"HACE UNAS CUANTAS TORSIONES Y LUEGO SE VUELVE A SU PEQUEÑA CELDA. ESA ES SU VIDA"
Gabriela Cowperthwaite dirige éste documental que trata de narrarnos el juicio mantenido con la empresa SeaWorld cuando ésta fue acusada del excesivo uso hacia las orcas, animales marinos que para muchos es incomprensible tener un trato con ellos que no sea visto desde el exterior. En el metraje ésto nos servirá de excusa para entender en cierta manera lo que algunos ya sabíamos sobre el cautiverio de éstas, pero de seguro encontraremos algunos datos que nos sorprenderán. Sin embargo, lo realmente impactante será comprobar varios casos en los que algunos entrenadores han sufrido el ataque de éstos gigantes marinos de más de 2.500kg.
La duda entra en juego cuando la propia gente habla de error humano o ataque. Para comprenderlo, antiguos trabajadores de SeaWorld, empresa que ha dado de lado la opción de hablar y no ha querido participar en el documental, nos comentan sus experiencias ante tales ejemplos ya que una compañera suya murió desmembrada, siendo la mas entrenada y perfeccionista de todos. A raíz de ésto, nos remontaremos 39 años antes cuando la propia OSHA, la agencia en defensa de la liberación de éstos animales, entre en juicio con el primer caso en 1970, cuando un grupo de cazadores buscaba atrapar bebés para su cautiverio en las celdas de Sealand. Justo aquí observamos una de las magnificencias de éstos animales, y es su capacidad de raciocinio y su astucia. Observamos como cuando van a ser cazados, ellas se dividen de forma que los machos salen por una parte en forma de distracción hacia los barcos mientras que las hembras con sus bebés huyen por otro. Todo ésto nos emociona cuando el hombre que narra éste hecho y que participó en el acto, comienza a llorar al darse cuenta de lo que estaba haciendo. "Era como secuestrar a un niño lejos de su madre" Finalmente, fueron expulsados de Washington, por lo que trasladaron la caza a Islandia.
Nos centraremos en la vida de varias orcas, pero será Tilikum el mayor protagonista. Un bebé capturado en 1983 y que cogió una envergadura inmensa de tal forma que su espacio en los recintos de Seaworld se le quedaba pequeño. Escuchar los entrenamientos duros que les hacían y los castigos severos para que aprendieran son solo uno de los ejemplos de lo miserable que puede llegar a ser el ser humano. Sin embargo, la clave de todo la tiene una neurocientifica que nos habla con detalle del cerebro de las orcas, que al igual que los delfines es mas extenso. Ambos tienen desarrollada una parte del mismo que les acentúa el afecto y por lo tanto se convierten en animales sociales. Un ejemplo claro lo tenemos cuando los delfines quedan varados en alguna costa y llegan a ser decenas de ellos, precisamente porque siempre van juntos. Éste es solo uno de los ejemplos que nos muestran que las orcas son animales que necesitan del afecto y la compañía y que nunca hacen ningún daño en su hábitat natural. Ahora bien, ¿Por qué hay más de 70 casos de agresiones registrados a sus entrenadores? El documental es claro, sobretodo en su tramo final. No solo influye el ser separado y unido a otras especies de otras partes del mundo, con otro lenguaje, sino que el mayor problema es la frustración. Buscan una salida, llamar la atención, y finalmente actúan así como en el caso de Tamarie, Dawn Brancheau, Alexis Martinez o Ken Peters.
De éstos nombres, sus situaciones son estremecedoras y más aún cuando algunas imágenes han sido grabadas como en el caso de la joven Tamarie que pudo salvar la vida gracias a la idea de uno de sus compañeros aunque salió con el brazo totalmente destrozado. También hay que mencionar la historia ocurrida en el Loro Parque de Tenerife, donde sin apenas experiencia, enviaron a cuatro orcas a un lugar que no tenía las condiciones necesarias y ésto le pasó factura al joven Alexis, el cual, por desgracia, era el mejor preparado. Pero sin duda, me quedo con el agobiante vídeo de Ken Peters y la última actuación de Kasatka. Tras verlo no pude mas que tragar saliva, y es que el hombre era todo un experto y estaba preparado para cualquier adversidad como lo demostró. Tuvo sangre fría y su reacción es increíble. Ha sido uno de los vídeos que mas me han impactado, más que nada por la actitud y la calma de Peters.
Es un documental a tener en cuenta. Nos hará pensar cada vez que vayamos a un espectáculo marino. De seguro ya no veremos aquello como un show, sino que veremos a un animal gigante haciendo unos movimientos para luego volver a su pequeña celda y sufrir hasta el día de su muerte. Sí, su esperanza de vida gira entre los 25-35 años por estar encerrados, pero fuera de su celda, en su hábitat natural, su media de vida es similar a la de los humanos. Todo ésto y mas detalles escabrosos a la par que indignantes los veréis en éste documental recomendable.
◘ BSO
Jeff Beal (House of Cards) tiene la batuta para realizar la música de éste documental donde nos regala una maravilla orquestada en cada momento puntual. Podemos disfrutar de su música en modo suite en el siguiente enlace.
Blackfish
•Lo Mejor: El escalofriante vídeo de Ken Peters. Nos abre los ojos con respecto a los "shows" marinos.
•Lo Peor: El desorden a la hora de contar las historias
•Calificación: 8/10
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.