Siempre es un placer dejarse tentar por las enrarecidas atmósferas lovecraftianas y acudir con pasión enfebrecida a una nueva edición del Nocturna Film Festival de Madrid. Una cita que en su tercera edición se ha confirmado ya como obligatoria para los amantes del cine fantástico y de ciencia ficción y que aúna propuestas de indiscutible calidad y presencia en otros "hermanos mayores" como Sitges con divertimentos absolutos, serie B y ponzoña de la peor calaña destinada a hacer las delicias de los amantes del cine más desprejuiciado. Todo un soplo de aire fresco que nos da la posibilidad de ver proyectadas en pantalla grande propuestas interesantes que cuentan con escasas probabilidades de estrenarse en suelo español. Y es que un festival que tiene como símbolo al mismísimo Cthulhu no puede tomarse a la ligera. El comienzo de cada proyección con la deidad lovecraftiana emergiendo de las profundidades y haciendo que la platea clame y se postre a sus pies ya se ha convertido en todo un símbolo.
En esta sesión hemos podido asistir a dos propuestas interesantes, cada una de ellas a su manera. La primera estaba precedida por el corto "El vidente", muy bien elegido ya que su tono jocoso se alinea con el largometraje posterior. Se trata de una historia ligera ambientada en los shows de videntes televisivos con alguna vuelta de tuerca curiosa que apuesta decididamente por el humor, aunque su estructura innecesariamente alambicada le resta puntos. Sin embargo, cuenta con un as en la manga de excepción, un protagonista de la talla de Karra Elejalde que está inmenso como siempre y roba descaradamente la función como un vidente presuntamente argentino de lo más peculiar, un farsante que tal vez no lo sea tanto... Y tras el aperitivo pasamos al primer plato:
KILL ME THREE TIMES
Curiosa propuesta australiana a medio camino entre el thriller y la comedia, protagonizada por Simon Pegg aunque la trama es muy coral. Un asesino a sueldo será el testigo de los tejemanejes de un dentista con demasiada afición a las apuestas, su posesiva y resolutiva mujer, el propietario de un bar de carácter violento, negocios turbios y mano suelta con su mujer, el amante de ésta y un veterano policía corrupto hasta la médula y que se las sabe todas. Una serie de vidas que se irán cruzando de forma que nos irá deparando más de una sorpresa a medida que avanza el metraje, a lo que ayuda la estructura de la película en tres líneas temporales y puntos de vista diferentes que van convergiendo hasta que unimos todas las piezas del puzzle.
De esta forma, encontramos como base una historia anclada en el cine negro más clásico, con todos sus elementos: Femmes fatales, asesinos sin escrúpulos, la novia del gangster, el héroe intachable, el poli corrupto, la rubia peligrosa, el calzonazos sometido, un montón de dinero de por medio, sexo, sudor y sangre. Mucha sangre. Sólo que esta base negra está rebozada por un constante tono humorístico que va desde la negrura más absoluta hasta momentos más pueriles. Ojo, no esperemos un Locke & Stock o incluso un Giro al infierno. Se queda muy lejos de estas propuestas. Si una frase se le aplica como un guante es "Tarantino ha hecho mucho daño". En esta ocasión, la narración fragmentada no juega a su favor ya que le falla la planificación, quedando bastante cojo el nivel de interés de cada una de las "líneas temporales" o "muertes". Las dos primeras resultan incluso repetitivas mientras que todo acelera a partir de mitad de metraje, que es cuando la historia empieza de verdad a concretarse, tomar interés y despegar. Así pues, requiere unas dosis de paciencia del espectador para llegar a disfrutar del conjunto. De igual forma, a quien no entre en el humor de la película sus ajustados 80 minutos se le van a hacer un mundo.
Destacar también un reparto muy coral, como hemos comentado, en el que destaca sobremanera Simon Pegg haciendo de Simon Pegg. Aunque hay que reconocer que el jodío lo hace muy bien, le tiene cogido el punto a este tipo de personajes y en esta ocasión le añade un plus de cinismo y chulería que le viene como anillo al dedo. No tarde en hacerse el amo de la función. Acompañándole tenemos a dos bellezones como Alice Braga y Teresa Palmer luciendo palmito de Femme fatale pasándolas (y haciéndolas pasar) canutas y a un veterano como Bryan Brown bordando su personaje de policía perro viejo bastardo. Como curiosidad, en el reparto encontramos también al mayor y más desconocido de los hermanos Hemsworth, Luke. Por lo demás, destaca también el buen aprovechamiento que se hace de un marco incomparable como los paradisíacos paisajes australianos y una banda sonora obra de Johnny Klimek con un tema principal potente pero que llega a hacerse cansina. En definitiva, un divertimento desprejuiciado plagado de humor negro e inesperadas explosiones sangrientas que se queda lejos de la maestría pero resulta entretenido si entras en su mezcla tonal y eres capaz de salvar los primeros 20 minutos.
El corto "The Fisherman" tuvo el honor de ejercer de telonero del plato fuerte de la noche. Un ejercicio de estilo rodado en Hong Kong que sabe aprovechar las posibilidades estéticas de tan potente escenario para ofrecernos una revisión bizarra de "El viejo y el mar". Un testarudo pescador que está casi en la ruina intenta salvar el orgullo y su barco aferrándose al clavo ardiendo de atrapar una presa de lo más peculiar que le puede acabar dando fama y fortuna. Un corto muy bien rodado al que le sienta fenomenal la atmósfera oriental (no hubiera sido lo mismo si se hubiera ambientado en Cantabria como era la intención de su director) y con un final sencillamente perfecto. Todo un acierto para abrir boca de cara a potentísima obra que cerró la noche y que opta sin duda a encabezar las listas de las mejores películas vistas en esta edición:
IT FOLLOWS
Impecable y original película de terror que viene a constatar el hecho de que no todo está inventado en el género. Todo un soplo de aire fresco que huye del susto fácil (sólo encontraremos un par de ellos en todo el metraje) y los típicos artificios de utilizar efectos musicales para sobresaltar al espectador. Lejos de ello, cimenta toda su potencia en la capacidad de su director para crear una atmósfera opresiva y llena de tensión mediante un ritmo pausado pero firme y un recurso que se muestra de lo más efectivo como son los travelling circulares. Un producto de terror adolescente que demuestra que no es necesario tratar como idiotas a sus potenciales espectadores y huye de la complacencia y del terror de churrera. Sobresaliente el punto de partida (esa concepción de la maldición como si se tratara de una enfermedad venérea), la efectividad al transmitir el desasosiego que produce saberse condenado a una vida miserable donde lo mejor a lo que se puede optar es a breves periodos de paz que pueden acabar en cualquier momento y la gran interpretación de Maika Monroe, que sigue postulándose como una promesa de primera categoría.
Para un mayor detalle sobre la que sin duda será la gran película de terror del año os recomiendo fervientemente visitar la reseña de nuestro compañero
Dante Martín en el siguiente
enlace.
Cinéfago por puro placer y juntaletras ocasional. Defensor de las causas perdidas seriéfilas. Hincado de hinojos ante Hitchcock y Tarantino, entre otros muchos. Amante de la ciencia ficción, la aventura, Rick Remender, Jonathan Hickman, el helado de chocolate, Jessica Chastain y Eva Green (no necesariamente por ese orden).