B.J. AND THE A.C.
El hilo conductor de este capítulo vuelve a ser el Jefe Garvey, aunque cuenta con un co-protagonista la mar de curioso: Un muñeco. Y es que en plena Navidad la ciudad se despierta con la noticia de la desaparición del niño del Belén comunitario. Aunque al principio Kevin lo descarta como una tontería, la necesidad de poner orden en su vida y, ante todo, alejarse de los extraños sucesos que le rodean acabará haciendo que se toma la búsqueda del "desaparecido" como al personal. Los principales sospechosos: Su hija y su grupo de amigos. La relación con la familia sigue siendo más que tirante, lo que se constata cuando descubre que es incapaz de comunicar con su hijo Tom.
Recordemos que el joven Garvey se encuentra ahora en una constante huida ejerciendo como protector de la amante/favorita del mesiánico Wayne (además de presunto comodín en la lucha por el destino de la humanidad). No sólo se tendrá que preocupar de que no les atrapen, sino que además tendrá que lidiar con el carácter extrovertido y caprichosos de la joven asiática, que los pone en más de una situación comprometida, como que un loco (pero que parece intuir mucho de forma profética sobre la chica, ojo con los locos en esta serie) les agreda, le tomen por un maltratador y, como colmo de males, reciba la noticia de que la chica ("su" chica) está embarazada de Wayne. Tal cúmulo de vicisitudes le llevarán al borde del abandono, aunque una broma del destino le devolverá de nuevo a su misión. En el trascurso de su huida hacia adelante descubriremos más cosas sobre la sociedad post-evento, como que las sectas y comportamientos extraños proliferan y son aceptados como algo normal. Llevar una diana pintada en la frente te hace invisible.
En paralelo, la odisea del muñeco del belén no es menos aparatosa, teniendo que sufrir en sus propios plásticos ser la víctima de un secuestro express, darse a la bebida y un intento de "asesinato" ardiendo a lo bonzo. Mucha tela para un solo día. El jefe Garvey, evidentemente, no iba muy desencaminado incriminando a su propia hija, aunque en una mezcla de remordimiento de conciencia y resurgir del espíritu navideño la chica será incapaz de destruir al pobre muñeco, que acabará ileso en la puerta del jefe de policía. Sin embargo, éste comprobará que la victoria ha sido pírrica, para desgracia del niño rescatado. Estos toques de sutil humor negrísimo son un plus para estos capítulos un poco más intrascendentes.
Aunque sí que encontramos dos momentazos importantes. Por una parte, una escena cargada de emoción y tensión en la que Laurie vuelve a casa, junto con su "voz" Megan para despedirse oficialmente de su familia y pedir el divorcio de Kevin, en la que además descubrimos que Tom no es hijo natural de Kevin, sino fruto de una relación anterior de Laurie. El difícil momento se verá truncado por la llegada de Jill, que le da a su madre su regalo de navidad. Para demostrar su fortaleza anímica y su adhesión a los GC, Laurie tira el regalo, aunque posteriormente, cuando nadie la ve, vuelve a intentar recuperarlo. Pese a su firme intención de consolidar su posición en la secta, sus sentimientos aún latentes la hacen vulnerable. Por otra parte, presenciamos una de las extrañas misiones de los GC: Aprovechando una distracción maquinada por su maquiavélica líder, penetran en las casas de los vecinos del pueblo robando las fotos de sus familiares desaparecidos, borrando de esta forma sus recuerdos. No es de extrañar que no sean precisamente amados por sus convecinos...
Cinéfago por puro placer y juntaletras ocasional. Defensor de las causas perdidas seriéfilas. Hincado de hinojos ante Hitchcock y Tarantino, entre otros muchos. Amante de la ciencia ficción, la aventura, Rick Remender, Jonathan Hickman, el helado de chocolate, Jessica Chastain y Eva Green (no necesariamente por ese orden).