"LO PEOR NO ES SER ASESINADO SINO MATAR SIN NINGUNA RAZÓN"
¿De qué va?
En la región de Washiro, una prostituta es rajada por unos delincuentes borrachos. Tras no hacer nada por ellas el alguacil, reúnen sus ahorros para dar caza a los hombres. La noticia llega hasta Jubei Kamata, quien emprende un viaje con un viejo amigo para poder cobrar la recompensa y hacer el invierno mas llevadero para sus hijos. Jubei volverá a recordar en el trayecto sus orígenes, el porqué dejó la bebida y la promesa que le hizo a su mujer fallecida de no volver a matar.
Reparto
Ken Watanabe es Jubei Kamata
Akira Emoto es Kingo Baba
Koichi Sato es Ichizo Oishi
Yukiyoshi Ozawa es Sanosuke Hotta
Dirección
Sang-il Lee (Villain)
Impresiones
Siempre hablamos de la falta de ideas por parte del pueblo americano a la hora de realizar películas ya que cuando ven algo interesante en Asia, rápidamente corren a hacerle un remake. Sin embargo, nos encontramos en ésta ocasión con un ligero cambio ya que Japón ha realizado una versión casi fiel a una película que no es cualquier cosa, sino una obra maestra. El mejor western de la historia dirigido y protagonizado por Clint Eastwood, Sin Perdón, cobra vida más de veinte años después. La diferencia entre los americanos y los japoneses en éste caso es que los primeros hacen un remake de todo lo que tiene fama en Asia y los otros, sin embargo, hacen un remake de una obra maestra. ¿Es necesario? En absoluto, pero sí que resulta curiosa su percepción de la obra basada en los últimos tiempos de los samurais y ronins.
De éste modo, Jubei Kamata sería William Munny, Kingo Baba sería Ned Logan y Koichi Sato sería Little Bill, por solo mencionar a sus tres principales. La cinta que supera las dos horas de duración, mantiene la base de la historia y el director Sang-il Lee trabaja en el guión original escrito por David Webb Peoples. De ésta forma, poco difiere de la obra maestra de Clint Eastwood salvo algunos detalles que son los que vamos a repasar brevemente por mencionar lo más curioso.
Desde el primer momento, la visita a la casa de Jubei no se la hace el joven Kidd quien es interpretado aquí por el rol de Sanosuke Hotta, sino Kingo Baba, el viejo amigo (comparte parecido con Morgan Freeman). Encontramos al poblado Ainu, observamos sus viejas creencias y la hostigación del imperio contra ellos. Igualmente, el film comienza con parte del pasado asesino de Jubei once años atrás, cuando fue perseguido y acabó dando caza a un grupo en mitad de la nieve.
Aquí comienza a fallar la historia. No hay ninguna necesidad de mostrar su pasado pues el suceso final de la película saca a relucir al verdadero sanguinario, asesino de hombres, mujeres y niños sin piedad. La escena del regreso a la bebida es muy significativa al enterarse que su amigo ha sido asesinado y colgado como una bandera. Sin embargo, éstas escenas que son detalles pequeños pero importantes, no tienen el mismo impacto que con la obra de Clint Eastwood quien supo en todo momento magnificar esas pequeñas piezas del puzzle para nuestra comprensión. Simplemente la escena en la que el Munny original coge la botella de Whiskey, ya comienza a darnos miedo. Con Jubei no ocurre eso y nos deja totalmente indiferentes. De igual modo, la escena final en la taberna pierde fuerza en todo momento. A fin de cuentas es lo que muchos esperamos y la frase de "¿Quien es el dueño de ésta pocilga?" que musitaba Clint al entrar, aquí se queda en un triste "¿Eres el dueño de ésta pocilga?" cuando precisamente está viendo salir cargado de platos al que claramente es el jefe del local. Sobra decir que aunque hay algún momento bueno como el cara con el alguacil (necesitaban darle un toque samurai) lo demás trata de ser más de lo que es. El impacto, la música "épica" y esa lucha no tiene ni un ápice de aquella joya del año 1992 aunque pretende ser espectacular, y ese es el problema, pretenderlo. Y ¡ojo!, no estoy diciendo que deba ser igual, tan solo que en cuestión de preferencias, la de Eastwood era única y nos dejaba pegados a la butaca en todo momento y sin aire.
Aun así, es un buen remake y a uno no le da en ningún momento la impresión de tirar dos horas de su vida a la basura. Pero sí es cierto que si sois acérrimos de la obra maestra original, como es mi caso, no podréis dejar de comparar algunas de sus escenas. La simple muerte del primer forajido es mucho mas efectiva en la original cuando apenados por lo ocurrido y el herido pide de beber, les dicen a los enemigos que le acerquen agua para que no sufra tanto. Son simples detalles que magnifican aun más la obra del maestro y que hacía mas profunda la comprensión de los tres compañeros de viaje que por otra parte, en la cinta de Sang-il Lee, no da esa sensación de amistad eterna tan importante como lo era en la pieza original.
La banda sonora es espectacular. Taro Iwashiro, quien realizara la majestuosa
Red Cliff, realiza una obra cumbre con un tema principal brillante que os invitamos a escuchar y deleitaros en él. Repleta de orquesta y cuerdas, le da un toque personal muy importante a la película, aunque no habría estado mal realizar alguna versión del
tema de Claudia, compuesto por el propio
Eastwood con el apoyo de
Lennie Niehaus. De igual modo, resulta en un complemento brillante para ésta cinta que goza no solo de buena música sino también de una
fotografía acertada. Probablemente la mejor de toda la carrera de
Norimichi Kasamatsu, quien tiene a sus espaldas más de cuarenta y cinco películas ejerciendo de director de fotografía. En resumidas, un remake acertado que para los que tenemos en mente la obra del gran
Clint Eastwood, solo se quedará en
un experimento curioso por ser rodado en los finales de la época samurai.
★★★★★
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.