"LA CAMELLERA Y SU PERRO NEGRO"
¿De qué va?
En Australia, Robyn Davidson decide aprender a domesticar camellos para emprender un largo viaje por el desierto desde Alice Springs hasta el océano. Una aventura peligrosa que recorrerá con sus camellos, Zeleika, Dookey, Bub, Goliath y su perra Diggity y en la que un reportero de National Geographic intervendrá para fotografiar parte de su revolucionaria travesía.
Reparto
Mia Wasikowska es Robyn Davidson
Adam Driver es Rick Smolan
Dirección
John Curran (El velo pintado)
Impresiones
Nos encontramos con un relato verídico que causó sensación a finales de los setenta, donde la prensa de todo el mundo se hizo eco de la aventura de una mujer joven que quiso adentrarse en lo mas profundo del desierto australiano para llegar al océano, algo muy complejo, sobretodo porque siendo una mujer, había ciertos terrenos sagrados que no podía pisar en solitario. De ésta manera, John Curran, tras el tropiezo de Stone, recrea una cinta interesante que vuelve a colocarlo en la cumbre de trabajos tan aceptables y agradables como El Velo Pintado o su ópera prima, Praise.
Robyn Davidson escribió un libro tras su reportaje en National Geographic para expresar de forma mas extensa su travesía. Tracks (Huellas) fue el resultado. En España podemos encontrarlo con el nombre de Las huellas del desierto (no confundir con Las huellas EN EL desierto de Maha Akhtar). Del mismo modo, la cinta deja claro que la película no habría sido así de no ser por la inspiración en las fotografías reales de Rick Smolan, trabajador de NG y en la que tras los créditos finales podemos comprobar como se ha ejemplificado con acierto cada tramo y recorrido de la protagonista con las hermosas fotos.

Con respecto al film, resulta interesante observar la evolución del personaje, de como una chica de apariencia débil trata de aprender a adiestrar camellos para emplearlos en su viaje como carga y mas tarde convertirse en un hito de masas al hacer un viaje en soledad. Sin embargo, probablemente nos choque el comprobar que hay poco de aventura en ésta historia de cara al entretenimiento que pueda generar una cinta así, pero recordemos que estamos ante una historia real donde lo principal no es saber si una serpiente le pasa por encima o si la atacan tres camellos sementales, sino si logró su cometido. Ahora bien, si indagáramos en la circunstancia dicha, ¿cual es la razón principal por la que hace semejante recorrido? Esa sería la pregunta concreta y para hallar la respuesta hay que leer sobre su cometido en artículos ya que Curran simplemente se limita a narrarnos ese hecho y punto. Por lo tanto la obra queda vacía en ese aspecto, como si le faltara un brochazo final para acabar el cuadro.
Davidson, tras su viaje, dedicó su vida al cuidado de temas medioambientales como embajadora y escribió libros expresando en repetidas ocasiones que la alteración de la sociedad se debe al cambio de pasar a ser nómadas a sedentarios. Y en la película vemos un reflejo de esa identidad cuando el personaje de Wasikowska sonríe al adentrarse en el desierto, como si hubiese cumplido su mayor sueño aunque eso le suponga el mayor reto y sufrimiento. Su cara de satisfacción es todo un poema y consigue hacernos sonreír. Incluso disfrutamos con el encuentro de Eddie, el aborigen que la guía durante una parte de su recorrido, un peculiar hombre al que no se le entiende nada cuando habla pero que resulta muy gracioso y nos retrotrae de forma simbólica a aquella relación entre la princesa Leia y el ewock Wicket de La guerra de las galaxias.
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Wasikowska y la original Robyn Davidson en el rodaje |
Predomina la banda sonora de Garth Stevenson, todo un descubrimiento que me ha maravillado en el que ha incluido parte de sus dos discos en la película. Se une al clima y a la soledad del recorrido y el personaje convirtiéndose en el segundo protagonista de la obra. Su música es toda una joya que hacer apreciar mas éste trabajo de lo que probablemente deberíamos, porque a decir verdad, hay ciertas carencias que quedan patentes cuando ni siquiera ella parece expresar con claridad sus sentimientos al no saber si quiere o no al fotógrafo, lo que supone una maniobra de Curran para añadir un punto "romántico" que no resulta para nada necesario. Incluso sus momentos flashback a veces nos descuadran pues no llegamos a comprender a ciencia cierta esa relación entre padre e hija. De igual modo, sí que hay momentos con acierto y algunas lágrimas nos caerán durante su recorrido. En definitiva, es una cinta curiosa, atractiva y relajante. Las interpretaciones están logradas y su música nos embelesar. Ésta cinta sobre travesías y camellos merece acabar con las palabras de Robyn Davidson. "Los viajes en camello no empiezan ni terminan, solo cambian de forma". ★★★★★1/2
*(La primera foto es un original de Davidson a su llegada al océano)
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.