"ESTO ES POR MI FAMILIA. TE DARÉ TODO DE MÍ"
¿De qué va?
Billy Hope es el imbatible campeón de peso medio que tras varias tragedias en su vida ve como cae en picado en el mayor vacío perdiéndolo todo. Si quiere arreglarlo tendrá que cambiar, reformarse, pero para ello necesita un combate más con aquel que lo desafió en uno de los puntos más álgidos de su carrera.
Reparto
Jake Gyllenhaal es Billy Hope
Rachel McAdams es Maureen Hope
Forest Whitaker es Tick Wills
Curtis 50 Cent es Jordan Mains
Miguel Gomez es Miguel Escobar
Dirección
Antoine Fuqua (Día de entrenamiento)
Impresiones
No hace falta más que echar una mirada atrás para comprobar que Antoine Fuqua es un director con nervio, sus cintas tienen ritmo y pese a que sean mejores o peores, siempre entretienen. Con Southpaw estamos ante un caso de cinta que le viene como anillo al dedo ya que emplea a la perfección la acción de la cámara, sabe manejar a los actores como nadie y su trabajo no decae durante dos horas.

Sin embargo,
Southpaw es una película que
mirándola fríamente no aporta nada nuevo al género. Lo que está ya lo hemos visto anteriormente en una u otra historia. Es un batiburrillo donde el director sabe sacarle partido.
¿Pero, es ésto lo que queremos? No estoy muy seguro. No obstante, podemos deleitarnos en un nuevo trabajo de un
Jake Gyllenhaal que reclama ya su Oscar a voz en cuello. Su forma de meterse en el papel lo hace único. Recordemos que anteriormente nos deleitó con
Nightcrawler en lo que claramente era un papel para llenarlo de premios, donde no solo interpreta, se deja la piel literalmente. En
Southpaw ha ganado corpulencia, físicamente está tremendo. Si unimos a eso su papel de hombre que se crió en orfanato, con
acento callejero y una pasión unida a la de su esposa Maureen, interpretada por
Rachel McAdams, que no hace más que avivar su nervio al entregarse en cada combate, tenemos una pasión fundada que se refleja a la perfección en la película.
Cabe destacar a Forest Whitaker, secundario de lujo, en el papel del entrenador/regente del gimnasio. Un actor que siempre suele estar bien -mejor de secundario para mi gusto- y que aquí tiene en su haber una interpretación a la altura de lo que se requiere, dando fuerza a la expresividad de Hope y artífice de su cambio a mejor. Sin embargo, como ya he mencionado al comienzo de la reseña, ésto es tan solo lo que nos mueve a aguantar ya que el producto no ofrece nada de interés al espectador a no ser que sea un auténtico fanático de éstas historias y no le importe encontrarse con lo mismo de siempre. Pero ¡ojo!, no por ello es una mala película, -aunque tiene su parte de sopor con la historia de la insoportable niña, que se convierte en una ñoñería al cubo- ya que entretiene y sus dos horas se nos pasan volando, lo cual dice mucho a su favor. En resumidas, es una cinta digna de Fuqua, donde su estilo rebosa por los bordes.

Con respecto a la banda sonora, James Horner realizó lo que fue tristemente su penúltimo trabajo. Aunque arropado por canciones de Hip-hop y sucedáneos que conjugan con el cariz del film, Horner supo darle fuerza a los momentos de mayor ahogo del protagonista. Con una suave entrada de acordes a piano nos deja ver que en ésta ocasión ha preferido quedar en un segundo plano salvo en los momentos más puntuales con un score de fondo, ligero, pero apropiado. No molesta pero tampoco destaca salvo en momentos como los tracks Empty Showers, donde hace uso del leitmotiv principal, o en Dream Crusher, donde reconocemos al compositor de obras como Titanic o Braveheart con suma facilidad. O el corte que más me ha gustado, A Long Road Back, el cual recomiendo su escucha. En resumidas, un score decente, como no podía ser menos viniendo de Horner, y una película que salvo por lo previsible y manido de su guion, resulta entretenida y contiene grandes actuaciones.★★★★★1/2
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.