Tras una primera temporada que fue de menos a más, partiendo de una base fuertemente ligada a los cómics de DC en los que se basa el personaje y fortaleciendo poco a poco tanto tramas como personajes hasta llegar a un final épico, las espadas están en todo lo alto en el inicio de esta segunda temporada.
Hemos dejado a un protagonista que comenzó como un justiciero sin muchos escrúpulos para cumplir con su misión de "limpieza y saneamiento" de Starling City y poco a poco fue abandonando su búsqueda de venganza en aras de una búsqueda de justicia. La dureza rocosa con que fue pulido por su estancia en la isla ha dejado paso poco a poco a la colaboración con la policía de la ciudad y, sobre todo, a la confianza en su equipo. Tras ver cómo su mejor amigo moría en sus brazos, Oliver comienza esta temporada con un nuevo objetivo: No matar. Sus pocos escrúpulos respecto al asesinato de los infractores de la ley le costaron su amistad, y no está dispuesto a traicionar la memoria de su amigo. Por otra parte, ahora nos encontramos a una Moira Queen procesada por su participación en la conspiración para acabar con los Glades (el barrio más humilde y conflictivo de la ciudad) y esperando sentencia en la cárcel. Finalmente, las evidencias de su arrepentimiento, que permitió que gran parte del barrio pudiera ser evacuado antes de ser arrasado, y la intervención de una mano negra que parece influir en el jurado en el último momento, acaban con la absolución de Moira. Más tarde descubriremos que esta mano negra no es sino Malcolm Merlyn, que sigue vivo tras su aparente muerte a manos de Arrow y que además nos descubre un secreto largo tiempo guardado y que puede destruir a la familia Queen: Thea, la hermana de Oliver, es hija suya.
Los problemas familiares con el encarcelamiento de Moira afectan también a Industrias Queen, que ven cómo una empresa competidora lanza una OPA hostil para hacerse con su control. De esta forma, Oliver se verá obligado a bregar no sólo contra el mundo del crimen, sino también en el terreno de los negocios para no perder el control de la empresa familiar. Finalmente, conseguirá los apoyos necesarios para seguir controlando la empresa, pero tendrá que compartir la dirección con la fría ejecutiva Isabel Rochev (interpretada por la siempre estupenda Summer Glau). En cuanto al inspector Lance, ha sido degradado a oficial al descubrirse sus contactos con Arrow, pese a ser clave en la salvación de la ciudad y detención de la conspiración que pretendía acabar con los Glades. Pero seguirá colaborando con Arrow, al que deja de ver como un justiciero al comprender que puede ser un valor efectivo para llegar donde la policía no puede. De esta forma, Oliver encuentra un nuevo apoyo que le ayuda a dejar de lado su venganza particular para centrarse en combatir el crimen de la ciudad.

Pero, pero... ¿Qué pasa con la acción, las persecuciones, las peleas? ¿Se ha convertido esta serie en Hamlet? No, hombre, tampoco es eso. Todo el entorno y el tono de la serie gana mucha profundidad, pero también lo hacen sus momentos de acción. Por un lado, tenemos los flashbacks, que son más interesantes que nunca. Descubrimos cómo a la isla llega un barco en busca de una mercancía misteriosa, capitaneado por el doctor Ivo, un científico con pocos escrúpulos que no duda en esclavizar a quien se cruza en su camino y utilizar a sus prisioneros como cobayas humanos en sus experimentos. Oliver cae en sus redes y, en su cautiverio, descubre que su amante (y hermana de su novia) Sara, a quien creía muerta tras el naufragio, está viva y colabora con el científico. Finalmente, Sara ayudará a Oliver a escapar y, junto a Shado y Slade, competirán con Ivo para encontrar la preciada mercancía, que resulta ser una droga llamada Mirakuru. Slade resulta mortalmente herido en su enfrentamiento con los mercenarios de Ivo, y como último recurso Oliver decide inyectarle el mirakuru de forma desesperada, pero no consigue salvarle la vida. Aunque consiguen escapar, Ivo mata a sangre fría a Shado, y poco después Oliver y Sara descubren que Slade sigue vivo. La droga ha cambiado su organismo haciéndolo más fuerte y resistente, pero también mentalmente inestable y muy propenso a la violencia desmedida.
Mientras tanto, en el presente, Sara vuelve a Starling City para comprobar que su familia sigue bien tras los daños sufridos por la ciudad, actuando también como justiciera bajo la identidad de Canario Negro. Aunque en un principio se niega a revelar a su familia que sigue viva, termina haciéndolo para ayudar a su hermana Laurel, que ha caído en una adicción al alcohol y los barbitúricos. La vida de Sara también correrá peligro al ser perseguida por una orden llamada Liga de asesinos, a la que perteneció en el pasado. Finalmente, una de las lugartenientes de la Liga, Nyssa al Ghul, le perdonará la vida, uniéndose desde ese momento al equipo de justicieros de Arrow. Por otra parte, Arrow se enfrenta a la introducción en Starling City de un nuevo brote de la droga Vértigo y a la aparición de unos mercenarios con fuerza y resistencia aumentadas, los mismos efectos del mirakuru. Se trata de los resultados de la experimentación que un tal Hermano Sangre está haciendo con la droga entre vagabundos y yonkis, y que acaba con la muerte en la mayoría de los casos. Uno de los conejillos de indias será Roy, el conflictivo novio de Thea, que resiste los efectos del mirakuru, aunque acaba padeciendo el efecto secundario de inestabilidad mental. Oliver, que conoce la droga y sus características, acabará cogiendo a Roy bajo su cargo para entrenarle y ayudarle a usar sus nuevos poderes y resistir los efectos sobre su psique. Finalmente se descubrirá que el Hermano Sangre es en realidad Sebastian Blood, uno de los más firmes candidatos a la alcaldía de Starling City y defensor de las clases menos favorecidas. Aunque quien realmente maneja los hilos es ni más ni menos que Slade Wilson, que desde las sombras está orquestando una conspiración para acabar con Oliver.
También toman relevancia dos personajes que, sin duda, acabarán siendo de gran importancia en el universo de la serie. Por una parte, se presenta un científico de la policía de Central City que responde al nombre de Barry Allen y que posteriormente será conocido como Flash (serie en preparación). Además de un lío con Felicity (bueno, más bien es Felicity la que está hecha un lío entre él y su enamoramiento no correspondido hacia Oliver), se nos muestra el accidente en el que acabará obteniendo sus poderes. Por otra parte, Amanda Waller empezará a mover sus fichas, reclutando al Tigre de Bronce para un escuadrón secreto de convictos (plantando así la semilla de la que surgirá próximamente el famoso Escuadrón Suicida).

En resumen, estamos ante un comienzo de temporada que avanza mucho en solidez con respecto a la temporada anterior, conservando su raíces en el universo de los comics. Narrativamente se añaden un buen número de subtramas, se potencia la complejidad de las tramas y personajes principales y se va tejiendo una red de conspiraciones, enemigos y misterios que pronostican una segunda mitad de temporada llena de emociones y sorpresas. ¡Un buen trabajo para dejarnos expectantes y deseosos de nuevos capítulos!
•Lo mejor: Una mayor complejidad en tramas y argumentos. Las subtramas, tanto en flashbacks como en el presente, ganan profundidad e interés para el futuro de la serie. La presentación de nuevos personajes con mucho potencial.
•Lo peor: Algún personaje apenas esbozado y que podía haber dado mucho más jugo, como es el caso de Nyssa al Ghul (que esperemos que se desarrolle más en el futuro). El personaje de Laurel Lance es una pena, el peor desarrollado y que menos aporta a la serie con diferencia.
Por Antonio Santos
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.