"EL AÑO PASADO PASÉ 322 DÍAS VIAJANDO, LO QUE SIGNIFICA QUE TUVE QUE PASAR 43 MISERABLES DÍAS EN CASA"
¿De qué va?
Ryan Bingham trabaja en una agencia de despidos por lo que viaja por todo el continente haciendo su labor. Sin embargo, la llegada de Natalie Keener le alterará parte de su vida ya que propone una nueva forma de despidos, haciéndolos a distancia, desde la oficina. Para hacerle ver la realidad, viajará con Ryan mientras éste dosifica sus viajes ganando millas y curioseando con otra viajera, Alex Goran.
Reparto
George Clooney es Ryan Bingham
Vera Farmiga es Alex Goran
Anna Kendrick es Natalie Keener
Jason Bateman es Craig Gregory
Dirección
Jason Reitman (Gracias por fumar)
Impresiones
"¿Sus vidas cuanto pesan? Imaginen por un segundo que llevan una mochila. Quiero que noten las correas sobre los hombros. ¿Las notan? Ahora quiero que las llenen con todas las cosas que tienen en su vida. Empiecen por las que hay en los estantes y los cajones, las tonterías que coleccionan. Noten como se acumula el peso. Ahora cosas mas grandes, ropa, pequeños electrodomésticos, lámparas, toallas, la tele. La mochila ya pesa, ahora cosas mas grandes. El sofá, la cama, alguna mesa. Métanlo todo dentro. El coche, añádanlo. La casa, un estudio o un apartamento de dos dormitorios. Quiero que introduzcan todo eso dentro de la mochila. Intenten caminar... es difícil ¿no? Pues ésto es lo que hacemos con nuestra vida a diario, nos vamos sobrecargando hasta que no podemos ni movernos y no se equivoquen, moverse es vivir. Ahora voy a prenderle a esa mochila fuego. ¿Que quieren sacar? ¿Las fotos? Las fotos son para la gente que no puede recordar. Tomen ginseng y quémenlas. Es más, dejen que se queme todo e imagínense despertando mañana sin nada. Resulta estimulante ¿no es así?"
Jason Reitman nos ilumina con una magistral película repleta de acidez, algo de comedia y una historia profunda en la vida de un hombre cuya pasión se encuentra en el aire y en su trabajo. Ryan Bingham es feliz con lo que hace aunque su profesión sea funesta. Los aeropuertos son cómodos hogares donde el sushi barato o las eternas colas se vuelven amables. Conoce todos los entresijos para hacer su jornada más cómoda (buenísima la escena en la que explica cómo los chinos siempre serán los más veloces en pasar por la barrera de metales) y su profesionalidad es espectacular a la hora de dar la mala noticia a los trabajadores.
George Clooney vuelve a realizar un papel magistral que le viene como anillo al dedo. Dentro de lo que pueda parecer un tirano por su profesión y su malicia graciosa a la hora de buscarse algún ligue oportuno, vamos descubriendo en su evolución, que dentro de él hay una profunda carga de soledad y tristeza que nos emocionará. Lo vemos con la relación en su familia y sobretodo en su tramo final. Y es que en Up in the Air se abordan diversos temas que preocupan y que son realidad hoy día. Por una parte, Reitman aprovecha para hablarnos del sentir de millares de personas que se ven cada día insultadas por ser despedidas de sus trabajos, algunos de los cuales veían como duraderos o eternos sus empleos. Por ello, la cinta nos traslada a lugares que han sufrido despidos masivos como Phoenix, Detroit o Wichita. Tras ésto, observamos algo en lo que de seguro no habríamos reparado, la labor del señor que despide, que en éste caso choca comprobar que no son las personas de la misma empresa quienes lo hacen, el jefe o algún cargo de la misma, sino que llaman a una empresa dedicada a ello para realizar con tacto el despido y poder calmar al igual que hacer un seguimiento, que en la mayoría de los casos es nulo."Hacemos el limbo tolerable para conducir a las almas heridas a través del río del terror hasta el punto en que la esperanza es apenas visible. Luego paramos el bote, los arrojamos al agua y los hacemos nadar." No es divertido observar lo que ocurre y por ello no valdría cualquiera para semejante puesto, como comprobamos en el caso del rol interpretado por Anna Kendrick. Ella despuntó con éxito tras intervenir como una secundaria en la saga vampírica Crepúsculo y por su labor en Up in the Air obtuvo diversos premios y nominaciones. Hoy, su carrera sigue en alza.
Tras comprobar el duro trabajo en el que se ven envueltos y hacer así un pequeño homenaje a los cientos de despidos que hubo por entonces (luego se incrementaría con la crisis), Jason Reitman aborda otro tema, mas volcado en la personalidad de Ryan Bingham. Éste hombre, que vive solo y no tiene cargas, da conferencias en hoteles y trata de hacer ver a los demás que las cargas nos restan movilidad para poder hacer lo que queremos, tal y como leíamos al inicio de ésta reseña. De igual modo, ésto se incrementa ya no solo a nuestros objetos preciados, colecciones o incluso recuerdos, también incluye a las personas
"Tienen otra mochila, solo que ésta vez deben llenarla de personas. Pueden empezar por los conocidos, amigos de amigos, la gente de la oficina y luego pasen a las personas a las que confían sus secretos, sus primos, tías, tíos, hermanos, hermanas, sus padres, y por fin su marido, su mujer, su novio o su novia. Métanlos en la mochila. Tranquilos, no les voy a pedir que le prendan fuego. Sientan el peso de la mochila. Puedo asegurarles que sus relaciones son la carga mas pesada de su vida. ¿No sienten un peso clavándose en sus hombres? Todas esas negociaciones, discusiones, secretos y compromisos. No necesitan cargar con eso. ¿Por qué no dejan la mochila? Hay animales que viven cargando con otros en simbiosis toda su vida. Amantes sin suerte, cisnes monógamos. No somos esos animales. Si nos movemos despacio, morimos rápido. Nosotros no somos cisnes, sino tiburones."
De ésta forma, Ryan nos describe al dedillo su personalidad. Es un depredador activo al que no le molestan las dificultades de la vida por no tener cargas. La escena en la que acaba arrastrando por todos los lugares un enorme plástico con la foto de su hermana y su novio será el comienzo de su debacle como hombre solitario, quien tras hablar con su hermana mayor, comprende que ya no es un crío para estar jugueteando al escondite con mujeres. De ahí que poco a poco se vea afectado por esa situación que podría convertirse en catástrofe si no actúa con precisión. La llegada de Natalie va a obligarle a renunciar a sus viajes por avión y por lo tanto, su mundo se desmorona. Por eso, Ryan abre los ojos por una vez y se dice a sí mismo que es hora de sentar cabeza. La siguiente escena en la última conferencia es reveladora. Se dispone a hablar de su mochila, de sus cargas y entonces se da cuenta que nada de eso tiene sentido, que de poco sirve estar solo si no compartes tus éxitos con alguien a tu lado.
Sin revelar nada más, la cinta se convierte en un drama absoluto y probablemente en la mejor historia de Jason Reitman, entre otras cosas porque consigue hacernos reflexionar. ¿Cuanto peso somos capaces de llevar a nuestra espalda?¿Que sacrificios estaríamos dispuestos a hacer o hasta donde seriamos capaces de llegar? ¿Es nuestro trabajo una carga que nos copa todo y nos nubla el aspecto familiar? Hay personas que centran su vida en el trabajo y después de eso no hay nada mas. Por eso sería buenos observar si al final del camino nuestra mochila está vacía o al menos nos hemos llevado lo verdaderamente importante con nosotros.
La banda sonora corre a cargo de Rolfe Kent, quien crea una ambientación perfecta al sonido milimetrado y ordenado que se escucha en aeropuertos y que acaba siendo acompañado por temas de Charles Atlas, Sharon Jones o Elliot Smith entre otros. A diferencia de Juno, que era un score de corte independiente, en Up in the Air encontramos elegancia desde el primer minuto con el tema This Land is Your Land y no decae en ningún momento. Hay que destacar las breves intervenciones de algunos pesos pesados como Zach Galifianakis, J.K.Simmons o Danny McBride. En resumidas, todo queda compacto en ésta obra que a nuestro parecer resulta brillante, con unas actuaciones perfectas y una historia bien llevada que nos hará meditar. ★★★★★1/2
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.