CONQUER
El último episodio, dirigido nuevamente por el gran Greg Nicotero es una buena muestra de que los guionistas son expertos en comprimir varios puntos interesantes en un solo episodio, y como siempre, en el último de cada temporada. El cierre de la quinta no deja respirar durante su algo más de una hora de duración (se anunció que duraría noventa minutos, pero con anuncios incluido)
La primera escena nos retrae al final del primer episodio de la quinta entrega, donde aparecía Morgan en la búsqueda del grupo de Rick. Ahora lo vemos despertando en un coche, sonriendo al mirar como la suerte de su pata de conejo le acompaña. Se prepara algo caliente bajo una fogata y aparece en escena un extraño personaje que trata de sorprenderlo, un hombre que lo apunta con una pistola y con una W dibujada en su frente. “¿Por qué la W?” pregunta Morgan. Éste le explica que hace años, los primeros pobladores pagaban por las cabezas de los lobos, y que ahora están de regreso. Morgan le responde que todo tiende a volver. Pero el hombre le dice que se va a llevar todo lo suyo, incluso a él. Morgan le responde que puede llevarse todo lo que quiera menos a él, que no lo piensa permitir. Tras él aparece otro hombre para atacarlo, pero Morgan reacciona ágilmente y con una vara los vapulea. Inconscientes, los deja en el interior del coche, toca el claxon y vuelve al sonreír al ver su pata de conejo.

Daryl y Aaron continúan su camino. El primero sigue un rastro reciente mientras que Aaron le habla de algunos que llevaron a Alexandria y tuvieron que darles exilio sin armas. Seguidamente observan a un hombre con un poncho rojo al que pierden la pista, pero llegan a una especie de almacenes donde hay grandes contenedores, probablemente con comida. Aaron encuentra una matrícula de Alaska para su colección. Daryl abre uno de los contenedores, pero se trata de una trampa. De ellos comienzan a salir centenares de caminantes. Quedan sin salida, a duras penas se defienden con lo que tienen, la matrícula, cadenas… pero no es suficiente. Esquivando rápidamente a riesgo de ser mordidos se meten en un vehículo. Allí Aaron encuentra una nota escrita que avisa de la trampa y de “hombres malos”. Luego le pregunta a Daryl si cree que las ventanas aguantarán “un rato” al menos. “Tal vez”, le responde. “Vine aquí para no sentirme encerrado allá y aun así me siento mejor que cuando estaba encerrado en esas casa. Es una locura, ¿no?” Dice irónicamente. Tras un rato de conversación, decide salir para dejarle vía libre a Aaron, pero éste se niega, deciden hacerlo los dos a la vez. A la cuenta de tres comenzará la acción o el posible último atisbo de vida para nuestros protagonistas, pero de repente aparece en escena Morgan salvándoles el cuello. Agradecido, Aaron le propone ir a Alexandria, pero éste le dice que sigue otro camino. Saca un mapa y les pide ayuda para que le sitúen donde se encuentra. Al cogerlo, Daryl ve una firma en él, la de Rick Grimes, entonces se hace el silencio y lo mira…
En Alexandria, Rick Grimes despierta, sanado, vendado, repleto de tiritas. Se mira a sí mismo y se ríe. “¿Qué es tan gracioso?” pregunta Michonne. Rick recuerda el momento del vagón y hace una comparativa. Ella le dice que Pete está aislado en otra casa y que todo lo que pasó se lo podía haber contado antes a ella. Glenn, Abraham y Carol entran. Cuando Michonne le pregunta sobre la procedencia del arma, Carol se apresura a tapar su tapadera y le achaca a Rick que fue él quien la consiguió. El discurso de Rick continúa y propone que cada uno se fije un objetivo para que la armería quede libre y puedan hacerse con ella. Reconoce su error y vuelve a descansar, pero Carol lo vuelve a visitar más tarde, le dice que su actuación fue perfecta ya que ha logrado que todos se centren en él y le da otra pistola. Más tarde, Rick se levanta y cruza entre los hombres, saluda a Tobin y Deanna lo mira con cara de pocos amigos. Visita a Jessie y ella le dice que no deberían de hablar, se da media vuelta y entonces le dice “tenías razón”. Pete lo ve desde la casa donde está, y minutos antes recibe la visita de Carol quien lo amenaza con un cuchillo para que siga cuidando de Tara. Éste se asusta y tras la marcha de Carol patalea la casa gritando “¡Esta no es mi casa!”

Maggie trata de hacer entrar en razón a Deanna sobre Rick, ya que esa noche se va celebrar una reunión para hablar sobre él. El marido de ella parece más razonable. Poco después, Glenn observa como Nicholas salta la valla y lo sigue. En parte, esto es lo que Nicholas quiere pues tiene en mente un plan para acabar con él. En el bosque, Glenn le pierde la pista pero de pronto recibe un disparo y cae por una ladera. Nicholas sigue su rastro pero lo pierde, entonces aparece abalanzándose sobre él, pero parece que Nicholas tiene la fuerza a su favor. En ese momento un grupo de caminantes aparece y se echan encima del novio de Maggie… Nicholas escapa pero minutos después aparece Glenn quien ha podido quitárselos de encima (no sabemos ni vemos como), y aunque herido de bala en el hombro, le da una paliza a Nicholas y se dispone a matarlo con la pistola, pero éste llora como una nena pidiendo perdón, asustado. Tras estas rencillas más propias de “colegas”, ambos salen del peso y se apoyan para salir de allí, olvidando sus trifulcas.
Mientras tanto, Sasha limpia los muertos de fuera de la valla y acaba reposando sobre ellos en un hoyo. Por otra parte, Gabriel sale fuera, sin armas. Está dispuesto a morir, abre sus brazos ante un caminante pero al acercarse, coge una soga que le rodea al cuello y lo mata. Hace lo mismo con un cuerpo que yace en el suelo y regresa a la comunidad, pero deja la puerta abierta, absorto en sus actos cometidos. Volvemos con Rick, que confiesa a Michonne que todo fue un plan de Carol, Daryl y él. Le ofrece un arma para la rebelión y ella le confiesa que lo va apoyar, pero no hay necesidad de armas. “Algo va a ocurrir, pero no lo provoques tu”. En ese momento, Rick mira por la ventana y ve que la verja está abierta. Encuentra un rastro de sangre y emprende la búsqueda, han entrado caminantes y nadie los ha visto.
Ha comenzado la reunión sin Glenn, Gabriel ni Rick, y todos los del grupo del sheriff hablan sobre lo esencial que es Rick en el grupo. Deanna no está a favor y les comenta lo que Gabriel les dijo, pero Jessie le recuerda que en la reunión no está el sacerdorte. Gabriel regresa a la capilla, allí está Sasha, quien pide ayuda por estar enloqueciendo, pero el la niega y la culpa por todo lo que han hecho. Entre los dos estalla una disputa y Sasha lo apunta con su arma, apunto de matarlo, pero Maggie entra y la frena. Entonces, el cura llora y confiesa que todos los de la iglesia murieron por su culpa, pero ella le ofrece su mano para calmarlo y darle a entender que lo entiende, que todos han pasado por ellos.

Por otra parte, Rick ha encontrado a los caminantes y les ha dado muerte con sus manos. Lleva un cuerpo a la reunión y les dice lo siguiente: “Los que están afuera nos encontraran, nos cazarán, trataran de usarnos, tratarán de matarnos. Pero sobreviviremos. Os enseñaré y cambiaréis” Cuando el discurso parecía convincente, aparece Pete con una especie de espada y le increpa a Rick. El marido de Deanna trata de poner calma pero Pete, fuera de si, le corta el cuello y lo mata. Deanna, repleta de dolor, comprende cada palabra de lo que Rick le lleva diciendo desde el primer día. Mira al sheriff y le dice: “Hazlo” y sin pensar, Rick elimina a Pete con su pistola. Tras hacerlo, ve a Morgan, quien ha sido llevado por Aaron y Daryl…
Regresamos a los almacenes, donde los caminantes están dispersos. Aparecen los hombres de la W en la frente, quienes han apresado al hombre del poncho rojo. Le dan muerte y tratan de poner orden. ¿Cómo? muy sencillo, tienen un mando que acciona en el interior de los contenedores una estruendosa música que anima a los caminantes a encerrarse…
De este modo cerramos la temporada, teniendo un nuevo orden en Alexandria y ofreciéndonos a un nuevo equipo salvaje liderado por esos “lobos” que darán mucho que hablar en la sexta entrega. De momento cerramos por ahora, a esperas de la nueva y primera temporada de “Fear the Walking Dead”, la nueva serie que supone un spin-off de la franquicia de Robert Kirkman y que será emitida en los intervalos en los que The Walking Dead no se emite.
En resumidas, podemos decir que ésta quinta temporada ha tardado en levantar cabeza. Como lleva ocurriendo tiempo, sus comienzos son buenos pero sufren de un relleno soporífero para luego levantarse a mediados de su segunda vuelta y ofrecernos finales tan interesantes como éste, donde nos demuestran que no hace falta eliminar a personajes principales para mantener la fuerza y el interés.
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.