Incluso los osos salen de los bosques
cuando tienen hambre.
Akira Kurosawa era un conocido director en Japón, e internacionalmente se había hecho un nombre gracias a su película Rashomon, la cual ganó el León de Oro de Venecia. Pero sería en 1954, al estrenar Los Siete Samuráis, cuando se daría a conocer por todo el mundo.
En el Japón feudal, un pequeño pueblo de aldeanos sufre vez tras vez los continuos ataques por parte de unos forajidos que les roban la comida. La situación es desesperada, no saben cómo actuar ante tal amenaza, hasta que uno de los miembros del pueblo decide ir a la ciudad y contratar samuráis para que los protejan de los bandidos.
No tienen dinero ni tienen posesiones de ningún valor, por lo que el pago se efectuará con la manutención de los propios samuráis, es decir, con comida. La misión no reportará fama ni fortuna. El orgullo de los samuráis es algo que jugará en contra de los aldeanos, pero que en cierto modo es paradójico, ya que finalmente conseguirán siete auténticos guerreros, “justos y puros de corazón”. Capaces de aparcar el típico papel de samurái para emplearse a lo que se deben en realidad.
Samurái significa "servir", o "aquellos que sirven".
Cada uno tiene una personalidad distinta pero paradójicamente no hay rencillas ni choques entre ellos , y ésto hará de los siete un curioso y complementario grupo de amigos.
Tras la llegada de los samuráis al pueblo, veremos el respeto y miedo de los aldeanos hacia los guerreros. Kurosawa decide mostrar también el lado más humano de estos al interactuar con los aldeanos y sentir que al proteger la aldea, están protegiendo una parte de sí mismos. Esa misma aldea que la mayoría abandonaron hace ya mucho tiempo y que bien podría ser ésta misma. Pero no por ello deja de mostrar el poder y señorío de los samuráis, quizás con el personaje más interesante de toda la cinta, Kikuchizo (Toshiro Mifune) que en su tiempo fue aldeano y sufrió por ello.
No puedo finalizar sin mencionar que quizás lo mejor de la cinta, en mi opinión, es la conclusión a la que llega el maestro cuando ve a los aldeanos festejar la victoria sobre los bandidos junto a las cuatro tumbas de los samuráis.
-Otra vez hemos sido derrotados. Los ganadores
son los campesinos y no nosotros.
Más de tres horas de acción, humor, drama, sin que el ritmo decaiga ni un ápice. Gracias al ritmo que impregna Kurosawa a la cinta, algo que en otras de sus películas no apreciamos, la historia transcurre ágilmente sin que el tiempo sea un impedimento para el disfrute. Cabe destacar, además de la excelente dirección del "emperador", el magnífico diseño de producción, las interpretaciones, y las numerosas reflexiones a las que invita la cinta al espectador. La anteriormente mencionada es solo una de ellas. y el propio personaje de Mifune en sí es otra de ellas a lo largo de toda la película.
La película fue un gran éxito que impresionó tanto a crítica como a público, e influiría a lo largo de los años a gran número de cineastas.
Tuvo su primer remake en 1960, protagonizado por Yul Brynner, donde la acción principal se traslada al oeste donde siete vaqueros protegen a un pueblo de los ataques de los bandidos.
• Calificación: 10/10
Por José Mayo
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.