PERCEPTION
Este capítulo es uno de los que dejan más claro lo que funciona y no funciona en esta serie. Nos deja además una sensación agridulce, al poder distinguir dos partes claramente diferenciadas con niveles de interés bien distintos.
Por una parte, tenemos el caso al que se enfrentan Kennex y Dorian, en esta ocasión la muerte simultánea y sin motivo aparente de dos jóvenes de clase alta, fallecidas en extrañas y similares circunstancias en distintos puntos geográficos. La conexión entre ambas víctimas es que ambas son compañeras de clase y además son Chrome, es decir, humanas mejoradas genéticamente. De esta forma vemos un aspecto más de esta sociedad del futuro que nos presenta la serie: Por un lado tenemos a los humanos normales y por otro a humanos diseñados para ser "mejores", más inteligentes y sin limitaciones o taras físicas. En el curso de la investigación, los detectives descubrirán que este caso está relacionado con la muerte por ahogamiento de otra chica, en este caso una humana normal que estudiaba en el mismo centro que las dos víctimas. Esto desembocará en una sórdida historia de celos, venganzas y drogas de diseño creadas genéticamente para expandir los sentidos y la capacidad de percepción de los Chrome. Si bien la trama no carece de interés, se queda en un nivel muy superficial, sin explorar temas que podrían enriquecer la serie como las diferencias entre los humanos "normales" y los mejorados, si es una técnica común o sólo al alcance de los privilegiados, o incluso si este perfeccionamiento antinatural de la sociedad tiene alguna relación con lo que ocurre más allá del muro. De forma análoga, también descubrimos que Valerie Stahl es una Chrome, pero no se aprovecha esta circunstancia para profundizar en este personaje, lo que es una lástima y una oportunidad perdida, ya que su aportación no pasa de anecdótica hasta el momento.
Por otra parte, se sigue profundizando en el trauma de Kennex (en una nueva vuelta atrás por obra y gracia del desorden en la emisión por parte de Fox), que trata de recuperar la memoria por todos los medios. Tanto es así que sus ansias de aclarar la presunta traición de su mujer le llevan a abusar hasta la extenuación de las sesiones con el recoleccionista, que además de poder costarle el puesto al ser una práctica ilegal le provocan episodios aleatorios de pérdida de consciencia. Aquí es donde se demuestra la calidad de Karl Urban, excepcional en su papel, así como que una de las mayores fortalezas de la serie sigue siendo la interacción entre Kennex y Dorian. Finalmente, el esbozo de un recuerdo recuperado lleva al detective a descubrir que su mujer estaba en realidad espiando y recogiendo todas sus conversaciones.
Por tanto, un episodio que se queda a medio gas, sobre todo porque se nota que está claramente capado en cuanto a su desarrollo a largo plazo. La apuesta rotunda por el procedimental y la imposibilidad de poder ligar una trama consistente con solución de continuidad hace que vislumbremos todo el potencial de la serie pero, a la vez, tengamos el conocimiento de que todas las buenas ideas que se esbozan y las interesantes tramas a largo plazo que apenas se empiezan a plantear no tendrán solución de continuidad. Una pena.
Cinéfago por puro placer y juntaletras ocasional. Defensor de las causas perdidas seriéfilas. Hincado de hinojos ante Hitchcock y Tarantino, entre otros muchos. Amante de la ciencia ficción, la aventura, Rick Remender, Jonathan Hickman, el helado de chocolate, Jessica Chastain y Eva Green (no necesariamente por ese orden).