"LA TÉCNICA DE REPRODUCCIÓN LIMPIA Y PERFECTA DE LOS VEGETALES. NO PRODUCE PLACERES NI DOLORES. NO HAY EMOCIONES NI CORAZÓN. SUPERIOR A LA NUESTRA EN TODOS LOS ASPECTOS"
¿De qué va?
Un grupo de militares acude a una base científica del Ártico tras la caída de un objeto extraño. Al llegar, se llevarán a un visitante a las instalaciones pero ésto será el comienzo de la pesadilla para los habitantes de la base.
Reparto
Kenneth Tobey es Patrick Hendry
Margaret Sheridan es Nikki
Robert Cornthwaite es Arthur Carrington
James Arness es La Cosa
Dirección
Christian Nyby (La furia de los jóvenes)
Impresiones
Antes de que estallara el pánico de los extraterrestres a nivel mundial con La Guerra de los Mundos, aún con los coletazos de la segunda guerra mundial y a punto de estallar la guerra fría, el continente norteamericano estaba completamente expectante a todo lo que ocurría, incluyendo algunas noticias sobre objetos volantes que acabaron en fraude pero que fueron los suficientemente impactantes para que muchos llegaran a creerlo. Curiosamente, El enigma de otro mundo se basa en una novela corta de John W. Campbell que a su vez fue un visionario ya que la escribió en 1938, adelantándose al movimiento "extraterrestre". No fue el primero pero sí uno de ellos, y por ello, la película en la que se basa fue pionera de éste género.
Aunque en la dirección está acreditado Christian Nyby como director, un realizador fallido con más vida en los seriales, es realmente el mítico Howard Hawks quien se encuentra tras el producto. Algunas fuentes lo acreditan pero en la película no reza como tal. Existen leyendas urbanas sobre ésta historia, como que supervisaba lo que Nyby hacía, pero no cabe duda que en ella se ve la mano del cineasta creador de El sueño eterno o La fiera de mi niña entre otras muchas. Ésto se debe a la soltura en los diálogos, tan dinámicos que vienen de la mano de su mano derecha en el guión, es decir Charles Lederer, Es uno de los puntos fuertes de la película ya que entra totalmente al grano, no se recrea en detalles secundarios -salvo ese romance entre el personaje de Tobey y Sheridan- y apenas deja respirar al espectador con la situación que se crea en la base helada.
Como ocurre con muchas películas, probablemente hoy le veamos costuras y no nos cause la sensación que esperamos. Pero si nos metemos de lleno en ella -y hablo desde mi opinión personal-, hay que pensar que si viviéramos en el año de su estreno, ésta cinta de seguro nos causaría mucho miedo. Y esa es la magia del film, crear tensión con una mezcla de ciencia ficción y trasladarnos a su vez a una época repleta de nostalgia.
Sin embargo, la cinta de Hawks/Nyby decide trasladar el relato de Campbell a su forma y manera, obviando lo más interesante de ella. En la novela, "la cosa" podía adquirir cualquier forma, y en la película se limitan a presentarnos un extraterrestre de forma similar a la humana con cierta evolución y semejanza a los vegetales -interpretado por James Arness- que supone todo un post-homenaje a los monstruos de la Hammer y del que al menos, cuidan por sacarlo poco en la pantalla salvo en el tramo final donde lo visualizamos en todo su esplendor cual monstruo de Frankenstein tambaleándose por el lugar. Se cuenta a modo de curiosidad, que viendo tan reducida su presencia y lo poco favorecido del maquillaje, Arness decidió no asistir al estreno, lo cual no es de extrañar.
Y es que El enigma de otro mundo, como otras tantas películas de la época, abusaban de una campaña política encubierta a la que se le veía el plumero. Se refleja a la perfección en las palabras finales por radio del periodista con ese aterrador mensaje diciendo "¡Vigilad el cielo!" que la guerra no había acabado, que estuvieran expectantes al enemigo. Pero claro, para ello ya se encargaban de tranquilizar al espectador con todo el despliegue militar comandado por el capitán Pat Hendry, un personaje que siempre sonríe, se toma con buen humor cualquier acto para dar tranquilidad a su equipo, con el que charla casi como amigos más que compañeros, para dar una impresión al público de que el ejército era así de maravilloso y que por eso eran los mejores.
Todos estos aspectos no le restan calidad en absoluto, es la época y por tanto se entiende. Lo más plausible sin lugar a dudas es hacer una película así, y que a día de hoy siga enamorando. A ésto se le incrementa la efectiva partitura del todo-terreno ucraniano Dimitri Tiomkin que se mete fácilmente al espectador en el bolsillo con su terrorífica composición, haciendo uso incluso del theremín, siendo una de las primeras películas de ciencia ficción en hacer uso del peculiar instrumento que se toca "sin tocar".
En resumidas, estamos ante un clásico fantástico que ha tenido en su haber una reversión -no me atrevo a llamarlo remake- por parte del maestro John Carpenter, que no solo la supera, siendo uno de los pocos que lo hacen con el original, sino que es mucho más fiel al relato corto de Campbell. Ambas películas son dos ópticas que parten de una misma base pero que al final resultan ser completamente diferentes, de ahí que ambas sean indispensables, aunque servidor se siga quedando con la protagonizada por Kurt Russell. Pero para no acabar de ésta forma, pareciendo que estoy desprestigiando la dirigida por Hawks/Nyby, diré que hay que verla y disfrutarla, porque ésto es cine con letras gordas. ★★★★★
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.