MAKING FRIENDS AND INFLUENCING PEOPLE
Tras presentarnos a las principales amenazas que van a tener a la gente de Coulson en jaque esta temporada, en este capítulo prosigue el juego del gato y el ratón entre SHIELD e HYDRA, incidiendo aún más si cabe en las agradecidas tramas de espionaje puro y duro. Aquí se sigue mostrando de forma evidente que los titubeos iniciales de la serie han quedado atrás y tiene muy clara su evolución, apostando por tramas más duras y centradas en los trapicheos entre las diferentes agencias de inteligencia. Evidentemente, esto no es la serie Bond ni una adaptación de John Le Carré, pero sí que se empieza a sacar todo el potencial del mundillo del espionaje desarrollado en el Universo Marvel, y que puede dar mucho juego.
En este caso, asistimos a la principal problemática que está encontrando Coulson a la hora de reclutar nuevos agentes. Cada antiguo agente de SHIELD es un objetivo, y tanto la renacida agencia como HYDRA tratan de llegar los primeros para captarlo. En esta carrera, Coulson ha llevado las de perder. Lo que no sabe es el porqué del rotundo éxito de su principal enemigo para "robarle" los agentes: Si no puede captarlo por lo "civil", no duda en hacerlo por lo "criminal". En este caso, capturar a su presa y someterla a un proceso de lavado de cerebro (con ciertas reminiscencias a La naranja mecánica) en el que anulan su personalidad y la sustituyen por una fidelidad inquebrantable a HYDRA. De ahí nuestra sorpresa cuando volvemos a encontrarnos con Jemma Simmons siguiendo su rutina para ir su nuevo trabajo en un laboratorio. Sólo que queda claro que no es un trabajo cualquiera cuando de repente vemos en la pared el logotipo de HYDRA. ¿Le habrán lavado el cerebro? ¿O la habrán captado y por eso evitan hablar de ella en SHIELD?
Cuando Simmons descubre cuál es el próximo objetivo de HYDRA es cuando se revela la verdad. La agencia trata de captar por todos los medios a Donnie Gill (nombre clave Ventisca) el joven pupilo de Fitz y Simmons que la pasada temporada adquirió accidentalmente poderes para congelar todo aquello que toca y está en fuga desde que fuera liberado de El Cubo. Tras haber acabado a sangre fría (nunca mejor dicho) con todos los agentes que han enviado para captarlo, ¿qué mejor que jugarse una última carta con Simmons, al tener un vínculo previo? Contando además con que no terminan de confiar en la chica. Y sus razones tienen, porque la científica sigue trabajando como agente doble para SHIELD, como se revela en otro genial giro argumental (de ahí el título del capítulo).

De esta forma, un barco en Marruecos (el Maribel del Mar, nada menos) será el escenario donde tendrá lugar una tensa confrontación entre HYDRA y SHIELD por hacerse con un activo tan poderoso como Ventisca. Sólo que también se evidencia que tanto la serie como Coulson han madurado. Ya no se trata de ir saltando de fase en fase como en un videojuego y atrapar al malo final, sino jugar una partida de ajedrez con tu rival y tratar de ir arrebatándole piezas. La primera opción, captar al activo. La segunda, cazarlo y quitarlo de la circulación. Si las dos primera no tienen éxito, acabar con él. Lo importante es que no pase a engrosar las filas del enemigo. Aquí Skye demostrará cómo su entrenamiento por parte de May va viento en popa, al acabar con la vida de Ventisca de un disparo sin ningún tipo de contemplaciones, y además contribuir a que la confianza de HYDRA en Simmons se afiance, lo que permite que suba en el escalafón. Sólo es trabajo. Aunque el hecho de que no se recupere el cuerpo de Gill hace suponer que volveremos a verlo por aquí. Por otra parte, Coulson por fin le revela a Fitz que Simmons no ha seguido a su lado porque está en una misión más importante. Aunque el momentazo (otro más) llega cuando Fitz encuentra a Ward tras su muro de cristal, enfrentándose al hombre que le ha robado lo que más aprecia (sus facultades mentales) y ha convertido su vida en un infierno. Ward, en su nuevo papel de Hannibal Lecter marvelificado, promete también darnos más de una sorpresa, como la que regala a Skye al comentarle que su padre está vivo y puede llevarla con él. De momento, el traidor es el único que consigue hacer subir sus pulsaciones.
Muchos alicientes en este capítulo, destacando el continuo juego de lealtades y espejos deformantes que hacen que el espectador vaya siempre un paso por detrás de las tramas, el carisma del líder de HYDRA, una maníaco elegantemente cruel y amoral, y lo bien desarrollados que están algunos personajes (sobre todo en el caso de Fitz). Si alguien me llega a decir hace un año que esperaría expectante el siguiente capítulo hubiera dudado de su cordura y/o de su moderación con las bebidas alcohólicas, y sin embargo así están las cosas. Esperemos que la audiencia perdida en los peores momentos de la serie se vaya poco a poco recuperando,
Cinéfago por puro placer y juntaletras ocasional. Defensor de las causas perdidas seriéfilas. Hincado de hinojos ante Hitchcock y Tarantino, entre otros muchos. Amante de la ciencia ficción, la aventura, Rick Remender, Jonathan Hickman, el helado de chocolate, Jessica Chastain y Eva Green (no necesariamente por ese orden).