigantesco desgarrado que veíamos en el primer episodio. Ahora contemplamos con todo detalle que se trata de algo más que eso, aún más cruel. Un cuerpo sin cabeza, pies y manos, completamente doblado en su interior, cubierto y cerrado por la espalda y los músculos.
En ese momento entra en escena uno de los personajes importantes de ésta temporada, el inspector Rinaldo Pazzi, quien no duda en hablar con Will, asustándolo desde el primer momento al decirle "Viene de Palermo y aparece un cuerpo". Pero Pazzi conoce su historia y le confiesa lo que sabe sobre "Il Mostro", el mote con el que apodan a Hannibal. El inspector le cuenta como veinte años atrás observó a aquel joven por entonces sentarse en el museo, observando "La primavera" de Botticelli, dibujando a lápiz cada trazo del cuadro. Tiempo después realizó un asesinato recreando aquella escena de forma exacta, y desde entonces no han podido dar con él. Will es claro al respecto, si no dan con él es porque "no deja pruebas. Se las come".
En uno de sus momentos de reflexión, Will trata de analizar en su mente el cuerpo de la capilla. "Una tarjeta de San Valentín escrita en un cuerpo destrozado". Pero entonces, la carne comienza a palpitar y de su interior brotan los brazos y piernas plegados para alzarse como si de un ciervo se tratase. Del cuello comienzan a salir cuernos que rodean a Graham hasta el punto de asustarlo, haciendo que su obsesión se incremente. "Aún me siento muy cercano a Hannibal" dice tras despertarse al lado de Abigail. Estando con ella, se pregunta qué habría pasado si hubieran tomado la decisión de irse con él, que no hubiera muertos, ¿donde habrían ido?. Will se duele porque sabe que Abigail tenía un lugar construido, pero es entonces cuando el espectador, aunque podía intuirlo, descubre que la joven era parte del pensamiento de Will, un incremento de su locura particular que desaparece cuando su herida del cuello comienza a sangrar de nuevo. En ese momento regresamos ocho meses atrás, cuando los sanitarios recogen a Will y éste entre la vida y la muerte observa como Abigail es metida en una bolsa para su posterior autopsia, un despiece visual que nos hará apartar la mirada, dejando claro que la serie no escatima en gastos al gozar de una credibilidad visual brillante. Regresando al periodo actual, Will tiene razón, está en el sitio indicado y Hannibal lo observa.
Un nuevo encuentro en la escena del crimen con el inspector Pazzi surge. Will es claro con él y le indica que ahora es un objetivo de Lecter y lo matará, por lo que le invita a dejar ir a "Il Mostro". No obstante, Will, cual perro olfateador, insiste en que Hannibal está allí y busca entre las catacumbas. Efectivamente, el asesino se esconde para observar a su presa de cerca mientras Will lo llama. "¿Qué va a hacer cuando encuentre a Il Mostro?" pregunta el inspector. "Lo mismo me pregunto yo" responde Will. Mientras sigue su búsqueda en solitario, llamando a su némesis, éste dice unas palabras que afectarán de forma complaciente a Lecter si recordamos el inicio del episodio. Las palabras son: "Te perdono"
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.