"CREO QUE, EN REALIDAD, NADIE SALE NUNCA DE AQUÍ"
¿De qué va?
Tras ser sacados del laberinto, creyendo que habían encontrado la salvación, el grupo lidera do por Thomas se da cuenta que la instalación en la que descansan está controlada por CRUEL, por lo que harán lo posible por escapar aunque eso suponga tener que sufrir un inmenso desierto y crueles obstáculos.
Reparto
Dylan O'Brien es Thomas
Kaya Scodelario es Teresa
Thomas Brodie-Sangster es Newt
Aidan Gillen es Janson
Giancarlo Esposito es Jorge
Lili Taylor es Mary
Barry Pepper es Vince
Dirección
Wes Ball (El corredor del laberinto)
Impresiones
Por si no teníamos bastante con el sopor de la primera entrega, 20th Century Fox se ha empeñado en llevar la trilogía basada en la novela de
James Dashner a la gran pantalla. Vuelve
Wes Ball -No
Uwe Boll, porque de ser así, al menos habría servido para echarnos unas risas- y va a ser el legítimo director de la trilogía, ya que está planificando el rodaje de la tercera y última. Aun así, sabiendo que ésto no es un éxito, han decidido dejar la tercera entrega en una sola y no doblarla, como han hecho otras sagas juveniles desde
Harry Potter, Crepúsculo o
Los Juegos del Hambre. Lo curioso de esto, es que
Ball va a ser el único director al frente de la trilogía a diferencia de otras sagas. La razón dada es que el reparto se sintió tan a gusto con él, que rogaron por su permanencia, lo cual nos lleva a pensar que no hay mano dura en la productora y que al final, lo que importa es pasárselo bien mientras puedan hacer caja. 20th Century Fox lleva mucho tiempo dejando de la mano de Dios sus productos. No hay más que echar un vistazo a cintas que podrían ser potentes y acaban siendo fiascos absolutos, como
4 Fantásticos. Tan solo se valen de la buena mano de veteranos en los que puedan tener fe ciega, pero está claro que no tienen mucho ojo a la hora de escoger buenos directores y sobre todo guionistas.
La secuela de
El corredor del laberinto es
tan impersonal e incongruente como lo era la primera pero a un nivel superior, ya que en ésta hay algo más que un simple laberinto del que no pueden salir. En ésta se expande el mundo para ofrecernos un viaje similar al que tenían los protagonistas de
El señor de los Anillos pero sin su calidad ni efectos, es decir, correr sin saber a donde voy a llegar. Sus protagonistas están mucho peor tratados ya que en la primera llegabas a tener cierto afecto por algunos de ellos, pero
aquí, salvo Thomas, nos importa un pito lo que les ocurra a los demás. Tanto es así que a uno de ellos le cae un rayo encima y no solo no lo mata sino que a los tres minutos está en perfecto estado, corriendo como uno más.

El movimiento zombie se apodera de ésta saga. Pero ojo, que como ya sabemos que aquí todo tiene nombres nuevos, a éstos los llaman Cranks y su infección se debe a la "llamarada", tormentas solares que los consumen. No obstante, actúan como tales ya que si te hieren, aunque sea de un zarpazo, estás perdido porque te contagias del virus. Ingenioso y original, ¿no?. No pasa nada, existe una cura. El personaje de Lili Taylor nos la enseña y gracias a ella, un infectado puede curarse con el tiempo, probablemente meses, tal y como dice en la película. Pero ¡que curioso!, una afectada recibe la dosis estando ya en el límite de su enfermedad y esa misma noche está en pie para la acción como si nada hubiese pasado por ella.
En resumidas, un personaje al que le cae un rayo encima y no le pasa nada, una infectada que debería curarse en meses y lo hace en una sola noche... ¿qué nos falta? ¡Ah, sí!, el discurso final del protagonista, totalmente épico, subido a una piedra mientras jóvenes y mayores lo miran casi con lágrimas en los ojos. No dice gran cosa, tan solo algo similar como que clama venganza, y los demás, aún sabiendo que es una misión suicida, han sido ganados como si William Wallace motivara a su ejército. Sí amigos, ésto es un breve resumen de lo que nos vamos a encontrar en la secuela de El corredor del laberinto. Si queréis más, tendréis que esperaros a 2017 para el estreno del cierre. Y yo me pregunto ¿No pierden dinero con éstas cosas? Se ve que hay gente que las disfruta. ★★★★★
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.