"NOS PREOCUPAMOS EN TENER EN VEZ DE SER"
¿De qué va?
Lucy es enredada por su novio para llevar un maletín misterioso a un peligroso magnate coreano. Por fuerzas del destino, acaba completamente herida con una bolsa de una nueva droga en su interior. Tras una paliza, la droga se abre en su interior y el contenido se fusiona con ella pudiendo hacer uso de su cerebro poco a poco hasta llegar al cien por cien, obteniendo de ésta forma poderes y haciendo uso de la materia a su antojo.
Reparto
Scarlett Johansson es Lucy
Morgan Freeman es Norman
Choi Min-sik es Mr.Jang
Amr Waked es Pierre del Rio
Dirección
Luc Besson (León El Profesional)
Impresiones
A Besson le gustan las mujeres guerreras. Ya lo mostró en Nikita, El quinto elemento y ahora con Lucy. Sin separarse de su fiel género, la acción, ahonda en lo sobrenatural con una carga de ciencia ficción y una trama que nos hace preguntarnos sobre lo que pasaría si pudiéramos usar el cien por cien del cerebro. Scarlett Johansson, que vive su mejor racha como actriz, interpreta a una joven con ganas de fiesta que se ve inmersa en una trama de mafias y tráfico de drogas. El peligroso Mr.Jang está interpretado por el mítico Choi Min-sik al que recordamos por Oldboy o la genial Encontré al Diablo. Y no podía faltar el incombustible Morgan Freeman haciendo lo que mejor sabe, ser secundario de lujo.
Tras éste breve reparto destacado toca hablar de la película. La premisa con la que parte la historia es muy atractiva y su protagonista realiza un muy buen papel. De hecho, conforme avanza el film y vamos descubriendo sus poderes logra engancharnos y entretenernos. No obstante, toda esa parafernalia sobre el porcentaje cerebral es tan misteriosa que Besson tiene la veda abierta para suponer y hacer creer al espectador que lo que ocurre al llegar al límite final es así. Por supuesto, ese es uno de los grandes misterios de la vida por lo que fantasear con tal cosa en una película de ficción puede resultar delicado si quiere hacerse con ello algo serio. Por un simple suponer, imaginémonos este argumento en manos de Christopher Nolan. De seguro que habría llegado más lejos y le habría dado una carga más profunda. Y quien dice Nolan, dice algo más rebuscado como Lynch, Cronenberg o ¿por qué no? el fallecido Stanley Kubrick. ¿Nos la imaginamos en sus manos? Con ésto no trato de comparar sino de dar a entender que la historia como tal le ha venido algo grande al director. Por poner un ejemplo, ocurre algo parecido a lo que hizo el maestro Clint Eastwood con Más Allá de la Vida. En esa película hablaba de una temática desconocida, lo que hay después de la muerte, algo que no supo tratar ni explicar en su película y por eso le vino algo grande. Besson se extralimita con la fantasía y por eso deja en el aire algunas incongruencias que pasamos a relatar a continuación con algún que otro spoiler.
Por una parte, no tiene mucho sentido la escena del avión en la que poco a poco se va deformando y desintegrándose. Por lo que nos da a entender, necesita raciones de droga para subsistir y no morir, aunque según ella, como le anuncia al personaje de Freeman, tan solo le quedan veinticuatro horas de vida. Entonces, si va a morir ¿para que se toma tal cantidad de droga al final del metraje?. Pretenden explicarnos que es para llegar al cien por cien del cerebro, pero entonces la muerte no ocurre como tal ya que aunque se desintegra, está ahí, como un ente, en todas partes. Lo más curioso es que ese viaje espiritual la lleva al origen del mundo e incluso mucho más allá, al origen del universo. Finalmente, lo que el director y a su vez guionista nos trata de contar es que al usar el porcentaje total, nos convertimos en dioses, pudiendo no solo controlar cualquier elemento, sino estando en todos los sitios a la vez. Algo que no suena muy lógico ya que si todos usáramos la totalidad cerebral, seriamos simple polvo molecular en un mundo vacío.
Por supuesto ésto sería buscarle los tres pies al gato y a fin de cuentas Lucy es una película para echar un buen rato. Llevando la firma de Luc Besson no podemos esperarnos más que acción a raudales, por lo que ese apartado lo cubre con éxito. El otro, el profundo y matemático, le viene algo grande. La banda sonora corre a cargo de su fiel amigo y compositor, Eric Serra. Habituado a la electrónica, se adapta bien a la película y a la personalidad de la protagonista, quien adopta un cambio de personalidad brusco pero acertado en el momento en el que su cerebro se expande.★★★★★
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.