¿Hartos ya de las típicas películas de terror adolescente donde un puñado de "jamonas" y "jamones" ultrahormonados caen como moscas a manos de asesinos casi (o sin casi) sobrenaturales? Yo también, lo confieso. Precisamente por eso le di una oportunidad a esta película, que venía avalada por comentarios bastante positivos tras su paso por festivales como Sitges o el Midnight Madness de Toronto.
Porque tenía ganas de volver a divertirme en una sala de cine con una buena película de terror. Diversión al estilo "La cabaña en el bosque". Y no salí decepcionado en absoluto.
Al comienzo del film nos encontramos con una típica escena de slasher adolescente: Una pareja termina de practicar sexo y se ve atacada en su casa por un asesino que la acecha. Todo de lo más típico.
A continuación, nos encontramos con una reunión familiar donde ya empezaremos a apreciar que la cosa se sale un poco de lo habitual, porque lejos de la típica familia americana idílica nos encontraremos con constantes puñaladas traperas y mal rollo familiar.
Hasta que el asesino hace acto de presencia. Y definitivamente las sorpresas empezarán a aflorar. Después nos daremos cuenta de que la escena inicial se integra perfectamente a nivel argumental, al final todo encaja y (casi) nada es gratuito, los detalles cuentan, lo que ya da un factor diferencial a la película y la hace destacar por encima del grueso del cine de terror que nos llega.
Me encanta encontrar sorpresas así de vez en cuando, que cogen las constantes del subgénero y las subvierten hasta transformarlas en algo inesperado. Tenemos puntos de partida fuertes como un territorio que nos es conocido, unos asesinos carismáticos gracias a sus máscaras de animales y sus armas identificativas, que ofrecen una imagen conceptual poderosa, para verlos aderezados con un ritmo imparable, constantes giros de guión (unos más previsibles que otros) que nos tendrán en constante tensión
y, sobre todo, mucho, mucho sentido del humor y de la diversión, jugando constantemente con el espectador. Sobre todo cuando descubrimos que, cuando las víctimas hacen cosas diferentes a correr como pollos sin cabeza, los asesinos lo tienen un poco más crudo.
Respecto a las interpretaciones, destacar que el presupuesto es tan ajustado que participan algunos amigos directores de Adam Wingard como Ty West, que fiel a la mala baba de la peli, interpreta a un director indie con ínfulas de autorcillo y ¡al que estamos deseando que se carguen, claro! Por encima de todos destaca una Sharni Vinson que lleva el peso de la película en un papel cargado de sorpresas y que nos hará (al público masculino) caer rendidos a sus pies.
Lo de "papel femenino fuerte" se queda corto...
Resumiendo: Una película de género cien por cien recomendable, llena de detalles, giros, sorpresas, una iconografía atractiva, una vuelta de tuerca novedosa al género y, ante todo, diversión a raudales. Y la novia perfecta, claro.★★★
★★1/2
Por Antonio Santos
Para terminar, destacar también un tema que nos acompañará a lo largo de la película, y que se hace querer: