LOST IN THE FLOOD
Entramos en la recta final de la temporada y ya vamos viendo por dónde van a ir los tiros... o más bien las flechas. Todo apunta a que estamos abocados a una confrontación final tan descafeinada y desaprovechada como la de la temporada anterior. Esperemos que me equivoque. Mientras tanto, la trama sobre Génesis y el Arca llega a su fin de una forma un tanto... digamos... burda. El capítulo nos deja alguna escena de acción potente y buen ritmo, aunque como viene siendo habitual todo está demasiado cogido con pinzas para ir cerrando temas deprisa y corriendo después de estar vendiendo humo más de media temporada.
La confrontación con Darhk que quedó en el aire en el episodio anterior se resuelve en un visto y no visto. Nada son capaces de hacer Green Arrow y Spartan contra esta bestia parda que está a tope de poder. Tras jugar un rato con ellos como con dos gatetes traviesos el villano los deja marchar en uno de los espacios comunes del malo de opereta. "Prefiero dejaros morir lentamente cuando se desate el diluvio nuclear a partiros el cuello como a conejos" y tal... Es que no aprenden. Tantas décadas de los buenos escapando in extremis de las lentas y mortales trampas de sus enemigos y aún andamos con estas... Total, que los dos héroes vuelven a la guarida a lamerse las heridas para descubrir que Thea no está de parranda, sino secuestrada. Y es que la chica consigue avisar a sus compañeros antes de que Malcolm la someta a una dosis de drujas malignas y la convierta a su pesar en un peón más a su servicio.
De esta forma, el equipo se divide de nuevo para afrontar sendas misiones. La parte tecnológica (Felicity + su padre, a los que se une Curtis Holt) se dedican a desmantelar el sistema Rubicon antes de que Darhk se las arregle para volver a ponerlo en marcha. Para tal fin se ha traído de la trena a un viejo conocido, el ex-novio hacker-maligno de Felicity aka Brother Eye aka Cooper Seldon (no me había fijado en el parecido con el nombre de cierto personaje de Big Bang Theory. ¿Homenaje/broma privada?). Evidentemente aquí hay menos emoción que en un pleno del ayuntamiento. ¿Un mindundi al que Felicity ya derrotó con una mano atada a la espalda contra los tres mejores expertos tecnológicos del mundo? Poca chicha... Evidentemente al Brother Eye le dejan el eye a la funerala rápidamente, así que hay tiempo para una de esas subtramas insípidas sobre las verdaderas razones por las que Noah abandonó a su familia. Y es que resulta que fue Donna la que agarró a la niña y se fue con viento fresco en vista de las tendencias pecaminosas de su marido. ¿Os importa? A mi tampoco. Sayonara, baby. Volveremos a verte por aquí, espero que en circunstancias más amenas. También parece que Curtis se consolida como el recurso cómico de la serie. En vista de que a Felicity la están vaciando de personalidad para convertirla en una aburrida sombra de sí misma, Curtis se está consolidando como la nueva Felicity de la serie.
Por su parte, Oliver y Diggle se infiltran en el Arca subterránea como quien va al Mercadona a comprar el pan. Es curioso tanto secretismo y tanto hermetismo en el Nuevo Génesis para que luego la gente entre y salga de allí como Pedro por su casa. Véase los héroes, véase Anarkía, que sigue dando por saco por el falso pueblo. Seguimos con las cosas que más me repatean de la serie. Un tío cuyo único poder es la mala leche y estar más loco que una cabra se carga los planes del gran villano de la temporada por sus huevos toreros, además de escapar una y otra y otra vez del equipo Arrow. Es que no hay quien se lo crea. En esta subtrama se abre un interesante debate sobre el poder de las promesas en una sociedad necesitada de esperanza. Es decir, me fío del que quiere destruir el mundo porque me vende la idea envuelta en celofán y con lacitos de colores... y porque voy a ser uno de los supervivientes, claro. Un hándicap para Arrow y su gente, que sólo pueden ofrecer sangre, sudor y lágrimas. También tenemos la típica escena (más de una vez repetida) de superación del control mental por parte de Thea gracias a la fuerza de voluntad. Aunque tal vez ayude que sea una ex-yonki y esté acostumbrada a purgar el organismo de drogas varias, claro. Total, que al final Anarkía se carga el Arca (con un par), matando a Ruvé Adams en el proceso (una muerte que parece un reverso irónico de la de Canario negro a manos a Darhk). Una castaña de final para el proyecto Génesis, en el que Arrow pinta menos que el que coloca los focos, no pasando de mero espectador.
En fin, al menos el episodio no resulta aburrido y nos deja una de las mejores escenas de acción de lo que va de serie, una persecución en forma de travelling larguísimo en plena calle que sigue a Arrow y Spartan peleando a toda carrera con cuantos secuaces se cruzan en su camino. Alucinante y altamente adrenalínico, recordando ligeramente a la persecución a pie de "Le llaman Bodhi", una de las mejores jamás filmadas. Sobre los flashbacks hablaremos en el capítulo final, porque son tan cortos que no dan sensación de avance. Para cerrar el capítulo y anticipar la gran confrontación final tenemos a un Damian Darhk roto de dolor por la muerte de su mujer, desatado y decidido a destruir el mundo con Arca o sin ella. A ver si es verdad, copón, y al menos tenemos un cierre en condiciones. Espero, eso sí, que no utilicen el comodín de "he salvado a tu hija" porque el bajonazo puede ser épico.
Cinéfago por puro placer y juntaletras ocasional. Defensor de las causas perdidas seriéfilas. Hincado de hinojos ante Hitchcock y Tarantino, entre otros muchos. Amante de la ciencia ficción, la aventura, Rick Remender, Jonathan Hickman, el helado de chocolate, Jessica Chastain y Eva Green (no necesariamente por ese orden).