"LOS MANIÁTICOS TEMEN A LOS MANIÁTICOS"
¿De qué va?
Micki es agente de policia. Investiga el caso de unas niñas desaparecidas que son halladas violadas y sin cabeza. Sigue la pista de un profesor de religión aunque lo han sacado del caso. Mientras tanto, el padre de una de las niñas sigue sus pasos para dar caza al presunto asesino y descubrir donde está enterrada la cabeza de su hija.
Reparto
Lior Ashkenazi es Micki
Rotem Keinan es Dror
Tzahi Grad es Gidi
Dirección
Aharon Keshales (Rabies)
Navot Papushado (Rabies)
Impresiones
Tarantino la recomienda como la mejor película del 2013, probablemente porque él no estrenó nada en ese año, sino no sería "la mejor". Fuera de bromas, nos encontramos con una grata sorpresa venida desde Israel, donde los directores Aharon Keshales y Navot Papushado, creadores de la controvertida Rabies, nos mantienen en vilo durante sus casi dos horas de metraje y nos dejan pegados al sofá por su buen hacen en ésta historia. En toda ella hay un halo que se magnifica en su segunda mitad con la llegada al sotano del personaje interpretado por Grad, Gidi. A partir de aquí, la cinta cobra intensidad y nos relaja en momentos cuando hace uso de un un humor negro como pocas veces habíamos visto. Particularmente, es uno de mis géneros favoritos y en Big Bad Wolves queda totalmente explotado y acertado.
Sin embargo, ésta cinta no se mueve dentro de la comedia sino que trata un drama muy particular, una historia policial de investigación macabra a la que poco a poco se unirán personas a "la fiesta" cuando el supuesto culpable sea atrapado. De ésta forma, el personaje interpretado por Lior Ashkenazi (que comparte un parecido brutal con Steve Carell y Clive Owen) se verá involucrado en la trama indirectamente cuando Gidi lo obligue a elegir hasta que mas tarde se una el propio padre de éste, dejándonos algunas perlas tanto en diálogos como frases.
-"¡Tienes que creerme!"
-"Lo siento, no soy creyente".
Tras semejantes diálogos solo podemos deleitarnos en el manejo de la historia, su evolución y los continuos "secretitos" de la relación padre-hijo que se desprenden mientras el apresado sufre cada una de las torturas recibidas. Big Bad Wolves es una película de la que muchos tienen que aprender. Va corta de presupuesto pero el que hay está muy bien empleado, sobretodo para crear un halo de cierta angustia que se reduce finalmente en un estallido ante el plano final de la cinta. Desde luego no es una película para todos los gustos y probablemente el final menos aún, pero los amantes del género policíaco y sobretodo, de lo macabro (ésto menos) y el humor negro (ésto mucho más) están de suerte, pues no siempre se consigue redondear una película con tales factores. Israel lo ha conseguido y damos gracias por ello. Por cierto, la introducción inicial a cámara lenta mientras los niños juegan me ha encantado, me parece elegante y tiene mucha clase.
Todo ésto hace juego con la banda sonora de Frank Ilfman, que por poco parece familia de Danny Elfman (otra broma de casa). La banda sonora es demoledora desde su inicio. Las cuerdas brillan para reforzar el suspense en el caso de la niña desaparecida y poco a poco va cogiendo protagonismo. El Main Theme es una joya para deleitarse y su Opening Titles reafirma ésto de lo que hablamos. El recorrido de ésta banda sonora es un proceso evolutivo que cobra fuerza por momentos y nos gusta. Se intensifica en su recorrido a contrarreloj y se contrarresta con los momentos mas fríos que rodean a la gran escena del sótano, que más que escena, es la mitad de la película. Podeis disfrutar de la composición justo debajo de la crítica. En resumidas, podemos decir al igual que Tarantino, que es una gran película. Por cierto, alguna "levantada" de maletero con cámara desde su interior, sea probablemente un guiño-homenaje indirecto al cineasta. Un año después nos llega a nuestras salas y podemos tener la certeza de que estará entre los más interesantes y mejores estrenos del año.★★★★★
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.