"NO SE SI RECORDARÉ HABERTE CONOCIDO, ASÍ QUE TENDRÉ EL PLACER DE VOLVER A CONOCERTE POR PRIMERA VEZ"
¿De qué va?
Veinte años después de su desaparición, los Sawyer reciben una llamada del hospital donde afirman haber encontrado a su hijo. Sin embargo, éste parece haber perdido la memoria por completo debido a un tumor y no reacciona ordenadamente. Tras probar varias terapias, confían en una musicóloga que parece dar con la clave de su problema.
Reparto
Lou Taylor Pucci es Gabriel
J.K.Simmons es Henry
Cara Seymour es Helen
Julia Ormond es Dianne Daley
Dirección
Jim Kohlberg
Impresiones
Kohlberg debuta con su primer largometraje y hasta ahora único. Productor de cintas de sobremesa y alguna serie, se atreve a contarnos una historia basada en hechos reales y basada en el relato "The last hippie", extraído del libro An Anthropologist On Mars: Seven Paradoxical Tales de Oliver Sacks.

Es interesante meternos en antecedentes para saber a qué se debe el interés de
Kohlberg en realizar éste trabajo y sobre todo, saber las verdaderas causas del caso real. Para ello,
es importante saber que Oliver Sacks no es un cualquiera. Es un reputado neurólogo que ha tenido cientos de pacientes dispares en los que ha podido probar distintas terapias y escribir sobre ellos. De ésta forma ha escrito una serie de libros analizando desde la pérdida de sensibilidad de una pierna hasta el despertar de alguien que ha llevado en coma muchos años. Sus trabajos son tan importantes y conocidos que incluso se realizó una película sobre sus estudios. Fue
Despertares, protagonizada por
Robert De Niro y
Robin Williams.
Así, llegamos al caso de Gabriel u originariamente Greg en el libro. He de decir que he leído por completo la historia y es sobrecogedora. Aunque la base es la misma para la película, hay ciertos cambios con respecto al caso original, donde de seguro nos echaríamos las manos a la cabeza al saber lo que hizo el protagonista tras marcharse de casa, como acabar en un templo budista, totalmente calvo y rechoncho, siendo casi pieza de adoración por los mismos monjes. Os recomiendo echar un vistazo a la historia original porque no tiene desperdicio y sobrecoge. Pero la película, The Music Never Stopped no se queda atrás. Omitiendo ciertos detalles y transformando el resto para hacerlo más acorde, nos encontramos con una película muy cercana y que conecta rápidamente con el espectador. Ahí es donde apreciamos cómo Kohlberg se ha tomado la molestia en realizar una película clara, concisa y que hunde el dedo en la llaga.
Tras verla, comprobamos como el título de la película no puede ser más acertado. No solo porque sea la música el medio con el que protagonista parece reaccionar y vivir al menos ese espacio de tiempo, sino porque es el título de una canción del grupo favorito de Gabriel, los Grateful Dead. En la película, unimos la historia de Gabriel con la de su padre, un hombre que había criado a su hijo con la música de los años cincuenta y que estaba totalmente en contra de la revolución anti-vietnam tras el surgir del movimiento hippie y la paz, quemando banderas por doquier. Ésta era una de las razones que le hacían detestar toda esa música relacionada con Cream, Dylan y los mismísimos Grateful Dead., aunque finalmente tendrá que abrir su mente si quiere volver a hablar con su hijo. Los sucesos que ocurren en la película son tan emocionantes que probablemente nos hagan caer algunas lágrimas en su tramo final, porque verdaderamente nos damos cuenta del sentir de ambos protagonistas, y es ahí donde J.K.Simmons emociona, lo cual es una sorpresa ya que no es habitual verlo en este tipo de papeles.

Si tuviéramos que achacarle algo en contra, probablemente sería ese tufillo a telefilme que desprende y lo cantosa que resulta esa barba de mentira del protagonista. Por lo demás, es una película que cuenta con un compendio de canciones de la época totalmente brillante, unas actuaciones espectaculares, sobre todo la de Simmons y Taylor Pucci y una historia totalmente inolvidable, muy recomendable y que todo el mundo debería ver. Y me quedo como cierre con ésta reflexión, ¿acaso hay algo más bonito que irte de concierto con tu padre y disfrutar juntos de tu grupo favorito? ★★★★★
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.