Continúa la búsqueda de Creel por parte del equipo de Coulson. Por una parte, ha robado el extraño objeto monolítico (
El Obelisco) cuyo contacto es mortal para cualquiera que entre en contacto con él, y la prioridad es recuperarlo antes de que caiga en manos de HYDRA. Por otra, Creel es lo suficientemente peligroso como para haber acabado con el comando de mercenarios que ayudaba a SHIELD en sus misiones. Con todos menos con uno, Hunter, que salva la vida pero no puede evitar ser capturado por el ejército.
En ese momento será tentado por un Talbot que sigue obsesionado por acabar con SHIELD: Una buena suma por la cabeza de Coulson en bandeja de plata.
Mientras tanto, un nuevo jugador se suma a la partida. Raina, la chica del vestido de flores, intentará hacerse con el Obelisco por lo civil (ayudando a un Creel que está absorbiendo sin poder evitarlo las características mortales del extraño objeto) y, al no tener éxito, opta por hacerlo por lo criminal, dándole a SHIELD la llave para localizar al hombre absorbente. En la expedición para capturar a tan peligroso enemigo tendrá una importancia crucial Fitz. Aunque sus capacidades mentales siguen disminuidas, contará con la inestimable ayuda de
Mack, un nuevo agente que ejercerá de
Pepito Grillo para centrar los procesos mentales del genial científico y lograr construir un ingenio capaz de anular los poderes de Creel. Sin embargo, la confusión del combate entre el equipo de Coulson y su poderoso enemigo será aprovechado por Raina para hacerse con el Obelisco. De cualquier forma, Coulson usará a Creel para lanzarle un órdago a Talbot en un final que pone sobre el tapete cuánto ha crecido en
molabilidad el personaje.
Pero no sólo de acción vive SHIELD. Lo más interesante es la trama centrada en el misterioso objeto que a buen seguro se extenderá durante buena parte de la temporada y que sirve a varios fines: Por un lado, cuando se "activa" muestra estar cubierto por extraños símbolos similares a los que Garrett y Coulson no podían parar de dibujar al final de la primera temporada. Parece que hay alguna relación entre el Obelisco y el milagroso compuesto que devolvió a la vida a Coulson y Skye, y acabó con la cordura de Garrett. Es más, Coulson sigue experimentando estas evasiones en las que no puede dejar de pintar las paredes de símbolos y diagramas, aunque esta vez cuenta con la ayuda de May para intentar estudiarlos y comprenderlos.
Por otra parte, parece tener la suficiente "consciencia" para elegir a quién mata y a quién perdona la vida (como es el caso de Raina). El manual de instrucciones parece tenerlo en su cabeza el líder de la nueva facción, que resulta ser el misterioso padre de Skye (interpretado por Kyle Maclachlan, al que los papeles de malvado con intereses ocultos le sientan como un guante) con lo que seguro que la joven agente jugará un papel decisivo en la lucha por el poder de tan misterioso y poderoso objeto.
En definitiva, las buenas sensaciones del arranque de esta temporada continúan. Añadimos un agente de lo más carismático y las tramas se siguen desarrollando de forma ágil y amena.
Sin duda, los argumentos más enrevesados y centrados en las conspiraciones y el submundo del espionaje Marvel, deudores de las clásicas etapas de Jim Steranko o Archie Goodwin, le sientan a esta serie como un guante.
Por Antonio Santos