Un asesino desgarbado, de comportamiento autista y cruel. Una pequeña comunidad online de frikis inadaptados. Una conspiración gubernamental. Un misterioso cómic que puede cambiar el destino de la raza humana. Secretos y mentiras que encapsulan secretos aún mayores. Y planeando sobre todo ello, una pregunta: ¿Dónde está Jessica Hyde?
Este es el apasionante punto de partida de una nueva demostración del grado de madurez de la televisión británica. Una vez más, planteando la serie en un número reducido de capítulos y lanzando docenas de ideas por episodio. La trama se desarrolla en una Inglaterra oscura y sucia. En el ambiente se palpa la tensión de una sociedad al borde del colapso, en un clima casi pre-apocalíptico. Con este punto de partida, podríamos encontrarnos ante otro capítulo de esa maravilla que es
Black Mirror, aunque en este caso desarrollado como miniserie.
La trama parte de este ambiente caótico para presentarnos a un grupo de fanáticos seguidores de una novela gráfica de culto llamada "The Utopía Experiments", escrita por un fallecido genetista poco antes de morir al borde de la locura. Cada uno de ellos responde a un estereotipo llevado al extremo: Un enfermo de las teorías de la conspiración, un informático treintañero que no ha salido del nido, una estudiante que desarrolla su tesis sobre la novela gráfica y un niño prodigio rebelde y maleducado. Su particular universo compartido explota cuando el quinto miembro les descubre que tiene en su poder el manuscrito con la continuación inédita del cómic y, poco después aparece muerto. El resto del grupo verá cómo de repente se les acusa de crímenes que no han cometido y se verán forzados a colaborar para sobrevivir a la batalla por conseguir el manuscrito entre una peligrosa organización secreta llamada
"La Red" y la misteriosa Jessica Hyde, de quien se desconoce su procedencia y objetivos.
Simultáneamente, una segunda trama nos adentra en los tejemanejes políticos en el seno del gobierno y las luchas internas por hacerse con el control de la Sanidad del país, en una turbia sucesión de extrañas epidemias cuyos hilos parecen estar manejados por la industria farmacéutica con la ayuda de importantes cargos políticos.
Las dos tramas, que se van sucediendo en paralelo, al final acabarán encontrándose desvelando oscuros secretos largamente enterrados.
Con un tono mezcla de la valentía formal y conceptual de Black Mirror y el realismo sucio y antiheroico de Misfits, nos veremos inmersos en una compleja trama trufada de sociedades secretas, oscuros planes gubernamentales, alianzas imposibles, chantajes, traiciones, muertes, torturas, experimentos terroríficos y conspiraciones cuyo epicentro está en el misterioso manuscrito que puede guardar el secreto del futuro de la humanidad. Los personajes van adquiriendo cada vez más matices, de forma que las lealtades son más que inciertas y cualquiera puede esconder oscuras motivaciones. Cada pregunta que se responde genera nuevos enigmas. Los giros argumentales son constantes y nos llevarán de revelación en revelación, hasta que la última piedra del puzzle encaja y desemboca en un final perfecto que nos dejará con un poso de amargura.
En resumen, un prodigio narrativo y formal, con una puesta en escena y una modulación de la trama fabulosas.
Ojo, no es una serie fácil para el espectador, que se verá siempre puesto a prueba y requiere darle vueltas al coco para no perderse en los recovecos de la trama. Aunque evidentemente se agradece encontrarse de vez en cuando ante sorpresas de este calibre. Más de una vez nos va a dejar con la boca abierta. ¡Hay que verla! Por cierto, a punto está de estrenarse la segunda temporada. Esta primera cierra sus tramas completamente, así que el primer enigma será ver por qué tortuosos derroteros nos lleva la continuación.
Por Antonio Santos