"ESTÁ CONTROLADO, A MENOS QUE HAYAN APRENDIDO A ABRIR PUERTAS"
¿De qué va?
Alan Grant y Ellie Satler son engatusados por John Hammond, quien los reclama para que observen en sus carnes su creación, un parque completamente lleno de vida y repleto de dinosaurios. La primera visita tendrá lugar pero surgirá un "ligero" imprevisto...
Reparto
Sam Neill es Alan Grant
Laura Dern es Ellie Satler
Jeff Goldblum es Ian Malcom
Richard Attenborough es John Hammond
Ariana Richards es Lex Murphy
Joseph Mazzello es Tim Murphy
Samuel L. Jackson es Ray Arnold
Wayne Knight es Dennis Nedry
Bob Peck es Robert Muldoon
Director
Steven Spielberg (Munich)
Impresiones
La película por la que todos quisimos ser biólogos y fuimos a alimentar nuestras mentes a base de enciclopedias y fascículos sobre dinosaurios. Creo que nos ha pasado a casi todos, y si no es así, a mi si. Recordemos que hablamos de una película que tiene más de veinte años y eso en nuestro cuerpo se nota, y para algunos como yo, supuso un tiempo de magia y descubrimiento. La culpa de todo la tuvo el maestro en cine familiar aventurero y otras joyitas, Steven Spielberg. Él quedó maravillado desde su niñez con el tema cuando sus padres le regalaron un muñeco con forma de triceratops, su dinosaurio favorito. Cuando supo que Michael Crichton había escrito la novela, peleó por los derechos y fue Universal quien consiguió la apuesta más fuerte, así que rápidamente se puso manos a la obra para hacer una de las cintas que marcarían una época.
Parque Jurásico supuso un riesgo para Spielberg, se encontraba con una película muy grande en todos los sentidos y los dinosaurios tenían que parecer reales. Así que no escatimó en gastos -¿lo hace alguna vez?- y recurrió a cuatro pesos pesados del mundo de la ciencia ficción y el animatronic. Un grupo que harían que la Industrial Light and Magic subiera aun más como la espuma, nos referimos a Stan Winston, padre del exoesqueleto de Terminator, Michael Lantieri, especialista llegado de Indiana Jones, Phil Tippett, ganador del oscar por los efectos de El retorno del Jedi, y finalmente Dennis Muren, supervisor de los efectos especiales de La guerra de las galaxias. Un equipo así cualquiera lo querría tener y no cabe duda que la unión de sus mentes fue esencial para dejarnos como Alan Grant en el primer visionado a los braquiosaurios, con la boca abierta. Y es que Parque Jurásico tiene unos efectos especiales que a día de hoy siguen superando a otras producciones más actuales. Evidentemente, es probable que nuestro ojo encuentre hoy el digitalizado más fácilmente que entonces, pero sabiendo ésto, Spielberg decidió hacer uso de ordenador y animatrónica, por lo que muchas de las criaturas que vemos son reales, es decir, palpables para los actores y ésto daba aún mayor realismo de cara a la pantalla para disfrute del espectador.
No cabe duda que a nivel visual, hay poco que achacar a la cinta. Sin embargo, y como curiosidad, Parque Jurásico es una de las películas con más errores de raccord e incongruencias científicas. Quien quiera deleitarse con sus errores puede hacerlo a través de youtube, hay infinidad de vídeos. Pero por mencionar quizás los más chirriantes, no puedo quitarme de la cabeza lo que ocurre en la sección del tiranosaurio rex, cuando le ponen una cabra para que se la coma y comprobamos que todo está al mismo nivel de suelo, para que de repente desaparezca todo y haya un precipicio por el que caen Grant y los niños hasta llegar a un árbol mucho más abajo. Seamos realistas, una cosa es un fallo de raccord, una peluca, un cigarro a medio consumir o un vaso de agua, y otra muy distinta es un fallo tan garrafal como ese. Sigo sin explicarme en qué pensaba Spielberg en ese momento, porque es tan descomunal el error que es difícil no darse cuenta. Tan grande como poner un servicio en la zona más peligrosa del parque, en el sitio donde nadie debe salir del coche.
Pero bueno, fuera de esos detalles que podemos obviar al abstraernos por su buen hacer en el resto, hay que mencionar sus graves incongruencias científicas, las cuales han sido muy comentadas a lo largo de los años. Por mencionar dos, se ha demostrado que el tiranosaurio no era ciego, gozaba de buena vista, por lo que quedarse quieto es un regalo en forma de merienda. Pero el punto más fuerte lo tiene la animación creada por el guionista David Koepp, narrando la forma en la que han podido crear dinosaurios a través de un mosquito fosilizado y su sangre. Pero claro, con ese mosquito podrían como mucho haber creado una sola especie y no la variedad que presentan, y para colmo, rellenan lo que falta del código genético con el ADN de una rana... Hacía falta (o no) una explicación científica para la comprensión del film, pero llegados a éste punto, era mejor habérsela ahorrado.
Sin embargo, todos estos detalles no nos importan. Vale que pueden bajar la calidad pero seamos sinceros, es una cinta con grandes escenas y unas emociones que no se habían vivido anteriormente en la gran pantalla. Un trabajo para toda la familia con la mano de Spielberg, aunque a decir verdad, la dirigió y dejó el resto en manos de George Lucas para su post-producción ya que tenía entre manos un proyecto que le traería muchas glorias y por el que se batió en los Oscars en su mismo año. Nos referimos a La lista de Schindler. Y si hablamos de escenas, muchas sin lugar a dudas, pero mi favorita es el momento de los velociraptores y los niños en la cocina, una forma maestra de crear terror y suspense donde el silencio está más justificado que nunca para aumentar la sensación de agobio.
En cuanto a la selección de los actores, casi impecable. Falla Laura Dern a quien dan ganas de dar un par de guantazos, pero mejor que lo haga una mujer para que no nos llamen machistas. Es insufrible en todo momento y para mi gusto, desencaja. Por otra parte, Sam Neill es Alan Grant y por suerte lo tuvimos en la tercera entrega (digo por suerte por el hecho de disfrutar de él), un actorazo como la copa de un pino que secunda a la perfección Jeff Goldblum en el papel del chulesco Ian Malcom con un look aun más rockero que nunca. No nos podemos olvidar del mítico Richard Attenborough en el papel del dueño del cotarro, quien fue ablandado por Spielberg, ya que en la novela de Michael Crichton era un ser despreciable. Para hacerlo más buenazo, se le añaden dos nietos, y seamos sinceros, el doblaje español del pequeño Timmy tira para atrás. La jovencita Ariana Richards cumple factiblemente. Y no podemos olvidarnos de Samuel L. Jackson, quien estaba ahí de forma secundaria (otra vez), pero estaba, y con eso basta.
Por otra parte, decir Spielberg es incluir a John Williams quien, como maestro de temas principales, vuelve a crear una preciosidad absoluta con dos leitmotivs que van unidos y que conjugan a la perfección. El resto, como suele pasar, casa muy bien con las imágenes aunque no sobresale fuera de la pantalla. Aun así, un tema para la historia, al igual que la película, que a día de hoy sigue siendo una joya y la mejor de la trilogía realizada a espera de Jurassic World, de la cual dudamos que se iguale, pero eso habrá que verlo antes. ★★★★★
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.