Don Hertzfeldt que siempre ha estado envuelto en el mundo del cortometraje y la animación comenzó en 2006 con un primer corto que se convertiría en trilogía y que a día de hoy ha podido unirse en un film muy peculiar.
It´s Such a Beautiful Day. Año 2012.
¿De que va?
Bill es un hombre normal, que tiene la vida que podría tener cualquiera. Se hace las preguntas existenciales que cualquier humano podría hacerse. Sin embargo, un día contrae una enfermedad difícil de curar...
Impresiones.
It´s Such a Beautiful Day comenzó en 2006 con el primer cortometraje llamado
Everything Will Be Ok. En este caso nos encontramos con Bill, y solo el primer minuto ya nos ofrece una narración curiosa que de seguro nos habrá pasado a más de uno en alguna ocasión. Así observamos como Bill será un personaje con el que empatizaremos sobremanera y que pese a ser un monigote, comprenderemos su parecer y pensar.
El segundo corte es
I´m So Proud of You es la parte mas existencial y donde entre todo su malestar, observamos algunas cosas importantes de su vida, como la separación de sus padres o el porqué su madre actúa como lo hace. Aunque es en cierto modo, a mi parecer, el menos interesante de los tres (a lo mejor esa no es la palabra apropiada), no resulta para nada aburrido ya que enlazará directamente con un desenlace llegado en su tercera parte.
It´s Such a Beautiful Day es el tercer corto y el que da título a la película que la forma. En éste caso, observamos a Bill en el hospital, su salida, y las consecuencias de ello, las cuales no tienen precio. Igualmente, éste contiene el mensaje mas voraz como colofón y su final lo dice todo, el cual tiene una carga emocional brillante, donde a mas de uno se le saltarán las lagrimas.
Sí, es un tipo de animación diferente, y no voy a decir revolucionaria, porque no supone ninguna innovación el ver a un monigote andando, como si fuese un dibujo de los años veinte. Lo realmente impresionante, es hacer con ese monigote, una historia con la que nos sintamos identificados y lleguemos a sentir verdadera pena por ese muñequito. Es algo curioso, brillante y que aunque parezca mentira, ha marcado un punto en alto en este tipo de animación, la cual es exclusivamente para adultos y no para cualquier mente que espere una cinta con una trama infantil.
Un monigote con sombrero, llamado Bill. Un circulo, con cuatro lineas que forman sus piernas y brazos. Una película fuera de lo normal con una historia que no es para cualquiera y que quien se piense que va a ver una cinta animada cualquiera, se equivoca. Lo que nos ha regalado el señor
Hertzfeldt es cine que va mas allá de las ideas del cine animado, y lo mas asombroso es que ha logrado sumergirnos en una trama profunda desde su principio y en tan solo sesenta minutos ha conseguido lo que la mayoría de grandes cineastas a veces no pueden ni con tres horas. Solo por esto, ya la película merece toda una mención de honor.
Y si tengo que poner una puntilla (no un pero, ojo) es lo que habría sido de ésta profunda historia si la hubiese dibujado algún artista independiente o no, pero con otro estilo. Solo por curiosidad. Igualmente, el resultado es fantástico.
Y desde aquí aprovecho para mandar un saludo a
Alejandro Salgado y os invito a pasaros por su interesante blog,
A.S.B Virtual Info que no tiene desperdicio y fue quien me hizo descubrir esta película que de seguro la habría pasado de largo si no es por el.
Música.
Salvo algunos temas instrumentales mas cercanos, la gran mayoría es una selección de temas de música clásica conocida y alguna quizás no tanto, pero elegida con mucho acierto por el autor. Perfecto para el film.
Lo Mejor: Su historia. Su arriesgada apuesta. Una joya animada.
Lo Peor: No es para niños ni para cualquiera que crea que va a ver una película convencional animada. Que no sepamos que habría sido de esta historia con otro tipo de dibujo.
Calificación:
8.5/10
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.