"¡EL INFIERNO ESTÁ TRAS ESA PUERTA!"
¿De qué va?
La joven Suzy Bannion llega a Friburgo para ingresar en una prestigiosa academia de baile la misma noche en la que una de las alumnas es asesinada brutalmente. Madame Blank, la subdirectora del centro, le proporciona a la nueva alumna todas las comodidades necesarias para su confortable estancia y su aprendizaje. Sin embargo, al poco tiempo de empezar a residir en el centro, Suzy siente como una atmósfera opresiva, asfixiante y malsana se va apoderando del lugar, convirtiendo su estancia en una auténtica pesadilla.
Reparto
Jessica Harper es Suzy Bannion
Stefania Casini es Sara
Flavio Bucci es Daniel
Barbara Magnolfi es Olga
Miguel Bosé es Mark
Dirección
Dario Argento (Phenomena)
Impresiones
Antes de nada, quiero aclarar que con esta reseña no pretendo hacer un nuevo análisis sobre esta película, simplemente
quiero dejar constancia de la opinión que como crítico cinematográfico tengo de ella, dejando claro que se trata de una obra de visión obligada para todos los amantes del cine sin prejuicios de ningún tipo. Para aprender sobre su rodaje, sobre los escritos en los que supuestamente se inspira y sobre el cine de
Dario Argento en general, ya hay disponibles toneladas de información. Esto no es más que la opinión de
Pablo Rodríguez.
Dario Argento entrega la que es para mí, junto a la no menos magistral Ópera, su mejor película. Suspiria es, dentro del cine del maestro, la que se debería considerar su primera película de terror genuino, tras las estupendas El pájaro de las plumas de cristal, Cuatro moscas sobre terciopelo gris y El gato de las nueve colas, y la que iba a definir su clarísimo estilismo barroco mantenido en mayor o menor medida a lo largo de toda su trayectoria. La estética extravagante, colorista, e incluso lisérgica si se me permite, la marcada y prácticamente constante e inamovible presencia de la mujer, el horror puro sin concesiones, el gore puntual pero desatado y la música de la banda Goblin iban a ser elementos perfectamente reconocibles en el cine del Maestro. La diferencia entre Suspiria y el resto de su cine es que todo en ella se magnifica y se eleva al máximo exponente convirtiendo la exageración en su principal virtud. El resultado es una de las obras más bellas que han nacido de la mente de este artesano del horror y la primera entrega de la llamada "Trilogía de las Madres".
Por supuesto, Suspiria es una película que, pese a su concepción inicial de cinta de misterio, es decir, puro giallo, entra de lleno en el terreno de lo sobrenatural, concretamente en el de la brujería y el neopaganismo, lo que requiere que el espectador haga un pacto de ficción para que, posteriormente, se deje llevar por una narración hipnótica alejada de toda explicación lógica para los hechos que se plantean, no siendo hasta el último tramo del film, sin ánimos de destriparle el final a nadie, cuando se conozca la verdadera naturaleza de la historia, mucho más simple y lineal de lo que en un principio cabría esperar en una cinta de suspense pero no por ello menos terrorífica. Por ende, esta genuina obra maestra es todo un ejemplo de que no se requiere un guión enrevesado ni grandes alardes técnicos para crear una atmósfera malsana, agobiante y enfermiza y, ni mucho menos, una secuencia de terror que realmente produzca esa sensación. Basta con mantener los pies en el suelo y no caer en situaciones forzadas. Suspiria es una película que causa miedo de verdad y juega con elementos cotidianos y sencillos en los que se recrea constantemente para deleite del espectador ávido de sensaciones fuertes.
En esta visionaria maravilla audiovisual hay elementos que la elevan a la categoría de
pieza única e inimitable, entre ellos el escenario en el que transcurre la mayor parte de la acción, la escuela de baile, en la que ninguna habitación es igual a la anterior, y en la que
el color rojo se convierte en parte clave de la función, pudiendo considerarse un personaje más. Es tal la omnipresencia de ese color que incluso mi mente tiende a personificarlo. Roja es también la sangre, pero no un rojo cualquiera, un rojo intenso que entra con fuerza a través de la retina. Por ende, lo que presenciamos en
Suspiria es
el crimen hecho arte.
Esta es una de esas joyas salidas de la Era de las Maravillas que hace amar el cine. Y ojo a la presencia de
Miguel Bosé.
★★★★★
Por Pablo Rodríguez
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.