Este es un capítulo ciertamente extraño, ya que pasan cosas más que relevantes pero se nota que se están intentando plasmar las ideas principales con mucho humo alrededor. Es decir, intentando llenar capítulo con cosas intrascendentes para hacer tiempo. Toca preparar la dirección que seguirá la serie esta temporada, pero también hay que hacer tiempo hasta la gran revelación final. Tampoco es demasiado grave, es el peaje que hay que pagar en forma de decompressive storytelling en una larguísima temporada de 23 capítulos. Eso sí, el final es una jugada maestra que puede dar pie, si la idea de desarrolla convenientemente (y nada hace pensar lo contrario, dado el buen hacer de la campaña pasada) a una temporada de quitarse el sombrero. Vayamos por partes.
Nyssa al Ghul
is in da town y ha llegado buscando justicia, como Steven Seagal. Más bien buscando a Sara, que no ha dado señales de vida. Al descubrir que su amada ha muerto no parará hasta que su asesino descanse a dos metros bajo tierra y bien asaeteado, a ser posible. Sin embargo, no es una cuestión fácil, ya que la identidad del culpable sigue siendo todo un misterio. Reacia a colaborar con Arrow (los
herederos del Demonio son muy suyos),
finalmente ambos se verán abocados a hacerlo cuando descubran en el "piso franco" de Sara una pista que los conducirá al paradero del que parece el principal sospechoso: Malcolm Merlyn. Oliver, evidentemente, recibirá la noticia de que su enemigo sigue con vida como un jarro de agua helada. Si Merlyn sigue vivo significa que su hermana está en peligro, así que envía a Roy a protegerla, ajeno a que Thea y Malcolm han forjado una relación paterno-filial.
Es curioso como ahora que Oliver ha decidido ir con la verdad por delante con su hermana, ésta mantenga en secreto su relación con su padre. ¿Rondará algún plan oculto por ahí?
La pista que conducía hacia Merlyn resulta ser buena, lo que dará lugar a una confrontación con el peligroso arquero en la que quedan claras dos cuestiones: Malcolm sigue siendo muy peligroso y un rival de lo más poderoso, y Oliver se ha aferrado con más fuerza que nunca a su promesa de no volver a matar, lo que empezará a crearle problemas con sus aliadas. Tanto Nyssa como Laurel abogan por que el asesino de Sara muera, por lo que no tardan en reprochar a Oliver su exceso de escrúpulos. Curiosamente, esta sed de venganza hará que las dos chicas comiencen a respetarse y a dejar de lado su desprecio mutuo. Mientras tanto, Malcolm consigue llevar a Oliver a su terreno para confesarle, en son de paz, que entre sus muchos crímenes no se encuentra el de Sara. Aunque Oliver le cree, Nyssa no se muestra por la labor de darle el beneficio de la duda, por lo que intentará atacarlo donde más le duele: secuestrando a su hija. Un perrito piloto para Oliver por confesarle a la asesina quién es realmente Thea. Y un caramelito para Roy por ser el guardaespaldas más paquete conocido.
La situación lleva a un espectacular combate entre Nyssa, Merlyn y Arrow por la vida de Thea, que se salda con Nyssa inmovilizada contemplando cómo Oliver vuelve a perdonar la vida de Malcolm, que la ha puesto en sus manos. Gran escena. Este hecho tendrá una repercusión brutal que deja las espadas bien en alto y nos anticipa lo que nos espera esta temporada. Nyssa sigue empeñada en acabar con Malcolm, mientras que Oliver está tan seguro de su inocencia que promete mantenerlo bajo su protección mientras esté en Starling City. Mala cosa, sobre todo porque
la joven asesina tiene tal sed de venganza que no descansará hasta que acabe con su enemigo. Pero no sólo eso, sino que vuelve a Nanda Parbat para informar a su padre de la situación, lo que éste se toma como una auténtica declaración de guerra.
Mientras tanto,
los flashbacks nos narran cómo Oliver se cobra en Hong Kong su primera víctima mortal bajo el yugo de la perversa Amanda Waller, aunque será capaz de darle la vuelta a la tortilla y poner a la burócrata en un aprieto. Al final, descubre que Edward Fyers actuaba en la isla bajo las órdenes de Amanda Waller (por eso ésta estaba al tanto de las actividades de Oliver), y que el avión que pretendía derribar en la primera temporada tenía como objetivo acabar con la vida de la malvada China White (sin importar el resto de pasajeros, así es ARGUS). De esta forma, una confrontación entre la peligrosa asiática y el bisoño Oliver está servida.
Lo mejor, ya sabemos quién será el enemigo a batir esta temporada. Nada más y nada menos que el mismísimo Ra's al Ghul, la Cabeza del Diablo, uno de los más grandes villanos del Universo DC en general y de Batman en particular. Mal pintan las cosas para nuestro encapuchado... La guinda la deja caer Malcolm en su lucha contra los dos arqueros, sembrando la semilla de la duda:
¿No sería posible que el artífice de la muerte de Sara fuera el propio Ra's, deseoso de librase de la infiel que había pervertido a su niñita? Aquí puede haber mucho tomate...
Por Antonio Santos