"THE DANCE OF DRAGONS"
Tras el subidón de adrenalina del anterior episodio, volvemos a la "aparente" normalidad aunque sin dejar de lago un par de sorpresas (éstas más esperadas) que volverán a subir la nota a la temporada. En primer lugar nos centramos en el varado ejército de Stannis, quien se ve sorprendido por el fuego de unos veinte hombres enviados por los Bolton. Aunque no han sufrido bajas, han sabido mermarles quemando sus almacenes de comida y armamento. Ahora se ven en las disyuntiva de seguir o retroceder, pero Davos es realista, la única forma de aguantar es volver al muro para pedir provisiones. Aunque Stannis no está por la labor, piensa en lo "mejor" para él mirando a su hija y decide quitarse del medio a su mano derecha para enviarlo al castillo negro y así realizar lo que Melisandre tantas veces le ha pedido, un sacrificio de sangre, de su sangre. Davos no se marcha sin antes despedirse de la princesa Shireen, sin saber lo que va a ocurrir y tras haber insistido al rey que marchara con ella. Ante su negativa, la despedida se nos hace agridulce. Él le regala un ciervo tallado y ella le habla del libro que está leyendo, "Danza de dragones". Davos no puede más que sentirse agradecido porque le ha enseñado a leer y porque según sus palabras, le ha ayudado a ser un adulto. Ante esto, minutos después ocurre la desgracia. La hija es llevada para la quema. Poco antes dijo que ayudaría a su padre en lo que necesitara, y éste se lo agradece pidiéndole disculpas por lo que va a hacer. La madre, que mira con cierta serenidad, piensa que el sacrificio está bien, pero de repente, al ver el sufrimiento de su pequeña, sale a la luz su verdadera compasión e intenta evitarlo, pero ya es tarde, el sacrifico ha comenzado y la pequeña da sus últimos gritos de vida.
A las afueras del muro, Jon y los salvajes esperan a que abran las puertas. Alliser parece que se lo piensa, se temen lo peor, pero tras unos segundos de suspense, estos acceden y entran bajo la mirada de desaprobación de los cuervos. "Tienes buen corazón Jon Nieve. Harás que nos mates a todos" le dice Alliser a Jon, quien observa al pequeño Olly como lo observa con cierta reticencia.
En Dorne, Jaime, Doran Martell, Ellaria, Myrcella y Trystane hablan sobre su futuro. Jaime les habla del collar -que fue robado de la habitación de su sobrina- que les enviaron con una víbora como advertencia. Llegan a un acuerdo para que el Lannister se lleve a Desembarco del Rey a Myrcella, pero solo si la acompaña Trystane. Ellaria no lo aprueba y derrama su copa en el suelo. Jaime pregunta por el destino de Bronn, destino que queda en las manos del joven Martell, quien guiado por la misericordia, lo deja libre con una condición, ser abofeteado por el guardia Areo Hotah. Más tarde, Doran y Ellaria tienen una última conversación y ella jura lealtad poniéndose de rodillas y besando su anillo. "Creo en segundas oportunidades, no en terceras", sentencia el rey de Dorne.
En Braavos, Arya sigue su entrenamiento, justo cuando está a punto de acabar con el mercader mientras lleva sus ostras. Aunque éste la reclama, fija su mirada en algo que le ha llamado la atención, la llegada de Mace Tyrell, pero sobre todo de su "protector", Meryn Trant, uno de los incluidos en su particular lista de venganza. De éste modo, abandona su entrenamiento para seguir a los hombres, y esto la lleva hasta el burdel de la ciudad, donde observa como Trant encuentra a "viejas" a todas las hermosas chicas del lugar. Prefiere a niñas. No obstante, la mirada entre él y Arya se cruza en más de una ocasión por lo que el peligro está presente.
Llegamos a la parte final del episodio, donde algo que sí esperábamos con creces desde hace bastante tiempo, ocurre. Nos referimos a la lucha de las arenas en Meereen. Aunque no es ni la mitad de espectacular que la batalla en Casa Austera, por fin hay acción y Khaleesi estalla. Pero vamos al lío. El combate comienza de forma "light" con un grandullón y un hombre de talla media al que todas las apuestas anuncian como vencedor por su rapidez. Al final, la espada del fortachón rebana su cabeza como si de un coco se tratase. Daenerys y Tyrion no se sienten cómodos ante tal "espectáculo", pero la gente lo disfruta como nadie. Es la hora de aumentar el ritmo y salen a la tierra varios guerreros, incluyendo a Jorah, que sale del paso como puede, siendo herido en varias ocasiones. Daenerys teme por su vida, pero tras zafarse de unos y otros, Jorah vence a los que quedan. Sin embargo, éste coge la lanza de su última victima para tirarla muy cerca de ella, eliminando a un hijo de la arpía que la iba a matar. Tras la sorpresa, los hijos de la arpía se levantan para acabar con las vidas de todos los que encuentran a su paso, incluyendo a su prometido. Jorah le ofrece su mano y ésta accede. Missandei, Tyrion, Daario, Jorah y Daenerys acaban rodeados en la arena, tan solo protegidos por una mínima legión de inmaculados. Es entonces cuando entra en escena Drogon, quemando a los enemigos mientras sufre las heridas de las lanzas que le clavan. La Targaryen no duda en montarse encima de él y tras eliminar a una gran cantidad de hijos de la arpía, ésta levanta el vuelo junto a su dragón y se marchan de allí ante la atónita mirada de todos, incluyendo a su círculo más íntimo.
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.