FAST ENOUGH
Último capítulo de la temporada y un buen momento para hacer balance de lo que nos ha ofrecido esta primera entrega. Lo primero a destacar es que, a diferencia de su "prima hermana" Arrow este año, el desenlace es bastante satisfactorio a muchos niveles. Hay dos cosas sobre todo que se han constituido en pilares fundamentales de la serie: una apuesta por la sana diversión sin colorantes ni conservantes y sobre todo mucho cariño por los personajes. Esto último se nota sobre todo en este episodio en el que la primera mitad se compone únicamente de conversaciones y sin embargo no se hace pesado en absoluto. ¿Por qué? Porque los personajes nos importan. Los hemos visto crecer, evolucionar, sufrir, tropezar y levantarse con más fuerza. Todo en la trama huele a despedida y a que los acontecimientos se pueden disparar con consecuencias de lo más imprevisibles. Y sobre todo sobrevuela un concepto interesante: ¿Qué harías si pudieras cambiar tu pasado? ¿Y si ese cambio supusiera que tu presente podría cambiar también irremediablemente? Esta es la cuestión a la que se enfrenta Barry.
Esta situación se desarrolla a partir de una conversación con el cautivo Wells/Thawne. Todo un antagonista de primera magnitud que siempre tiene un as en la manga. En esta ocasión, proponer un mefistofélico trato a Barry. Su libertad a cambio de lo que el héroe más ansía. No conformarse con tener retenido al asesino de su madre, sino ir un poco más allá. Hasta el punto de salvar su vida. Aquí entra en juego el Acelerador de partículas "tuneado" por Wells, sólo que esta vez con una ligera variación. Sólo tendrá una partícula. La otra será sustituida por Flash, de forma que al chocar a una velocidad endemoniada abriría un agujero de gusano que posibilitaría, por un parte, que Barry viaje al pasado para salvar a su madre y, por otro, que el propio Eobard Thawne regrese a su época. Es el precio a pagar y la paradoja que supone dejar marchar al asesino a cambio de evitar el asesinato. Aunque las repercusiones van más allá. Un cambio tan importante en el pasado puede suponer no sólo un brutal efecto mariposa sino también la creación de una nueva linea temporal. De esta forma, la elección es aún más difícil. ¿Iniciar una nueva vida llena de incógnitas compartida con sus verdaderos padres y, con ello, borrar las vivencias felices junto a un "padre" y una "hermana" a los que quiere con locura? Cada una de sus dos figuras paternas tendrá algo que decir al respecto. Básicamente, que lo único que les importa es la felicidad de su "chico", aunque ello suponga la elección menos egoísta para cada uno de ellos.
Tras mucho pensar, la decisión está tomada. Barry viajará al pasado. Tocan las emotivas despedidas y un último momento de felicidad compartida con la reconciliación de Iris y Eddie unida a la boda de Caitlin y Ronnie. Efímera dicha que sólo supone un paréntesis al viaje en el tiempo que puede cambiar la vida de todos. Un viaje que se complicará aún más al descubrir que Barry tiene poco más de minuto y medio para evitar el asesinato de su madre y volver, ya que pasado este tiempo el agujero de gusano no podría cerrarse y absorbería todo lo que pillara a su alcance. Una contrarreloj que puede tener consecuencias fatales. El propio Eobard se encargará de guiar a Barry en su loca carrera por conectar con la Fuerza de la Velocidad ("May de speed force be with you", en gloriosas palabras de Cisco) y encontrar su camino por el espacio-tiempo. Una escena donde comienzan a fundirse pasado, presente y futuro permitiéndonos breves vistazos a posibles sucesos venideros como la aparición de Hawkgirl (a la que veremos en el futuro spin-off "Legends of Tomorrow") o a Caitlin convertida en la villana Killer Frost. Finalmente el choque contra la partícula elemental unido al control de Barry desembocará en su llegada al pasado, justo al momento del ataque de los Flash del futuro a su casa. Justo en el instante en el que ambos pelean despiadadamente. Sólo que un gesto de su yo futuro le hace recapacitar. Parece indicarle que no intervenga. Este leve gesto junto con su propia lucha interior le hacen desistir de sus planes. Entre la pastilla roja (una nueva vida) y la azul (su propia vida) elige la segunda, aunque conlleve la impotencia de ver a su madre morir ante sus propios ojos. Una situación durísima, al menos con el consuelo de poder despedirse de ella en una escena llena de emotividad.
Mientras tanto, en el presente se prepara el viaje de Eobard Thawne a través del agujero de gusano en una cápsula construida por Cisco. Gloriosos los múltiples homenajes de este capítulo, como esta máquina que anticipa al mítico viajero en el tiempo de
DC Rip Hunter (a quien también veremos en
"Legends of Tomorrow") o el no menos mítico casco-palangana alado de Jay Garrick, el primer velocista escarlata de la editorial y miembro fundador de la
Sociedad de la Justicia de América. Sin embargo,
justo cuando va a encaminarse al agujero de gusano verá como Flash regresa hecho una furia destruyendo la máquina. Otra cruenta batalla entre los dos velocistas comienza mientras Caitlin intenta desesperadamente cerrar el agujero antes de que se lleve todo por delante, aunque en esta ocasión será Eddie quien acaba decantando la balanza.
Consciente de su relación con el Flash Reverso decide cortar por lo sano disparándose mortalmente. Si él muere, también lo hará su descendiente. De esta forma, Eobard Thawne es borrado de la existencia ¿para siempre? Aunque sea por las malas, Eddie consigue lo que lleva tanto tiempo buscando: ser un héroe para la chica, salvar el día, significar algo, de forma que los vaticinios de Eobard se vayan por el desagüe. Sin embargo, un acto de esta magnitud no queda sin consecuencias.
La ruptura del espacio-tiempo provocada por la muerte de Eddie provoca que se abra un nuevo agujero negro que amenaza con absorberlo todo a su paso, creciendo cada vez más. ¿Cómo
"vencer" a un agujero negro? Flash intenta tirar de heroica dejando un cliffhanger brutal que no se resolverá hasta la siguiente temporada. Un final que anticipa también la intervención del Capitán Frío y la nueva Hawkgirl. ¡Esto es cerrar la temporada por todo lo alto y lo demás es cuento chino!
Y así termina esta primera sesión intensiva de Flash.
Una serie con muchos más aciertos que defectos. Entre los segundos, el peaje que supone su emisión en CW y, por tanto, tener que dar cierta cancha al romance
"forracarpetas" y un personaje que llega a hacerse odioso a base de puro percherismo como Iris. Sin embargo, los aciertos ganan por goleada. Entre ellos,
destaca un respeto incondicional por los personajes, haciéndolos tridimensionales y siendo más que patente su evolución a lo largo de la temporada. De igual forma, es muy agradecida la apuesta por ser fiel a la esencia del personaje, evitando la oscuridad y dramatismo de su "hermana" Arrow apostando por la luminosidad, entretenimiento y diversión en estado puro. Si añadimos el carisma de determinados villanos (como Capitán Frío) y contar con un pedazo de antagonista pleno de potencia como Harrison Wells/Flash Reverso que nos ha mantenido en vilo durante toda la temporada
podemos concluir que ha sido todo un placer encontrarnos con la versión televisiva del Velocista escaralata. ¡Que continúe a este nivel por mucho tiempo!
Por Antonio Santos
Cinéfago por puro placer y juntaletras ocasional. Defensor de las causas perdidas seriéfilas. Hincado de hinojos ante Hitchcock y Tarantino, entre otros muchos. Amante de la ciencia ficción, la aventura, Rick Remender, Jonathan Hickman, el helado de chocolate, Jessica Chastain y Eva Green (no necesariamente por ese orden).