MY NAME IS OLIVER QUEEN
Tras marear la perdiz durante media temporada y dejar a los héroes en una situación más que comprometida es el momento de comprobar si la espera ha valido la pena y los argumentos se cierran de forma satisfactoria. Sin embargo, podemos adelantar que el broche final estará cargado de luces y sombras, a imagen y semejanza de lo que ha sido toda la tercera temporada. Por una parte, los acontecimientos se suceden sin pausa desembocando en un combate final entre Oliver y Ra's al Ghul por caminos tortuosos donde, pese al alto ritmo, se echa un falta un poco más de coherencia. Y es que los giros argumentales, lejos de sorprender por su buen planteamiento (como por ejemplo ocurre en la serie hermana The Flash), son muy forzados y pillados por los pelos. Toda una serie de traiciones que no son tales, alianzas que tampoco son tales y tratos con el diablo que nos van explotando en la cara por obra y gracia de las exigencias de guión. De esta forma, el disfrute del capítulo dependerá en mucha medida de las tragaderas que tengamos, ya que comulgaremos con ruedas de molino de tamaño XXL. Salvando este "pequeño" detalle es indudable que el entretenimiento está garantizado.
Empezamos con la montaña rusa. Un avión se dirige rumbo a Starling City cargado de asesinos de la Liga y altas dosis del virus Alfa-Omega para matar a todos del habitantes de la ciudad como a chinches. Sin embargo, las cosas no saldrán como estaban previstas. La explosión de los motores del aeroplano destapan del plan de Oliver: acabar con los pasajeros y su mortal carga aunque tenga que dejarse la vida en el intento.
Sin embargo, pese a contar con la ayuda de Nyssa, Ra's consigue escapar con un recipiente del virus. Poca ha sido la ganancia... Mientras tanto, en Nanda Parbat descubrimos que Malcolm consiguió inmunizar a sus compañeros de celda con el antídoto de aquélla manera, de forma que se han vuelto inmunes al Alfa-Omega.
Su liberación se produce por obra y gracia de Flash, a quien Oliver debió llamar a cobro revertido o por tam-tam. Un Deux Ex Machina de libro. Una vez libre el equipo Arrow vuelve a Starling City sin Flash, que tenía que ir a hacer algo importante como acompañar a su pobre tía al oculista, ni Tatsu/Katana que pasa palabra.
De esta forma el equipo (con las polémicas adhesiones de Nyssa y Malcolm) vuelve a estar unido. Evidentemente saltarán chispas, aunque el objetivo de perseguir a un enemigo implacable y la plaga que puede liberarse de forma inminente en la ciudad terminará por unir a caracteres tan contrapuestos en una misión común. Mientras Ray Palmer desarrolla un método para propagar e inyectar el antídoto por el aire gracias a sus nanobots la habilidad tecnológica de Felicity permitirá obtener un medio de localizar el Alfa-Omega antes de que se libere, así como revelar los verdaderos planes de Ra's al Ghul. La fecha elegida no es casual, sino que coincide con la visita a Starling de su némesis, su enemigo declarado Damien Darhk, quien ahora comanda HIVE y se postula como enemigo a batir en la siguiente temporada. Plan fallido, ya que Darhk es el más listo de la clase y no se deja pillar fácilmente, así que toca tirar de Plan B: matar a todo el mundo y a tomar por saco. Cuatro ubicaciones diferentes obligan a formar cuatro equipos (a los que se unirá la nueva Speedy) para localizar y neutralizar a los portadores. Sólo que en un buen giro de guión (alguno queda, que esto no es Gotham) el recipiente será la sangre de los propios miembros de la Liga. Una herida (aunque sea auto-infligida) y virus que vuela libre. Así que la cosa se complica bastante, sobre todo para los que tiran de arco y flechas, aunque nada que una buena patada voladora a tiempo no arregle. Y para lo que se escape, ahí está Ray enviando sus nanobots.
Mientras el equipo lucha contra los cuatro portadores, a Oliver le toca bailar con la más fea. Un combate a muerte entre Ra's al Ghul y Al Sah-him. Oliver ya no es Arrow, ni siquiera el antiguo Oliver Queen. Es una persona nueva transformada por el amor de Felicity. Chúpate esa mandarina. Pasando por alto semejante estulticia, por desgracia nos encontramos ante un bluff en toda regla. No es ya que la gran pelea final sea corta e insípida, sino que está horriblemente rodada. Con 17 cámaras y un montaje de juzgado de guardia gracias al que no se ve nada e incluso se nota que está rodado a cámara lenta. Sin pasión, sin ritmo, cualquier parecido con los frenéticos e impactantes finales de las temporadas anteriores, y más aún con la extraordinaria pelea final contra Slade Wilson, supone un quiero y no puedo que termina de echar por tierra un personaje tan potente como Ra's al Ghul. Sin tener en cuenta la terrible planificación de la escena, todo termina cuando Oliver mata a Ra's. Mi teoría es que la Cabeza del Demonio está tan harto de su inmortalidad que prácticamente se deja vencer para que otro acarree con su cáliz. De cualquier forma gana, ya que su elegido ocupará su puesto. O eso cree el pobre hombre... La escenita final con Felicity ejerciendo de Deux Ex Machina (y van...) y salvando a Oliver de caer por una presa embutida en el traje de Atom mejor que pase inmediatamente al olvido como un mal sueño.
Así que aquí termina la temporada, con sus más y sus menos. Para la próxima nos deja un nuevo equipo protector de Starling City, un Diggle que aún no sabemos qué identidad secreta se confeccionará, una probable némesis, a Malcolm convertido en el nuevo Ra's al Ghul (¿de verdad? válgame Crom...) y la incógnita de bajo qué identidad volverá Oliver tras sus vacaciones cogidito de la mano de su Feli. Porque no nos creemos que se retire, ¿verdad? Esperemos que la cosa tenga más enjundia que esta temporada, que ha supuesto un bajón considerable merced a un desaprovechamiento absoluto de Ra's al Ghul y la Liga de Asesinos, rendirse al fandom más "CW" para materializar esa entelequia conocida como Olicity sin mucho sentido y, sobre todo, la ausencia de una línea argumental clara y coherente. Al final parecía que los responsables no tenían mucha idea de qué hacer con el material que manejaban. Así ha salido la cosa en líneas generales. Por no hablar de que los flashbacks han sido una rémora. No narran absolutamente nada que no
cuente por sí misma la línea argumental del presente. Otro
desaprovechamiento de un escenario con tantas posibilidades... En fin, querido señor showrunner, señores guionistas... espero y deseo que espabilen en la próxima temporada. ¡Quiero a mi Arrow de vuelta, al bueno, no al descafeinado!
Cinéfago por puro placer y juntaletras ocasional. Defensor de las causas perdidas seriéfilas. Hincado de hinojos ante Hitchcock y Tarantino, entre otros muchos. Amante de la ciencia ficción, la aventura, Rick Remender, Jonathan Hickman, el helado de chocolate, Jessica Chastain y Eva Green (no necesariamente por ese orden).