Continuando con la locura de Rick y su incesante desvarío viendo a su mujer constantemente, llega un momento inesperado... o quizás no tanto. La presencia del gobernador en la prisión.
Si nos atenemos al cómic (del cual como ya sabemos solo están cogiendo esencia), la presencia del gobernador, magistralmente interpretado por
David Morrisey, no ocurre hasta un poco mas tarde cuando decide ir con todo el pueblo y con tanques para invadir y destruir todo a su paso.
Lo visto en el capítulo nos da una pista de que éste no será el primer ataque. Sin embargo, tras escuchar a Glenn, vemos que hay propuestas para que el grupo de Rick ataque nuevamente el poblado, donde Andrea está ahora y a su vez está siendo inducida para manejar al pueblo. Un arma que actuará como mano derecha del gobernador de forma involuntaria.
Y hay muchas ganas de ver como continúa ésto ya que en un avance del siguiente episodios vemos como ella se acerca a la prisión (o eso parece).
Volviendo al ataque, otro de los miembros del grupo de Rick fallece, Axel (
Lew Temple) en éste caso el menos esencial, del que intuíamos que tras la marcha de Daryl, Carol acabaría enrollándose con él, entre otras cosas porque está la pobre cachonda perdida.
Y finalmente acabamos aplaudiendo con las orejas en ese momento en el que viendo a Rick atrapado por tres zombies, Daryl aparece de la nada junto a Merle, ayudando al grupo. Desde mi punto de vista, pensaba que ésto ocurriría mas tarde, pero es bueno tener a Daryl en pantalla y ver como congeniará su hermano en el grupo, que pese a ser todo un rebelde atontado, puede ser un arma para la lucha de Rick contra el Gobernador.
Así que, si decíamos que el anterior episodio no tenía chicha ninguna, en éste volvemos a aplaudir al volver al nivel de todo el resto de la temporada. Ahora solo queda ver el siguiente episodio y ver a Tirese y su grupo, que no han salido en éste episodio absolutamente nada.
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.