THE BRAVE AND THE BOLD
Segundo encuentro entre los héroes televisivos de la editorial DC. Si en el
post dedicado al crossover entre ambos personajes en la serie del velocista escarlata comentábamos la estructura típica de una aventura compartida entre dos personajes de diferentes colecciones, en este episodio queda claro que dicho patrón se sigue a rajatabla si unimos los dos capítulos. De esta forma, en el primero sucede el encuentro y confrontación entre Flash y Arrow, siendo el villano de la función meramente anecdótico y cumpliendo la función de detonante de la pelea entre ambos héroes.
Una vez resuelto el entuerto y vueltas las aguas a su cauce, en este segundo capítulo tiene lugar la colaboración para enfrentarse a un enemigo común. En este caso se trata de George Harkness, el Capitán Bumerang, un histórico afiliado al Escuadrón Suicida. Mientras que en el cómic no deja de ser un poco patán y segundón, en la serie se aumenta su potencia y nivel de peligrosidad (más que nada porque en unos años le va a dar vida Jai
carapalo Courtney en la gran pantalla, así que conviene darle una pátina de pintura y barniz).
Evidentemente, los protagonistas son los mismos y lo que cambia es el escenario. De Central City pasamos a la mucho más oscura y peligrosa Starling City. Las reglas son distintas, como bien le muestra Oliver a Barry, y no se puede ser un idealista o las alimañas te comen vivo. El nombre de "El valiente y el audaz" tiene en este caso una doble simbología. Por una parte, rendir homenaje a la primera colección que comenzó a relatar team-ups entre diferentes personajes de la editorial DC y que ha pasado por diversas etapas desde los lejanos años 50. Por otra parte, seguir jugando a los contrastes entre los personajes. Cada uno de ellos en un extraño en el ambiente del otro, y debe adaptarse a sus reglas. Flash sería el valiente, alguien cuyos ideales y moral inquebrantable le hacen ser un héroe sin tacha. Arrow sería el audaz, alguien que sólo cuenta con su ingenio, su experiencia y su entrenamiento y que, aún así, está decidido a hacer el bien enfrentándose a retos que a simple vista le superan. Una buena analogía y una forma de definir a los personajes a base de hacer que se comprendan y se respeten mutuamente a pesar de sus diferencias. Flash no aprueba los métodos violentos de Arrow, aunque finalmente comprenderá lo difícil que es hacer lo correcto cuando luchas prácticamente solo contra la oscuridad. Arrow envidia el heroísmo blanco e inmaculado de Flash, pero también mejorará al entender que él mismo lleva algo de esa llama en su interior. En esto son fundamentales los flashbacks al pasado en Hong-kong, donde Oliver aprenderá por las malas que un mundo oscuro y ambiguo donde la norma es enfrentarse a seres despiadados, un leve signo de flaqueza puede costar vidas. Una de las lecciones forzosas que lo han hecho ser quién es. Y una forma de mostrar que hay que ser muy fuerte mentalmente para saber apartar esa oscuridad y seguir en el camino del hombre recto.
En cuanto al villano, lo mejor es que nos creemos que es un bastardo peligroso. Todas sus apariciones están seguidas de ruido y furia, y su uso de los bumerangs nos dará muy buenos momentos. Él solito será capaz de poner en jaque a toda una división de ARGUS en busca de su objetivo, que no es otro que vengarse de la agente que intentó provocar su muerte.
De esta forma, descubrimos que Bumerang formó parte de una anterior versión del Escuadrón Suicida cuya misión salió mal y su supervisor tomó la decisión de hacerlos desaparecer por obra y gracia de sus cápsulas explosivas implantadas. Aunque la suya falló y ahora busca la muerte de su ejecutora, que no es otra que Lyla. Sólo la ayuda de Flash conseguirá salvar una situación más que comprometida. De esta forma, el villano muestra que no sólo es diestro con las armas al mantener un juego del gato y el ratón con los héroes y lograr herir de gravedad a Lyla. Esto lleva a una confrontación final en la que tanto Barry como Oliver deben dar de sí todo lo que tienen para salvar el día; Arrow enfrentándose a Bumerang en una pelea estupendamente narrada, y Flash luchando contra reloj para impedir la explosión de cinco bombas en diferentes puntos de la ciudad. Un muy buen clímax y un buen uso del potencial de cada personaje.
Finalmente, Harkness acabará encerrado en la misma prisión especial que guarda a Slade Wilson. Mala pareja para tenerla tan unida. Y Felicity deja a los chicos de Laboratorios STAR una muestra incompleta del ADN de una de las flechas que acabó con Sara para que intenten sacar alguna pista de la identidad del asesino. La cosa promete movimiento, a ver si es cierto que esta subtrama va avanzando.
El final nos dejará con una sonrisa en la boca, casi homenajeando la escena final de Rocky III: los dos héroes deciden dirimir de una vez por todas quién es el mejor con un tú a tú en privado. ¿Quién vencerá? Evidentemente, nos quedaremos con las ganas, así que no queda otra que tirar de imaginación. ¡Se admiten apuestas! En todo caso, un par de capítulos ganadores y un buen crossover entre series en el que cada una de ellas ha sabido mantener su personalidad dejándose influenciar en su justa medida por el carácter de su visitante (el buen humor y las referencias como "arrowcueva" le dan un toque fresco muy agradecido a este capítulo). Esperemos que la idea cunda y veamos algún cruce más en siguientes temporadas.
Por Antonio Santos
Cinéfago por puro placer y juntaletras ocasional. Defensor de las causas perdidas seriéfilas. Hincado de hinojos ante Hitchcock y Tarantino, entre otros muchos. Amante de la ciencia ficción, la aventura, Rick Remender, Jonathan Hickman, el helado de chocolate, Jessica Chastain y Eva Green (no necesariamente por ese orden).