¿De qué va?
Los Freeling viven en una nueva casa. Sin embargo, una extraña fuerza vuelve para apoderarse de la pequeña Carol Anne, por lo que un hechicero indio acudirá en su ayuda mientras un inquietante reverendo trata de buscar su hueco en la familia con no muy buenas intenciones.
Craig T. Nelson es Steve Freeling
JoBeth Williams es Diane Freeling
Heather O'Rourke es Carol Anne Freeling
Oliver Robins es Robbie Freeling
Zelda Rubinstein es Tangina
Brian Gibson (Coacción a un jurado)
Impresiones
Si
Poltergeist se convirtió en cinta de culto fue por varios factores. Su tono, el estilo
Spielberg -aunque fue "supuestamente" dirigida por
Tobe Hooper-, sus efectos especiales y la historia, la cual sentó bases para venideras cintas de terror que beberían directamente de ella. Por supuesto, no le hacía falta ninguna continuación pero el dinero manda y cuatro años después se realizó
Poltergeist II: El otro lado.
Lo curioso es que Steven Spielberg quiso mostrar en la primera entrega ese "otro lado", pero la jugada le salió bien al dejarlo simplemente en incógnita. En ésta ocasión, el director Brian Gibson decide ahondar en esa idea y nos va dejando ideas desde su inicio que acabarán por estallarle en la cara al espectador, haciéndole verdadera pupita. Y es que si la cinta goza de ingredientes atrayentes, tiene un contrapeso que la hunde estrepitosamente y sobre eso voy a hablar brevemente:
Se nota que hay buena mano en los efectos especiales. Hay una realización de muñecos y animatrónica la mar de interesante, como ese momento en el que el gusano se va convirtiendo en esa criatura grotesca. Lo malo es su finalización. Por otra parte, la escena del baño y la extensión dental del aparato del pequeño Robbie es simplemente maravillosa, pero al igual que la anterior, está mal finalizada. Y es que el problema está ahí, Gibson no sabe como rematar la historia. Lo peor llega cuando decide explorar "el otro lado". Esa dimensión en la que la familia vuela y con la fuerza del cariño vencen a esa criatura que navega a su antojo por el lugar, acaba resultando en una escena horripilante, con un nivel de cutrerío digno de la serie Z más casera.
Y es que Poltergeist II: El otro lado, tuvo un rodaje muy accidentado, y si se tildó a la primera de maldita, ésto se debe al compendio de la trilogía, sobre todo de ésta entrega. Todo comenzó con la muerte de Dominique Dunne, quien fue asesinada por su novio y por tanto no apareció como hija mayor de la familia y ni siquiera se muestra una excusa de su ausencia. Will Sampson, el mítico "jefe"de Alguien voló sobre el nido del cuco, falleció un año después por problemas cardíacos. Y finalmente, Julian Beck, el reverendo Kane, probablemente el actor que da auténtica vida a la obra, interpretó a su personaje en un estado de cáncer avanzado, de ahí su aspecto, y es sin lugar a dudas el punto de terror que le falta al resto de la película. Su escena ante la puerta de los Freeling es magistral. Junto a él, lo poco más salvable vuelve a ser la partitura de Jerry Goldsmith, porque ni siquiera los auténticos protagonistas están a la altura, ya que tienden a repetirse pero sin arte ni gracia, provocando una pantomima de lo que fueron y con ello tan solo contribuían a engrandencer la primera película. Es decir, Poltergeist II es tan mala que hace mejor aún a su predecesora.
Pero no todas las desgracias terminarían aquí, en la tercera entrega nos encontraríamos con la prematura muerte de la jovencita Heather O'Rourke, pero de eso hablaremos en su respectiva crítica. ★★★★★
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.