"TENDRÍAN QUE PONERLO EN EL FOLLETO: EL ESPECTÁCULO NO ACABA HASTA QUE ALGUIEN ES COMIDO"
¿De qué va?
Isla Nublar posee el mayor parque tecnológico con dinosaurios, alterados genéticamente para mayor seguridad. Para seguir siendo una atracción llamativa, crean un dinosaurio mucho más grande, el Indominus Rex, una bestia gigantesca que aprovechará su momento para sembrar el terror.
Chris Pratt es Owen
Bryce Dallas Howard es Claire
Vincent D'Onofrio es Hoskins
Colin Trevorrow (Seguridad no garantizada)
Impresiones
Han pasado catorce años desde la tercera entrega de
Parque Jurásico. A estas alturas, una resurrección no parecía probable, y más en las mentes de Hollywood que deciden hacer un reboot o un remake en menos que canta un gallo. Sin embargo, el trabajo de guión -entre los que se encuentra
Trevorrow- pareció haber convencido a
Spielberg, quien no dudó en producir nuevamente su creación. Sin embargo, muchos podrían achacar la historia de poco original por el hecho de narrarnos algo que aparentemente ya habíamos visto en la primera entrega, es decir, la realización de un parque para que el público disfrutara de animales extintos traídos a la vida gracias a la ciencia. Siendo esto así,
la nueva Jurassic World solo podría funcionar buscando nuevas vueltas de tuerca para que no quedara en un simple remake trasladado al futuro. ¿Han conseguido poder levantar la franquicia? Vamos a descifrarlo.
He de decir a título personal que aunque tenía ganas de ver ésta nueva entrega, no tenía las expectativas altas. Tan solo me movía el hecho de poder ver un espectáculo con enormes dinosaurios en la gran pantalla, intentado recobrar las sensaciones que hace casi veinte años nos ofreció la primera entrega de Jurassic Park del Rey Midas de Hollywood, Steven Spielberg. Aunque ya hablamos en su respectiva crítica que esa entrega era una de las que más errores poseía, era indudable que lograba transmitirnos una frescura y una emoción que no habíamos vivido antes, y solo por ese hecho ya nos quedaba grabada en la retina, marcando un antes y un después. Jurassic World se traslada en el tiempo veinte años después de los sucesos de la primera entrega. Un multimillonario quiere reflotar lo que un día Hammond intentó sin éxito, y por ahora le va muy bien. Sin embargo, el hecho de tener dinosaurios "más mansos" al estar alterados genéticamente, puede llegar a aburrir al público por el simple hecho de acudir a un zoólogico gigante y ver a un diplodocus como si de un elefante se tratase. Por tanto, necesitan nuevo material, una nueva atracción que enganche al público y lo motive a visitar la isla. De ahí que a espaldas de muchos se cree una nueva especie, una mezcla secreta de la que mejor no hablar para que la sorpresa sea mayor.
Siguiendo con las expectativas, hay que decir que en ésta entrega salen muchos dinosaurios, pero muchos muchos. Es probable que los efectos especiales "canten" en ciertos momentos debido a su digitalizado, al que muchos pueden tachar de excesivo. Es cierto que ahí era donde la primera entrega tenía a su favor la magia, por la artesanía. Pero en éstos tiempos que vivimos, usar los efectos especiales por ordenador es algo más que normal y la diferencia la marcan cintas como ésta, donde encontramos la diferencia entre las que están bien hechas y las que se notan en demasía, quedando en conjunto mucho más artificial. No me molestan sus efectos, por momentos me los creo -en ciertos momentos no me agradan tanto- pero en los puntos clave, la apuesta arriesgada acierta.
Si añadimos la buena mano de FX a las vueltas de tuerca de ésta historia -que no es más que una aparente nueva versión de la primera entrega con cambios a su favor- y a unas interpretaciones a la altura, tenemos un resultado más que notable. Por una parte, los niños no resultan cargantes, cosa en la que han fallado las tres primeras entregas. Chris Pratt está a la altura, como era de esperar, y la bellísima Bryce Dallas Howard -¡qué belleza!-, tiene en su haber un rol por el que se la ha criticado al resultar por momentos una mujer aparentemente inferior con los hombres, lo cual es una chorrada absoluta, sobre todo cuando comprendes que es una chica independiente, que no quiere niños y es incapaz de cuidarlos, dándole prioridad a su trabajo. Pero todo tiene una evolución y hablar sin ver es fácil. Me gustaría destacar a Jake Johnson, uno de los informáticos que rinde tributo al parque de Hammond con una camiseta comprada por eBay. Probablemente sea por momentos el más humorístico, pero sus chistes están tan bien llevados que deja por el suelo el humor tan familiar que le pesaba a las anteriores entregas.
Pero si hay algo en lo que destaca Jurassic World sobre las anteriores películas -sobre todo a la segunda y tercera- es su crudeza. Es mucho más seria, por momentos se nos pueden saltar las lágrimas -los últimos segundos de un diplodocus agonizante-, es oscura, hay sangre, muertes por doquier, y algunas de ellas son extremadamente crueles, lo cual es de agradecer porque ésto era lo que necesitaba la franquicia. La banda sonora de Michael Giacchino no solo reivindica el mítico tema musical creado por John Williams -los pelos de punta cuando suena por primera vez mientras nos enseñan el parque- sino que cuadra a la perfección tanto dentro como fuera de la película. El compositor vuelve a crear una pequeña joyita que se hace grande con cada escucha y nos deja claro que es uno de los grandes referentes de la música actual.
Y ahora es cuando vengo y probablemente muchos me odien por lo que voy a decir, pero tengo que hacerlo, siento la necesidad de ello. Tengo mis argumentos, aunque no sean válidos. Es cierto que Spielberg es intocable y que gracias a él tenemos la primera Parque Jurásico, y sin ella no habría llegado a nuestras pantallas ésta cuarta entrega. Pero de no ser por su primera creación, a la que hoy día le sigo encontrando errores garrafales que no son propios de su director, le diría humildemente que se fijara en Trevorrow quien ha sabido llevar una historia similar a una nueva óptica mucho más directa y espectacular -en su momento también lo fue la primera- que hacen pequeñas a sus secuelas. De ahí que Jurassic World se coloque para mi al mismo nivel del principio de la saga. Evidentemente no tiene el romanticismo que conserva la película de 1993, pero el entretenimiento que me ha causado ésta es lo que me ha hecho razonar, y cuando una película me deja con la cara torcida, me ofrece cosas que no espero, no es previsible -dentro de lo lógico-, y tiene un magnífico final -que no os lo cuenten!- solo puedo alabarla, y el conjunto lo merece. Por tanto, Jurassic World es uno de los grandes blockbusters del 2015 y ha revitalizando la franquicia haciendo pequeñas a sus anteriores secuelas. ¡Bravo! ★★★★★
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.