Llega a toda velocidad una nueva serie basada en las aventuras de un personaje de la editorial
DC Comics, en este caso uno de los grandes, que ha tenido etapas memorables a lo largo de décadas y forma parte del núcleo duro de la
Liga de la Justicia desde tiempos inmemoriales, estando al nivel de grandes
popes como Batman o Superman.
Todo ese éxito en base a una idea de lo más sencilla a la que la imaginación de guionistas con cerebros bullentes de ideas puede dar multitud de posibilidades: Corre muy rápido. Como si portar semejante
curriculum a sus espaldas fuera poco, además tiene el honor de contar con la que muy posiblemente es la mejor galería de villanos del
Universo DC (sólo por detrás del
Cruzado de la capa), lo que lo hace particularmente atractivo para trasladar sus andanzas al medio audiovisual.
Aquí encontramos un primer capítulo de manual. Además, de manual del buen guionista, ya que además de contarnos el origen del personaje aprovecha para presentarnos a su plantel de secundarios, plantear la trama principal que se desarrollará esta temporada como hilo conductor y enfrentar a nuestro héroe a su primer villano de entidad.
Todo ello con un ritmo envidiable, ideas imaginativas, sentido del espectáculo y apuesta decidida por la diversión. Pero vayamos por partes.
Respecto al origen, destacar que la cadena va a apostar por que sus series basadas en personajes
DC se desarrollen en un universo compartido, cosa muy de agradecer. Pero, ¿cómo encaja un personaje superpoderoso en el mismo universo realista de
Arrow? Recordemos que la serie del arquero esmeralda destaca por apostar por un escenario donde los superpoderes no existen, sino que se da una vuelta de tuerca a los villanos clásicos presentados para que tengan aspiraciones y capacidades posibles en el
"mundo real".
De esta forma, ¿cómo meter en un universo sin poderes extraordinarios a un ser con capacidades superhumanas? Pues acudiendo a uno de los orígenes más típicos del mundo del comic: La ciencia. En este caso, un accidente durante la presentación de un novedoso acelerador de partículas en Laboratorios STAR desembocará en una catástrofe que, como efecto secundario, causará cambios drásticos en la naturaleza de algunos de los que han sufrido la onda expansiva del ingenio. Cosas de verse expuesto a cambios a nivel molecular.
En el caso del peculiar agente del CSI Barry Allen, comenzará a experimentar cómo el tiempo parece detenerse a su alrededor. O más bien, que su organismo comienza a funcionar a velocidades supersónicas.
Aquí entra el elenco de secundarios de la serie, donde destaca el equipo de supervivientes de una caída en desgracia Laboratorios STAR, que proporcionarán a Barry los ingenios y conocimientos necesarios para sacar partido de sus nuevos poderes,
además de contar con la supervisión del CEO de STAR, Harrison Welles, cuyas muestras de interés en estudiar al nuevo metahumano esconden ocultas y sospechosas intenciones. En su entorno más cercano, contará con el apoyo del detective West, quien le ha cuidado desde la brutal muerte de su madre en extrañas circunstancias, hecho que provocó que su padre fuera injustamente encarcelado por ese crimen.
Desde entonces, Barry ha dedicado su vida a encontrar las pruebas necesarias para demostrar la inocencia de su padre. Sus nuevos poderes le ayudarán en este aspecto, aunque sus efectos se parecen sospechosamente a la extraña fuerza que acabó con la vida de su madre...
Pronto descubrirá además que no todos los que han recibido habilidades sobrehumanas en el accidente las usan precisamente para hacer el bien.
Así que será el único capaz de enfrentarse a un viejo conocido de West, antiguo ladrón de bancos que ahora utiliza sus habilidades de control de la meteorología para lucrarse. Sí, tenemos ante nosotros la puesta de largo del Hechicero del Clima, uno de los villanos clásicos de Flash. Aunque la pelea es bastante espectacular, la pena es que no se saca el suficiente partido a un personaje con este potencial, ya que el origen del protagonista no deja demasiado espacio para que el villano pueda desarrollarse. Sin duda es algo que se irá corrigiendo en posteriores capítulos.
De esta forma, un muy buen inicio para la serie y una genial plasmación en la pantalla de un personaje tan carismático. Como curiosidad, se nota (para muy bien) la mano en la escritura de este capítulo del genial guionista Geoff Johns, famoso por haber
"devuelto a la vida" la pasada década
a algunos personajes de
DC Comics que vagaban un poco sin rumbo y llevarlos a niveles de calidad envidiables. Uno de ellos, este Flash que nos ocupa, del que consiguió no sólo revitalizar al personaje, sino dotar de sentido, personalidad propia y motivaciones a sus enemigos, dando lugar a una de las mejores Galerías de villanos jamás vista.
Y cada gramo de ese cariño por el personaje se nota en este capítulo, que respeta su esencia completamente. Igual que Arrow es la oscuridad, Flash es la luz. Y como tal aparece en esta serie: Desprejuiciado, chispeante, colorido, vital. En otras palabras, pura diversión. Y acierto absoluto de casting para su protagonista, que no tarda en hacerse el dueño de la función. Otras curiosidades son el breve cameo de Arrow y la presencia como Henry, el convicto padre de Barry, de John Wesley Shipp, anterior encarnación de Flash en su breve periplo televisivo.
Por Antonio Santos