"ASÍ ES COMO SE JUEGA A SER DIOS"
Alan Grant recibe la visita del matrimonio Kirby con el pretexto de hacer un viaje a isla Sorna financiando su excavación. Todo parece normal hasta que finalmente y en su contra, aterrizan para buscar al hijo del matrimonio, perdido durante dos meses.
William H. Macy es Paul Kirby
Téa Leoni es Amanda Kirby
Trevor Morgan es Eric Kirby
Alessandro Nivola es Billy Brennan
Laura Dern es Ellie Sattler
En la entrada del siglo XXI, se realizó una nueva entrega de Jurassic Park, ésta vez con Spielberg en la producción, dejando al cargo al director de cintas familiares como Jumanji, Joe Johnston. En ésta ocasión, y sin basarse en una novela de Crichton -no escribió ninguna secuela más-, quedó todo en las manos de los guionistas donde se encontraba Alexander Payne (Nebraska). La cinta vuelve a retomar al protagonista de la primera entrega, Sam Neill en su rol de Alan Grant. La excusa de viajar hasta la isla Sorna -la sección B que vimos en la segunda entrega- era la del interés de un supuesto empresario para hacer un viaje, gracias a que financia su excavación, pero todo queda en una mentira cuando aterrizan y descubre que todo era un pretexto para guiarlos en la búsqueda de un hijo que lleva dos meses perdido al entrar en la isla, un territorio que había quedado restringido tras los acontecimientos vividos en la segunda parte. Con éste guion como base parte la tercera entrega con el intento de revitalizar la saga.
No obstante, aunque no tuvo una mala taquilla -sí inferior a sus predecesoras-, la película tuvo una mala crítica general y hasta cierto punto es lógico. No tener a Spielberg en la dirección echaba a muchos para atrás, pero la idea de retomar a Neill y de forma muy secundaria a Laura Dern, era suficiente para que el espectador tuviera como mínimo curiosidad. Johnston no era mal director y tenía en sus espaldas varios taquillazos familiares. La cosa sin embargo nos llevaba a plantearnos una duda, ¿era necesario que la saga fuera tan familiar? ¿Que habría ocurrido si se hubiera tornado más cruda, creando verdaderas situaciones de terror como ciertos momentos de la primera entrega? De seguro, habría cambiado mucho y puede que otro sector más maduro del público se haya sentido atraído, pero a día de hoy, la saga sigue siendo una franquicia para toda la familia, lo cual no es malo.
La nueva llegada a la isla debía traer novedades para no caer en el aburrimiento y el ostracismo, y por ello decidieron romper la mayor baza de las anteriores entregas, la aparición del tiranosaurio rex, para que éste pasase a un segundo plano con la entrada del spinosaurius, un dinosaurio más grande y letal que contradice las bases científicas -una vez más- al usar dos bestias de distinto tiempo. ¿Pero eso acaso importa?. Aun así, un icono en la franquicia como es el tiranosaurio al tener tan poco protagonismo quizás podría restarle fuerza al film pero la entrada de una nueva especie -supuestamente más letal- podría darle cierto cariz más aterrador. Aquí estalla una nueva incógnita científica con respecto a éstos dos gigantes, sobre todo porque la ciencia aun no tiene claro si el tiranosaurio era un carroñero o un cazador, ya que si bien vimos en las primeras partes que era un perfecto carnívoro que atacaba lo que estaba a su paso, en ésta nos lo muestran como un carroñero, pero entonces ¿qué sentido tendrían sus mandíbulas, cuyos músculos principales estaban precisamente ahí para destrozar carne y hueso? Todo el que quiera indagar sobre el tema tendrá que estudiar o si lo prefiere, echar un vistazo a la wikipedia.
Y si comentamos que las anteriores películas estaban repletas de fallos e incongruencias, ésta no iba a ser menos. Por mencionar tan solo un par de detalles que llaman la atención de primera hora: es curioso observar a un Alan Grant teniendo una pesadilla en el avión con un velociraptor que le habla para una vez despierto y ver por la ventanilla los dinosaurios, decir algo tan inútil como "vaya, lo había olvidado". Pero alma de cántaro, si acabas de tener una pesadilla con uno, lo cual se da por hecho que te sumió en un trauma... Por otra parte, no lejos de ese momento, uno de los exploradores llamado Cooper sale por la parte trasera del avión para adentrarse en el avión. Cuando todos huyen raudos para despegar, éste aparece varios metros después por delante del avión. Quizás es un detalle tonto, pero de cara a la galería no tiene sentido y es nuevamente una muestra de dejadez por parte del director, montajista o el que haya ideado ese momento.
Por supuesto no puede faltar el momento-crío (son el alma de la franquicia), y aunque su repelencia no es extrema, se nos hace raro ver a un chaval solo durante dos meses en aquel paraje y defenderse tan bien como si fuera un marine entrenado para el combate. Pero claro, de no poseer éstos detalles, hablaríamos de una franquicia más seria. Pero la mayor muestra de desgana está en su rodaje. Mientras que las dos entregas anteriores destacaban por sus parajes y exteriores, en ésta todo se limita a escenarios artificiales repletos de plantas de plástico que cantan a leguas y ésto es un punto muy muy negativo.
La banda sonora de Don Davis es funcional, deja su peso en los temas principales creados por John Williams y realiza variaciones de éstos, siendo poco original y repetitivo. Con todo y con eso, la película, ninguneada en su mayoría, no me parece tan mala como se presenta. Sus efectos están logrados, hay sincronización, sale Sam Neill y parece que se han tomado la molestia de indagar en las características de los dinosaurios ya que si nos fijamos, éstos velociraptores son algo diferentes a los que habíamos visto anteriormente, no solo en el color, también tienen algunas plumas en su cuerpo tal y como se ha descubierto. Personalmente y pese a sus defectos, es una película entretenida que no merece tal discriminación pero sí que está muy por debajo de sus antecesoras. ★★★★★
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.