STREETS OF FIRE
El final del capítulo anterior dejaba las cosas muy difíciles para Starling City en general y para nuestros héroes en particular. Así que aquí empezamos a ver las consecuencias de tener a un ejército de villanos dopados hasta las cejas de mirakuru utilizando la ciudad entera como campo de juegos. El título del episodio ya nos da una idea de que el plan de Slade Wilson no se va a detener en hacer daño a Oliver y su entorno, sino que va mucho más allá. Y no, no vamos a ver a un motero chulesco en pos de un rescate suicida a ritmo de rock, que el título no nos lleve a engaño. Vamos a ver las calles arder de verdad, en un crescendo muy influenciado (para bien) por la labor de Nolan en la última entrega de la trilogía del Caballero Oscuro.
Tras disponer sus piezas en el tablero de la ciudad, la estrategia de Slade arranca con toda su fiereza. Sus hombres se reparten por las localizaciones clave como la comisaría, la estación o el ayuntamiento. De esta forma, la distribución de su ejército convierte la salvación de la ciudad en una misión casi imposible, ya que los ataques son imprevisibles y vienen de todos los flancos. Tenemos, por tanto, una narración fragmentada en la que vemos a los diferentes protagonistas que tratarán de detener la amenaza. El trabajo técnico de planificación y montaje del capítulo es excelente, saltando entre las distintas escenas de una forma fluida y que mantiene la tensión en todo momento. No tendremos un momento de respiro hasta el final, mezclando además las más que eficaces escenas de acción con momentos más intimistas necesarios para que los protagonistas encuentren la fuerza para afrontar la ardua tarea que tienen por delante.
Por un lado, Arrow consigue a duras penas escapar con Laurel del almacén de Blood mientras Felicity consigue salvar a Diggle, enfrentado a la dura tarea de detener a una Isabel Rochev sanguinaria y casi indestructible. Por suerte, cuando más difíciles están las cosas reciben una buena noticia: Los laboratorios STAR han logrado recrear el antídoto al mirakuru y envían a un hombre de confianza para hacérselo llegar. Pero no lo tendrá nada fácil: Al llegar a Starling sufre los efectos de la destrucción masiva que han desatado los hombres de Slade y queda inmovilizado en plena calle. Arrow tendrá que ir a recogerlo, en una carrera contrarreloj y contra los mercenarios de Slade, que tiene oídos en todas partes y se ha enterado de la llegada del antídoto.
Mientras tanto, en la comisaría Quentin Lance consigue deshacerse del mercenario que la estaba asolando y Laurel es rescatada a tiempo por una Canario Negro que ha vuelto a la ciudad. Poco a poco va evolucionando y aceptando su papel como heroína, librándose de la pesada losa de su oscuro pasado como miembro de la Liga de las Sombras de Ra´s al Ghul. Lo desesperado de la situación lleva al comisario a aceptar la ayuda de Arrow para detener la amenaza, por lo que deja al mando a Quentin, restableciendo de nuevo su rango de detective. Pero la mayor sorpresa espera en la estación, donde Thea será ayudada por un misterioso arquero que resultará no ser otro que Malcolm Merlyn, que ha decidido salir de las sombras para rescatar a su hija, que es lo único que le queda tras, asu vez, perderlo todo a manos de Arrow. Thea no se lo toma inicialmente muy bien, pero ver a Malcolm jugarse la vida para defenderla conseguirá ablandar un poco su coraza.
Finalmente, Arrow y su equipo consiguen localizar al técnico de STAR, pero descubren que Slade se les ha adelantado y les ha robado el antídoto. Sin embargo, encuentran un aliado inesperado. Sebastian Blood, al comprender que ha sido una marioneta de Slade y que éste no se detendrá hasta ver la ciudad reducida a cenizas y polvo como parte de su venganza hacia Oliver, le lleva el antídoto a Arrow, lo que le costará la vida. Con el antídoto en sus manos, Oliver se plantea probarlo en Roy, a lo que se opone Felicity. No puede permitir jugar con la vida de Roy convirtiéndolo en un mero conejillo de indias.
Mientras tanto, en los flashback vemos como Oliver consigue llegar al carguero de Slade con ayuda de su compañero ruso, al que deja muy clara su misión: Si no ha vuelto en una hora con Sara, debe torpedear el barco y huir. Una vez en la guarida de su antaño aliado, consigue liberar a Sara y ambos se disponen a buscar la cura del mirakuru de la que les habló Ivo. Pero al llegar al laboratorio del doctor a quien encuentran a Slade esperándoles, quien además tiene el antídoto en su poder.
De vuelta en el presente, Oliver pronto se verá obligado a mover ficha e inyectar el antídoto a Roy sin importar las consecuencias: Amanda Waller ha enviado a sus tropas de ARGUS para cercar la ciudad. No puede permitir que unos villanos superpoderosos y desquiciados salgan de Starling City, por lo que le ofrece a Arrow una única posibilidad: O detiene a Slade y sus hombres antes del alba, o bombardeará la ciudad entera para que la amenaza no se extienda. Un final que deja las cosas más que difíciles para los protagonistas y promete un último episodio cargado de acción y emociones fuertes.
Cinéfago por puro placer y juntaletras ocasional. Defensor de las causas perdidas seriéfilas. Hincado de hinojos ante Hitchcock y Tarantino, entre otros muchos. Amante de la ciencia ficción, la aventura, Rick Remender, Jonathan Hickman, el helado de chocolate, Jessica Chastain y Eva Green (no necesariamente por ese orden).