Llegamos al final del primer acto de la serie con una coda formada por dos capítulos enlazados (¿aunque no lo están todos en realidad?) que conforman un brillante broche de oro antes de entrar en el merecido descanso invernal de la serie, al mismo tiempo que abren la puerta a un futuro que no puede ser más prometedor. Es un buen momento para hacer balance y confirmar lo que venimos afirmando desde el principio de esta temporada: esta es la serie que debería haber sido desde sus inicios y no fue. Aunque el título de este capítulo podría aplicarse de forma metalingüística a la segunda temporada completa: En lo que se transforman. Y en este caso, estamos ante la confirmación de que esta serie se ha transformado definitivamente en la punta de lanza del Universo Marvel en su traslación a la pequeña y gran pantalla.
La segunda gran escena es el encuentro de Skye con su padre. Por fin culmina una subtrama que lleva abierta desde el principio de la serie y se ha cocido a fuego lento. Este encuentro estará lleno de tensión y revelaciones, y destaca un muy buen Kyle MacLachlan dando vida a ese científico que, pese a su terrible temperamento, no puede ocultar su amor incondicional por su hija. Evidentemente, Skye no le hará precisamente arrumacos ni le entregará las postales y regalos que le había guardado por el Día del padre.
Pero sí quedará claro que el doctor espera algo muy especial de ella relacionado con el Adivinador; algo que la hará trascender. Una vez recuperada por fin su hija, el doctor puede por fin emprender su venganza final hacia el hombre que destrozó su vida. Aunque Whitehall demuestra que es un bastardo de primera y siempre había conocido la identidad del doctor, aprovechándose de su conocimiento del Obelisco para seguir sus propios planes. Hasta que llegamos a otra escena llena de emoción el la que el doctor ve de nuevo su propósito destruido cuando Coulson, intentando rescatar a Skye, acaba con la vida de Whitehall.
De esta forma, el director de SHIELD se convierte a los ojos del transtornado doctor en el hombre que no sólo se ha convertido en una especie de padre moral para su pequeña, sino que además le ha impedido matar con sus propias manos al nazi, frustrando una venganza que llevaba años persiguiendo. La ira irracional que inunda al doctor le lleva a intentar acabar con la vida de Coulson, su nuevo objetivo, cosa que sólo podrá impedir Skye. La chica ha evolucionado mucho a lo largo de la serie, como demuestra al disparar sin ningún tipo de contemplaciones a Ward (pese a que éste la sigue protegiendo). Sin embargo, es incapaz de matar a su propio padre, que consigue huir, no sin antes desvelar el verdadero nombre su hija: Daisy.
La tercera escena fundamental de este episodio viene cuando Skye se adentra en los túneles de la ciudad alienígena para recuperar el Adivinador de manos de Raina. Aquí es donde se nota la falta de presupuesto de la serie, ya que hubiera ganado mucho en espectacularidad si en lugar de unos túneles oscuros hubiéramos tenido una panorámica descubriendo la plateada ciudad en todo su esplendor. Aunque al menos se compensa con la tensión añadida de adentrarse en lo desconocido, sin saber qué nos espera tras cada recodo, mientras Tripplet corre contra el reloj para desactivar las bombas que habían colocado para volar la ciudad antes de que estallen llevándose por delante a Skye y Coulson, que había ido tras la chica.
El momentazo espectacular viene cuando Raina y Skye se encuentran en la cámara y ésta se cierra desvelándose la verdad sobre el Adivinador: el objeto se abre mostrando que en su interior alberga unos Cristales Terrígenos, que comienzan a expandir las Nieblas Terrígenas a su alrededor. Como sabrán los aficionados marvelitas, las Nieblas Terrígenas son un mutágeno que Los Inhumanos utilizan para que los de su raza, cuando están preparados, evolucionen y adquieran el potencial que albergan en sus genes.
En este caso, tanto Raina como Skye saldrán de su capullo convertidas en seres extraordinarios en una transformación gloriosa, mientras que el pobre Tripplet se convierte en piedra al verse expuesto a las Nieblas en su afán por proteger a Skye. Mira que ha sido maltratado este personaje durante la temporada. La cuota afroamericana la seguirá cubriendo Mack, que despierta de su letargo al haber cumplido su función como guía de las dos Inhumanas. Así se cumple también la profecía del padre de Skye:
"Cuando todos te rechacen por lo que te conviertas, yo siempre te estaré esperando".
De esta forma, tras el épico final se cierra un ciclo argumental y se abre otro mucho más ambicioso y que tendrá repercusiones de amplísimo calado. Se dejan determinadas puertas abiertas, como la nueva alianza que se forma entre dos agentes de HYDRA que se han quedado
"huérfanos" tras perder a sus respectivos guías: Ward y la Agente 33. ¿Qué camino emprenderán?
Por otra parte, por fin conocemos quiénes son el misterioso doctor y su aún más misteriosa hija.
El doctor es Calvin Zabo, científico más conocido por desarrollar una poción que libera su rabia convirtiéndolo en el amoral y furioso Mister Hyde. Y Skye no es otra que su hija Daisy Johnson, más conocida como
Quake en los comics, y que adquiere el poder de provocar terremotos.
Por otra parte, en el epílogo del capítulo se nos abre otra trama de potencial ilimitado.
La transformación de Skye y Raina provocará que otro Obelisco comience a brillar en un despacho desconocido. Su propietario telefonea de inmediato comunicando que hay unos nuevos convertidos; un propietario cuyos ojos han sido borrados del rostro. Este extraño individuo se trata de
El lector, un Inhumano con el peligroso poder de hacer realidad todo aquello que lee, y que por ello ha sido desposeído de sus ojos... aunque el descubrimiento del Braille le dota de nuevas vías de usar sus poderes.
En definitiva, Los Inhumanos están aquí, y la segunda parte de la temporada promete ser de órdago.
En resumen, una primera parte de temporada que ha desbordado todas las expectativas. Tras la subida de calidad de la recta final de la temporada anterior, podemos confirmar que los creativos de esta serie han trabajado de lo lindo para darle un vuelco completo, minimizando los defectos y potenciando todas las virtudes.
De esta forma, desde el primer capítulo de esta nueva tanda el ritmo, la cohesión, la emoción y los giros de guión electrizantes no sólo se han mantenido sino que han ido in crescendo hasta el explosivo final antes del parón. No sólo estamos ante una muy buena serie que hará las delicias tanto de los seguidores de los comics como de los espectadores que se acerquen a través de las películas, sino que la apuesta de Marvel es brutal al convertir a la serie en el medio a través del que ir ampliando su universo cinematográfico. El hecho de que se haya presentado aquí un concepto tan potente como el de Los Inhumanos, con película prevista para 2018, así lo confirma. Este es el camino.
Los Agentes de SHIELD han vuelto definitivamente para quedarse. Seguramente la serie no estará en ningún ranking televisivo del año pero, al igual que pasa con los Guardianes de la Galaxia cinematográficos (que tampoco saldrán oficialmente en las listas de lo mejor del año) todos los que la sigan la tendrán presente para continuar devorando sus tramas cuando pase el parón, convirtiéndose en toda una triunfadora moral. ¡Excelsior!
Por Antonio Santos