GREEN ARROW
Comienza la nueva entrega de las aventuras del arquero menos dicharachero de Starling City, y lo hace con un primer episodio que comienza a poner las cartas sobre la mesa en relación a lo que nos espera. La pasada temporada concluyó con un sabor agridulce debido fundamentalmente a unas tramas muy difuminadas y constantemente cortadas por capítulos episódicos, un exceso de uso de los Deus ex machina y, sobre todo (constituyente de pecado mortal), el desaprovechamiento flagrante de un antagonista de la talla de Ra's al Ghul. De esta forma, es normal enfrentarse a este nuevo curso con un punto de suspicacia. De momento, entre dichas cartas dispuestas sobre el tablero encontramos algunos ases, aunque por desgracia también algún que otro dos rastrero. Y no está la cosa como para jugarse el órdago a chicas.
De primeras encontramos una de esas secuencias de acción marca de la casa con el nuevo equipo de justicieros persiguiendo un camión robado. Además de ser un arranque bastante espectacular nos sirve para meternos en situación. Oliver sigue fuera de la ciudad, que ha pasado a llamarse Star City como homenaje a su salvador oficial Ray Palmer, presuntamente fallecido en una explosión (sabemos que no es así, pero eso es otra historia). Diggle ya trabaja con una máscara (un poco cutre, pero bueno) para mantener secreta su identidad. Canario Negro sigue mejorando pero aún le dan estopa de la buena de vez en cuando. Y al equipo se ha unido Thea en su nueva identidad de Flecha Roja (Speedy para los amigos, mal que le pese), aunque demuestra tendencias temerarias de más. La cosa no sale muy bien, lo que da pie tanto a que los héroes se vengan un poco abajo como a disfrutar de la presentación del que se presume villano principal de esta temporada. La pasada campaña ya nos avanzó su existencia, pero aquí por fin conocemos al malvado Damien Darhk, ser totalmente amoral y de métodos más que expeditivos, megalomaníaco sumo, némesis de Ra's al Ghul y a priori un antagonista de altura para nuestros héroes. Además, interpretado por un juguetón y carismático Neal McDonough que le da un punto desfasado, cínico y muy atractivo. Transpira peligro en cada intervención. Tanto que muestra los bemoles suficientes como para, mediante su ejército de Espíritus (comandos asesinos entrenados para matar sin remordimientos y suicidarse cianuro mediante si los capturan), sembrar el pánico asesinando al consejo de la ciudad al completo. Excepto al capitán Lance, salvado in extremis por su hija.
Vamos con uno de los puntos más flojos. Oliver y Felicity llevan una feliz y aburrida vida en un apartado e ideal de la muerte barrio residencial. El arquero ha colgado sus flechas y se dedica a ejercer de amo de casa mientras su chica dirige las empresas de Palmer, que ha recibido en herencia. Mucho almíbar y mucha tontería. Aburrido, aburrido, aburrido. Hasta que sus antiguos compañeros buscan de nuevo su ayuda para intentar frenar la escalada de crimen de Darhk. Menos Diggle, que sigue mosca con Oliver, el tío rencoroso. Sin embargo, no tendrán más remedio que colaborar para detener un nuevo atentado del villano, lo que nos confrontará con uno de los puntos a priori más interesantes y al que pueden sacar mucho partido. Darhk es un místico, un hechicero, cosa que se nos muestra de forma sorprendente y espectacular al ser capaz de detener las flechas de Oliver antes de que lleguen siquiera a tocarle. Un muy buen punto de arranque con muchas posibilidades. Por primera vez aspectos ajenos a la realidad urbana entran en la serie (aunque ya habían tenido una presencia testimonial Pozo de lázaro mediante la temporada anterior), lo que conlleva la adaptación de justicieros pegados a la realidad ante algo que los supera ampliamente. El cameo previsto de John Constantine resulta ahora más pertinente que nunca.
¿Qué más cosas nos deja este arranque? La nueva identidad de Oliver, que será conocido oficialmente como Flecha Verde (merced a nuevo traje y nuevos gadgets cortesía de Cisco Ramón y a la peregrina relación con la esperanza que quiere infundir a los ciudadanos) e incluso se presentará en sociedad a toda la ciudad; el comportamiento cada vez más descontrolado de Thea, posiblemente obra de las aguas del Pozo de Lázaro; y la relación oficial de Darhk con HIVE, la agencia que envió a Deadshot para matar al hermano de Diggle (y rival de ARGUS). Hablando del diablo, los flashbacks nos muestran a un Oliver recién llegado a Starling tras su (decepcionante) periplo oriental que ha comenzado a ejercer de justiciero. Sin embargo, será captado a la fuerza por Amanda Waller para una misteriosa misión que le llevará por sorpresa de nuevo a su querida isla. Veremos cómo se desarrolla.
El capítulo también nos deja un inesperado cliffhanger final. Alguien interrumpe uno de los ritos de Darhk para recibir órdenes. Una marioneta al servicio del villano, quien lo tiene en su poder bajo amenazas, como apoyo para desarrollar sus misteriosos planes. Se trata ni más ni menos que del capitán Lance. Sin tiempo de recuperarnos de la sorpresa, un vistazo al futuro nos muestra a Oliver ante una tumba recibiendo el apoyo moral de Barry Allen. ¿Acabará la feliz vida conyugal del héroe de forma dramática? Demasiado previsible, ¿no? Esperemos que nos sorprendan.
Cinéfago por puro placer y juntaletras ocasional. Defensor de las causas perdidas seriéfilas. Hincado de hinojos ante Hitchcock y Tarantino, entre otros muchos. Amante de la ciencia ficción, la aventura, Rick Remender, Jonathan Hickman, el helado de chocolate, Jessica Chastain y Eva Green (no necesariamente por ese orden).