El segundo episodio de la serie
House of Cards se va desenvolviendo de tal forma que el interés aumenta.
Si en el primer episodio me mostré interesado aunque le veía una carga de personajes con poco desarrollo, todo ha cesado acabando de forma positiva, ya que éste capitulo evoluciona mostrando con claridad el trabajo de cada uno.
Y si en el anterior no le veía el toque
Fincher, en éste se lo veo hasta en el color, sus tonalidades verdosas...
Tengo que destacar sobretodo el personaje de Peter Russo (
Corey Stoll) quien era reclamado por Francis Underwood para ser leal en todo extremo. Así vemos como en los entresijos, usa a éste hombre dado al alcohol, las drogas y el vicio para sus planes maquiavelicos.
Me encanta como va surgiendo todo y si parecía conclusivo el anterior episodio, los guionistas y
Fincher nos dan un guantazo ya que todo comienza donde se quedó el anterior, en el lugar donde fue a comer Underwood.
A partir de ahí y sin pausa ninguna, Underwood desarrolla un plan para la caída del candidato y manejar a su antojo como si fuera un titiritero todo a su paso. Desde la elección de una nueva candidata que nadie se había planteado hasta hacerse con un borrador nuevo en mano de seis cerebritos donde él se llevará todo el prestigio.
No hay ningún cabo suelto, así pues la prostituta que fue pillado con Peter, es callada con un sobre sustancioso de dinero y a su vez, podemos ver en la escena los límites a los que llega Doug Stamper (
Michael Kelly). Buenísimo.
En resumen, un episodio que supera al anterior con creces y que nos deja con ganas de mas.
Kevin Spacey brillante en cada escena y mirada a cámara y una periodista, Zoe Barnes (
Kate Mara) que se expone ante las cámaras por primera vez y siendo punto de celos en su trabajo.
Con muchas ganas del tercero. ¿Y vosotros?
Sí, lo se, podría verlo en versión original que está íntegro, pero ya que el doblaje merece la pena y veo tanto cine en v.o que no me importa ver algo en mi idioma de vez en cuando y así lo criticamos con exactitud semanalmente en su estreno en España.
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.