¿De qué va?
El documental Salvador Allende, sigue la vida del presidente chileno desde su infancia en Valparaíso hasta su muerte el 11 de septiembre de 1973 tras el golpe de estado militar de Pinochet. El director, Patricio Guzmán, se sirve de documentos de archivo, álbumes de fotos y entrevistas.
Recordemos que
Salvador Allende fue uno de los fundadores del Partido Socialista de Chile y un humanista fervoroso, más que marxista, cosa que nunca fue aunque compartiese ciertas ideas leninistas. El 4 de noviembre de 1970, es elegido como presidente de la República de Chile, y obsesionado como estaba por el respeto a la democracia, intentó a través de está arreglar las heridas de un pueblo pobre y humillado por los poderosos. Justamente ese amor por la democracia le va a costar la vida y hundirá a Chile en un abismo frío presidido por el fascismo que durará más de 17 años. La decisión que tomara
Allende aquel 11 de septiembre de 1973 es cuestionada desde entonces por amigos y familiares. ¿Debemos responder contra las fuerzas que buscan destruir la democracia con las mismas armar que éstas utilizan para destruir al pueblo? La pregunta queda abierta hasta el día de hoy, y yo os animo a responderla.
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El documental es obra de Patricio Guzmán, un cineasta chileno conocido principalmente por sus documentales, los cuales ha realizado en diversos países de América Latina y Europa.
"Un País que no tiene Cine Documental, es como una familia sin álbum familiar"
En 1971 dirigió su primer largo documental, “El primer año” (sobre los primeros doce meses del gobierno de Salvador Allende), que se estrenó ese mismo año en las salas comerciales de Chile. El cineasta francés Chris Marker, que estaba de paso en Santiago, quedó impresionado por su trabajo y le ofreció estrenar el filme en Francia y Bélgica. De esta forma, Patricio Guzmán salta al resto del globo y comienza con su larga lista de trabajos como: La Batalla de Chile I, II, III, una trilogía documental sobre el período final de Allende con la que ganó números premios tales como Gran Premio del Festival de La Habana de 1979 o el Gran Premio de Festival de Grenoble, Francia, de 1976; La Cruz del Sur, un largometraje y serie documental sobre la religiosidad popular en América Latina; o Nostalgia de la Luz, su último trabajo presentado en el Festival de Cannes, el cual nos cubre con la maravillosa estampa del cielo estrellado.
Impresiones
Una cartera, un reloj de plata, la banda del presidente, un pasaporte y la mitad de unos anteojos. Es lo único que queda de Salvador Allende, lo único palpable o al menos eso creía hasta que he vi este documental. Todos conocemos su biografía, pero esta vez, Patricio Guzmán, poniendo voz a la historia, recorre los pensamientos y sentimientos de Allende, desde su acomodada infancia hasta su fatal decisión. Únicamente tres son los protagonistas de esta narración: su director, Patricio Guzmán, que con timbre pausado nos encauza hacia la curiosidad de un personaje que todos conocemos y muy pocos entienden; el propio Allende, ya muerto y a pesar de ello vivo en la memoria de aquellos que ya no le nombran, y por último, el pueblo chileno. Ese es el punto clave de este documental, las declaraciones de aquellos que lo votaron y lo odiaron, de aquellos que una vez tuvieron la suerte de estrecharle la mano y que aún sienten bien cerca el espíritu revolucionario de Allende.
Fuentes vivas y sentidas son la principal herramienta de este documental. Contemporáneos de
Allende y descendientes de su legado, conducidos por la curiosidad de Patricio Guzmán por desvelar la parte más auténtica del presidente chileno. Durante el proceso de búsqueda conocemos al hombre que se transformó en político y se tomó la molestia de conocer los problemas reales de su gente: el hambre, la desigualdad, la opresión burguesa, etc.
"Cuando un pueblo tiene conciencia de lo que puede alcanzar, ese pueblo tiene capacidad de sacrificio" dice
Salvador Allende en un fragmento de vídeo recopilado del pasado y puesto casi al inicio del documental. Esta frase es el motivo de un paseo de 100 minutos por la vida de
Allende, y la clave para entender el motivo del documental: descifrar si estás palabras fueron auténticas y defendidas. Conforme nos acercamos al golpe de Estado, la música, voz e imagen se vuelven melancólicas. Las caras pasan más lentas y los silencios se cuelen en muchas escenas. ¿Por qué EE.UU apoyó el golpe de Estado? ¿Cómo comenzó a urdirse el plan? ¿Qué podía haber hecho el pueblo ese día por su presidente? Son cuestiones hechas en voz alta por Patricio, algunas con respuesta clara…, otras, vacías. El documental cierra con unos versos del poeta chileno
González Millán. El poema,
La ciudad, dice lo que muchos desearon: retroceder en el tiempo, devolver la voz a
Allende.
BSO
Voz y música se unen con sincronizado esmero para trasladar un sentimiento de pesar y nostalgia, mezclado con admiración y respeto. El compositor chileno, Jorge Arriagada, es el artífice. Melodías bastante sentidas basadas en los instrumentos de cuerda y un instrumente de viento muy particular, la “zampoña”. Transmitir el dolor por aquello que nunca sucedió, por lo acontecido y lo perdido, por lo alcanzado y esperado. Esos son los altibajos que también ha sabido transmitir Arriagada con la banda sonora compuesta para este documental. A parte de la música destacan la utilización de la famosa canción La muralla, de los Quilapayan, tantas veces versionada y muy apropiada para transmitir el mensaje de cambio que supuso la victoria de Allende en las elecciones de 1970, me ha llamado la atención.
Por otra parte destacan el uso de silencios. Silencios reflexivos que buscan preguntarse a uno mismo que supuso el cambio, y qué tipo de cambio es aquel por el que merece la pena luchar. Por otro lado, los aplausos y los gritos muy por encima de la música en las escenas de euforia.
La Muralla
Lo mejor: Nos desvela de una forma fresca un tema ya muy trillado, y esa frescura se lo da la cercanía del mensaje, que el trato es personal. Es un repaso por el significado que para el propio Patricio Guzmán supuso la llegada de Allende al Gobierno de Chile, y la aportación de éste a la historia del mundo.
Lo peor: Desde el principio ves claro que el mensaje sobre Allende será positivo, y no es malo pero se deja de lado posibles meteduras de pata del presidente chileno, aunque el desconté hacia su persona de algunos contrarios sí que está plasmado.
Calificación:
8.5/10
Por Olalla Negrete
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.